x

Uso de cookies

Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y mostrarle publicidad relacionada con sus preferencias mediante el análisis de sus hábitos de navegación.
Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Puede obtener más información, o bien conocer cómo cambiar la configuración, en nuestra Política de cookies

07
Sep
2025
Juan Ortega y Pablo Aguado, a hombros en una larguísima corrida goyesca PDF Imprimir E-mail
Zona Este - Aranjuez
Compartir en MenéameCompartir en TuentiCompartir en Buzz it!Compartir en FacebookCompartir en Twitter

Foto cedida por Pablo AguadoDos sobreros alargaron la lidia por más de tres horas

La Corrida del Motín, celebrada el sábado en Aranjuez, presentó una combinación de toreros que, a excepción de la inclusión de Pablo Aguado en lugar de Manzanares, se mantuvo similar a la exitosa corrida de San Fernando del 1 de junio. Los toros, de la ganadería de Juan Manuel Criado, fueron elegidos por el empresario Carlos Zúñiga, quien buscaba un espectáculo atractivo aunque, a pesar de no ser un fracaso, no logró cautivar completamente al público.

El torero Morante de la Puebla abrió la corrida con un toro de Criado que, aunque noble, no mostró una presencia destacable. Morante comenzó su faena con dos verónicas y media que fueron bien recibidas por el público. Su manejo de la muleta fue delicado y ajustado, lo que le valió una ovación antes de que el primer toro fuera arrastrado. Sin embargo, el cuarto toro, que también fue de Criado, mostró una pobre presencia y falta de fuerza, lo que llevó a la decisión de devolverlo y traer un sobrero de Ribeiro Telles. Morante, al ver que el sobrero no ofrecía posibilidades, optó por no extender su faena.

Juan Ortega se presentó con el segundo toro, que mostró una calidad notable en los primeros tercios, pero que se desinfló rápidamente. Ortega no desaprovechó la oportunidad de conectar con el público, realizando un quite por gaoneras que levantó los olés de los tendidos. Su faena incluyó momentos de gran estética y toreo de cintura quebrada, aunque el toro no cumplió con las expectativas. A pesar de esto, Ortega logró dos orejas al final de su actuación con el quinto toro, que, aunque carecía de empuje, le permitió demostrar su capacidad técnica y artística.

Pablo Aguado tomó el lugar de Manzanares y se enfrentó al tercer toro, que fue devuelto por blando y sustituido por uno de Cuvillo. Aguado, con un estilo elegante, centró su actuación en el pitón izquierdo del toro, mostrando verticalidad y gracia. Su faena culminó con una estocada caída, que le valió una oreja. En su segundo toro, Aguado ofreció un trasteo que incluyó momentos destacados, como trincherazos y series bien ejecutadas. Su actuación culminó con un espadazo contundente que le abrió las puertas de la gloria, saliendo por la puerta grande junto a Juan Ortega.

 

Escribir un comentario

Código de seguridad
Refescar