El torero fue volteado por el sexto de la tarde y se golpeó en la cabeza al caer

La Feria Taurina de Torrejón comenzaba con un importante susto, pues el joven torero de Los Santos de la Humosa Víctor Hernández sufrió un grave percance durante una corrida marcada por la lluvia. Hernández, que compartía cartel con los toreros Diego Urdiales y Borja Jiménez, había cuajado una muy buena faena en su primer toro, al que cortó una oreja, y estaba cerca de abrir la Puerta Grande con el segundo, pero Estornino no se lo permitió.

Víctor Hernández comenzó su actuación saludando al toro con verónicas que destacaron por su buen trazo, temple y gusto. A lo largo de la lidia, el banderillero Marcos Prieto también tuvo un papel destacado al colocar las banderillas, contribuyendo a la correcta ejecución de la faena. El torero brindó la faena al público y comenzó su labor en el centro del ruedo, realizando pases estatuarios con gran quietud. A medida que avanzaba la lidia, tomó la mano izquierda, donde el toro mostró una embestida con largura y clase, permitiendo a Víctor lucirse con naturales de buen trazo.

El incidente ocurrió cuando Víctor decidió cambiar a la mano derecha. En este momento, el toro lo sorprendió con una embestida inesperada, lo que resultó en que el torero fuera volteado en dos ocasiones. La segunda voltereta fue especialmente violenta, dejándolo tendido en el suelo e inconsciente, lo que generó una atmósfera de angustia en la plaza.

A pesar de que inicialmente no se observó una cornada visible, el impacto fue seco y aparatoso. Inmediatamente, Víctor Hernández fue trasladado a la enfermería sin conocimiento. Debido a su incapacidad para continuar la lidia, Diego Urdiales tomó el control del toro y lo mató.

A la espera del parte médico oficial, se desconoce la magnitud exacta de las lesiones sufridas por el torero, aunque se sospecha de una fuerte conmoción. Según información obtenida, Víctor recuperó el conocimiento unos minutos después del incidente y se encuentra en proceso de realizarse pruebas médicas para descartar daños adicionales.

Pero Hernández no fue el único protagonista de una Primera de Feria en que se lidiaron toros de la ganadería de Domingo Hernández. La corrida se desarrolló bajo condiciones climáticas adversas, con lluvia intermitente que acompañó a los toreros durante la tarde. La plaza tuvo una entrada de tres cuartos, y se guardó un minuto de silencio en memoria de Manolo Lozano, seguido de la interpretación del Himno Nacional.

El primero de la tarde, presentado adecuadamente, fue lidiado por Diego Urdiales. A pesar de la lluvia, Urdiales mostró su maestría en los primeros tercios. Sin embargo, el toro se tornó complicado, dando dos sustos al matador por el pitón izquierdo. La faena culminó con una espada que entró al tercer intento, resultando en silencio por parte del público.

Borja Jiménez se encargó del segundo toro, que también fue bien presentado. Comenzó con dos largas y seis verónicas que demostraron su habilidad. Sin embargo, el toro, tras un fuerte puyazo, perdió fuerza y se mostró corto en su embestida. A pesar de esto, Borja logró robarle dos series con la mano izquierda. La faena terminó con un pinchazo y una estocada caída, resultando en silencio tras la petición de oreja.

El tercer toro fue lidiado por Víctor Hernández, quien comenzó con una larga y varias verónicas. A pesar de un puyazo trasero, Víctor mostró su destreza con la muleta, brindando al empresario de la plaza. La faena incluyó muletazos aplaudidos, y aunque terminó con un pinchazo y una estocada caída, recibió la primera oreja con una petición de la segunda.

Diego Urdiales volvió a lidiar en el cuarto toro, que se presentó más fuerte. A pesar de sus intentos de realizar una faena clásica, el toro no colaboró, lo que limitó las posibilidades de éxito. A pesar de algunos buenos naturales, la espada cayó muy baja, resultando en silencio.

Borja Jiménez enfrentó al quinto toro, que fue alto y largo, pero con fuerzas limitadas. A pesar de su resistencia, Borja logró realizar una faena destacada, utilizando su habilidad para extraer lo mejor del toro. Las manoletinas finales fueron aplaudidas, y la faena concluyó con una estocada, aunque la lluvia volvió a hacer acto de presencia.

El sexto toro, llamado Estornino, fue lidiado por Víctor Hernández. Después de un buen inicio a la verónica, el toro mostró su fuerza en el puyazo. A pesar de un dramático percance donde fue cogido al rematar un muletazo, Víctor logró completar su faena. La tarde concluyó con la atención médica a Víctor, quien sufrió un "traumatismo craneoencefálico, con pronóstico reservado".