Durante la misa en honor a la Patrona se descubrió el nuevo estandarte

Ayer 7 de octubre fue el día de la Virgen del Rosario, y la Hermandad lo celebró con una misa en recuerdo de los que ya no están. Ppero los actos centrales se celebraban dos días antes. Así, y con permiso del Homenaje a la Bandera y los Gigantes, la Virgen del Rosario fue la gran protagonista de la jornada de cierre de las Fiestas Patronales.

Tras abandonar el desfile militar en perfecta formación, y acompañados por la Banda Municipal de Música, los Caballeros y Damas de la Virgen del Rosario se encaminaban hasta la iglesia de la Plaza, completamente abarrotada, y lo hacían para celebrar una Misa Solemne en honor a la patrona de Torrejón. Y no fue una Misa cualquiera, pues, acompañado por los estandartes del resto de Hermandades, se presentaba en sociedad el nuevo estandarte que va a acompañar a la Hermandad de la Virgen del Rosario desde ahora, y en el que figuran bordados los títulos de "Real e Ilustre".

Y es que los Hermanos del Rosario esperaban hasta las Fiestas de Octubre para oficializar la noticia que se producía en pleno Corpus Christi: el nombramiento por parte del Rey de la Hermandad como "Real", convirtiéndose, por cierto, en la segunda de Torrejón en conseguirlo tras la del Rocío. Pero volviendo a la Misa, el estandarte llegaba cubierto con un velo negro que se retiraba al llegar al Altar Mayor mostrando sus nuevos colores, unos tonos azules y amarillos con ribetes dorados que le harán brillar bajo los rayos del sol como se iba a comprobar esa misma tarde.

Trás ser bendecido, el nuevo estandarte se colocaba a los pies de la Virgen del Rosario, donde iba a permanecer hasta la Procesión de la tarde. Y es que tan solo cinco horas después de terminar la misa comenzaba el acto final de las Fiestas Patronales de Torrejón. Así, algo antes de las siete de la tarde, los Caballeros y Damas de la Hermandad del Rosario hacían acto de presencia en la Plaza y lo hacían en un número bastante más numeroso que en anteriores ediciones, pues no en vano se han incorporado cien nuevos hermanos el pasado mes de septiembre, y entre ellos, por cierto, uno bien conocido: el Presidente de la Hermandad de la Vera Cruz aparecía con el traje típico de la Hermandad del Rosario, y además cargaba sobre sus hombros a la Patrona torrejonera como un andero más.

Pero esta solo era la primera sorpresa de una larguísima noche en Torrejón. De tal forma, y tras salir por la Puerta del Sol, la Virgen del Rosario se situaba en la calle Hospital, y lo hacía para vivir su tradicional subasta de cintas y Rosario, una subasta algo distinta pues se estrenaba un nuevo subastador tras el traspaso de poderes que se producía hace un año. Lo que no cambió fue la devoción de los torrejoneros, que pagaron entre 250 y 450 euros por cada cinta; y hasta 3.300 por el Rosario de la Virgen.

Y terminada la subasta comenzaba el viaje por las calles, un viaje en el que los torrejoneros, además de abarrotar el recorrido, acompañaban a la Patrona, y que se caracterizó por ser más solemne que en anteriores ocasiones, con chicotás largas y paso lento. Y es que, con la llegada de refuerzos, la Hermandad pudo lucirse con una procesión pausada. Al llegar a las cercanías de la sede de la Hermandad, en plena calle Cristo, primer baile de la noche. La Banda de Música se daba la vuelta para acompañar a la Virgen del Rosario en un baile en la oscuridad, iluminado por la candelería que llevaba la propia imagen.

Tan solo unos metros después los protagonistas fueron los vecinos, que llevaron sobre sus hombros la imagen de la Patrona durante un tramo del recorrido, y entre ellos uno conocido por todos. El alcalde se convertía en andero portando la imagen de la Virgen del Rosario. Pero lo mejor estaba por llegar. Cuando la Virgen llegó a la Plaza Mayor, y tras el paso de toda la comitiva, comenzó la tradicional cascada de pólvora, que iluminó la noche torrejonera.

Además, y tras cruzar hasta la calle Hospital, un ramillete de fuegos artificiales en honor de la Patrona sirvió como despedida oficial de las Fiestas Patronales de Torrejón, pero no de la Procesión, pues aún le quedaban algunos minutos. Y es que, tras situarse frente a la Puerta del Sol, y de nuevo con el estandarte como protagonista, la Virgen del Rosario subió a pulso a los cielos entre los acordes del himno de España y los aplausos de los presentes, que la acompañaron hasta el interior de la San Juan Evangelista.

Allí, y con el acompañamiento de la Banda de Música, la Virgen fue avanzando lentamente hasta situarse junto a Altar Mayor siendo guiada por el estandarte, que le ofreció una última reverencia antes de que los anderos soltasen el palio. Pero, obviamente, aún había más. Tras las palabras de agradecimiento de la Presidenta de la Hermandad, los torrejoneros se arrancaron a cantar la Salve para cerrar de la forma más tradicional la Procesión en honor a la patrona de Torrejón.