Torrejón celebró la Procesión del Corpus en plenas Fiestas Populares

A la programación oficial del domingo de Fiestas le salió competencia, y es que esa misma mañana se celebraba el Día del Corpus Christi, que llenó la zona centro con una procesión celebrada bajo un intenso calor y que no quiso perderse ni la lluvia, que cayó justo en la entrada a la iglesia.

Pero la mañana del Corpus comenzaba mucho antes. A eso de las diez y media la San Juan Evangelista acogía una misa solemne en la que, junto a los Hermanos del Corpus y los feligreses, se daban cita los niños que han hecho este año la Primera Comunión. Todos juntos participaron en una Eucaristía dedicada a Cáritas y en la que la música tuvo un papel importante.

De tal forma, la Coral Polifónica, que el día anterior protagonizó el Encuentro de Corales; la Coral Alegría; la Capilla Musical El Exilio y el órgano pusieron banda sonora a una larga ceremonia de algo más de una hora que terminaba con el traslado, bajo palio, de la Custodia hasta la carroza en la que iba a recorrer las calles de la zona centro.

Y así, algo antes de las doce, comenzaba oficialmente la Procesión. La Sagrada Forma fue visitando quince altares repartidos por el casco histórico de Torrejón, y lo hizo en un formato bastante más reducido que en anteriores ocasiones, probablemente para escapar del intenso calor que reinaba en la mañana torrejonera. Eso sí, conforme avanzaba la Procesión, el tiempo fue cambiando, dejando soplar una ligera brisa que fue transformándose hasta convertirse en una llovizna de verano que sorprendió a la comitiva en las puertas de la iglesia.

Pero esto fue el final, pues en medio la custodia recorrió hasta quince estaciones, entre ellas las montadas por las cinco Hermandades y el resto de agrupaciones religiosas que tienen su sede en la San Juan Evangelista. Algo después de la una de la tarde la comitiva regresaba a la Plaza para vivir el cierre del desfile. Así, los niños flanquearon la carroza para lanzarle los últimos pétalos antes de que la Custodia abandonase la carroza para ser protagonista de una última bendición desde las escaleras del templo, tras lo que el párroco devolvía la Forma al Sagrario para cerrar la celebración del día del Corpus torrejonero.