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03 Sep 2012 |
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Un desastre electoral en el País Vasco y Galicia daría mucha fuerza al sector crítico del partidoRubalcaba acaba de volver de vacaciones y se ha encontrado con una auténtica patata caliente sobre la mesa: la doble convocatoria de elecciones en País Vasco y Galicia y la apertura de un debate abierto entre sus militantes sobre el modelo de oposición del partido. Y es que el líder del PSOE no acaba de encontrarse a gusto en la oposición. Las encuestas le mantienen como uno de los políticos menos valorados, por detrás incluso de Rajoy, y eso en medio del descrédito absoluto al que las decisiones del Presidente están llevando al PP. El PSOE no arranca y puede perder una oportunidad histórica de deshacerse del centro derecha, oportunidad que, si no aprovechan pronto, puede pasar. Los socialistas, que salieron muy poco reforzados del último Congreso, debido a como se produjo, han cambiado sus posicionamientos desde entonces, y, si bien la corriente de Rubalcaba ganó la Secretaría General, casi todos sus candidatos perdieron las Regionales, por lo que el poder real de Rubalcaba dentro del partido está profundamente mermado. Así las cosas, Rubalcaba se enfrenta a una reválida que no va a tener nada fácil: necesita mejorar sus resultados tanto en el País Vasco como en Galicia, para acallar a los, cada vez más numerosos, críticos, y para ello ha iniciado una extraña campaña que muchos no entienden: el pasado domingo, en Rodiezmo, el mismísimo Alfonso Guerra se posicionaba en contra de la salida de la cárcel de Bolinaga, dinamitando un posible pacto de gobierno con Bildu que permitiese al partido salvar los muebles a pesar del descalabro. Y en Galicia, más de lo mismo: sin un Prestige con el que operar, los socialistas comprueban como es el BNG el que crece en intención de voto mientras ellos se estancan. Y es que Rubalcaba se la juega: si los resultados son catastróficos, y todas las encuestas van en esa dirección, el socialista verá crecer la oposición interna, en la que dos nombres destacan sobre los demás: Carmen Chacón y Tomás Gómez serían los encargados de coger un partido listo para la refundación. |