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Los minianderos llevaron sobre sus hombros la Cruz florecida alrededor de la San Juan Evangelista
Además del homenaje a las víctimas del Coronavirus, este domingo Torrejón tuvo otro foco de interés, y es que la Hermandad de la Vera Cruz celebraba su fiesta más antigua, aquella cuyo traslado se convirtió en la Exaltación de la Cruz de septiembre, y que intentan revivir desde el año pasado con los más pequeños como protagonistas.
Así, y justo después de una Misa de Familias en la que también fueron protagonistas, la cuadrilla infantil de la Hermandad celebraba una procesión en el interior de la San Juan Evangelista para celebrar la Cruz de Mayo. Y no estuvieron solos, pues, al igual que ocurría en la anterior edición, la Cruz de Mayo marcaba el inicio simbólico del periodo de comuniones, que terminará en junio con la celebración del Corpus Christi, y por eso los más pequeños estuvieron acompañados por los niños que este año hacen la Primera Comunión en la parroquia en su viaje por las naves laterales del templo.
De tal forma, y mientras el Coro de Familias entonaba el recién inaugurado himno a la Virgen de la Soledad, realizaron una corta procesión que terminaba junto al Altar Mayor para proceder a la segunda parte de la celebración. Y es que, tras ser bendecida la Cruz de Mayo, comenzaba una Ofrenda Floral a cargo de los niños y de los mayores que abarrotaban la San Juan Evangelista en una fiesta de la Hermandad de la Vera Cruz que seguirá creciendo año tras año.