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08 Oct 2024 |
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El encargado de subastar las cintas y el Rosario se jubila después de treinta añosDespués de tres días de emociones, había que cerrar por todo lo alto, y eso es lo que hizo la Hermandad de la Virgen del Rosario en una Procesión con un fin de fiesta a lo grande. Y es que, desde el lanzamiento de fuegos artificiales, el desfile fue "in crescendo" hasta terminar con la Virgen del Rosario delante del Altar Mayor ante un emocionado pueblo de Torrejón que abarrotaba la San Juan Evangelista. Pero esto era solo el final de una larga tarde que comenzaba mucho antes. Así, algo antes de las siete de la tarde, los Caballeros y Damas de la Virgen del Rosario llegaban en perfecta formación a la iglesia, y lo hacían acompañados de una Banda Municipal de Música que iba a ser protagonista, y de los militares del Cuartel de Automovilismo.
Tras sortear este primer escollo, la Virgen fue situada en la calle Hospital para asistir en primera persona a una subasta con sorpresa, pues Alejandro, el encargado de subastar las cintas y el Rosario, anunciaba su intención de jubilarse después de treinta años como maestro de ceremonias. Así en esta última cita, el subastador presentó al que será su sustituto, justo antes de recibir una placa de manos de la Presidenta de la Hermandad en agradecimiento por su colaboración durante tres décadas.
Y no fue una procesión al uso, pues repitiendo el modelo que las circunstancias obligaron a adoptar el año pasado, el recorrido fue mucho más corto de lo habitual, lo que aumentó la solemnidad, con chicotás muy breves y descansos largos que permitieron a los muchos fieles que acompañaban la imagen rezar el Rosario.
De tal forma una cascada de pólvora la recibía al entrar en el espacio, justo antes de producirse uno de los cambios más significativos del recorrido. Y es que las luces de la Plaza, apagadas para celebrar el espectáculo pirotécnico, no se volvieron a encender, haciendo que la única luz que brillaba fuese la de la carroza de la Virgen del Rosario.
Y tras el cierre lúdico, tocaba el religioso. Tras dirigir la imagen hasta la Puerta del Sol, los Hermanos de la Virgen del Rosario la levantaban a pulso entre los aplausos del público, justo antes de entrar en el patio de la iglesia cruzando un pasillo formado por el resto de la Hermandad, y mientras sonaban los acordes del Himno de España.
Pero si algo demuestran las Hermandades es que no hay dolor suficiente cuando llevan las imágenes de sus titulares. Y es que, tras este último esfuerzo, recobraban fuerzas para transportar a la Virgen del Rosario hasta los mismos pies del Altar, acompañados por una última marcha de la Banda de Música que terminaba justo en el momento en que la Patrona tocaba el suelo dejando un final sobrecogedor para la Procesión.
En este último discurso Cristina Vidales daba las gracias especialmente a la Hermandad de la Vera Cruz, por permitir el traslado de la Virgen de las Angustias dejando el espacio suficiente para que la Patrona pudiese acercarse al Altar tras dar la vuelta a toda la iglesia, en lugar de hacerlo cruzando solo una parte del templo. Los agradecimientos de Vidales ponían punto y final a una procesión que terminaba pocos minutos antes de que comenzase el Día de la Virgen del Rosario.
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