Otra fiesta terminó de forma polémica, aunque la organización se encargó de censurar casi todas las conversaciones al respecto

Esta noche toca debate, y todo apunta a que no se centrará en lo ocurrido dentro de la casa, básicamente, porque, otra vez, han pasado cosas que no pueden emitirse (ni permitirse, pero esa es otra historia). La fiesta del martes terminaba con todos mucho más borrachos de lo habitual, y eso tuvo consecuencias. Así las cosas, el debate anuncia que hoy comenzará “algo que los fans llevan mucho tiempo esperando”, frase que ha recuperado las esperanzas de una repesca de concursantes. Y es que, después de lo ocurrido el martes, es evidente que hay habitantes en esa casa que no deberían estar ahí ni un segundo más, y menos, con alcohol.

La noche del martes dejó momentos muy importantes para la convivencia, aunque sólo podamos intuirlo, ya que la productora optó por la táctica del avestruz al comprobar como la fiesta se les volvía a ir de las manos: esconder la cabeza (cortar la emisión) como si no estuviese pasando nada. El problema está en que sí pasó, y mucho, aunque tengamos que intuirlo, en lugar de saberlo a ciencia cierta.

Comenzamos con lo más light: el alcohol, sin nada en el estómago, cambió mucho las alianzas de juego, aunque lo más probable es que sea un juego puntual, sin más importancia. Así, pudimos ver como amigas de toda la vida a Argi y Desi conversando animadamente (me encantaría que el final de la trama del maquillaje fuera una Desi amiguísima de Argi devolviéndole las pinturas a la vasca, y diciéndole que se las había quitado para que cambiase de actitud, como ya hizo con Anabel); a Carlos tonteando en el jacuzzi con Saray, mientras Yessica hacía lo propio con Iván (esta trama seguro la vemos en el debate para intentar vender algo entre Saray e Iván); Yessi poniendo de vuelta y media a Adrián (al día siguiente continuó con ello); y a Gonzalo intentando besar a Argi (el alcohol no es precisamente amigo de las estrategias montadas para intentar ganarse al público, y hace aflorar los verdaderos sentimientos).

Pero vamos a continuar donde lo dejamos: Kris lloraba por la nominación de Yessica sintiendo que estaba perdiendo el control de la casa. El disgusto le duró poco, justo lo que tardaron los gemelos en regalarle la oreja afirmando que es su favorito (ya veremos que ocurre cuando le nominen, si el programa lo permite), mientras Sonia se desahogaba con Nacho sobre la despedida de Igor.

La noche fue avanzando y el alcohol desapareciendo perjudicando seriamente a casi todos los concursantes. La que peor terminó fue Susana (insisto, son conjeturas a partir de lo que dejaron ver, ya que, cuando la cosa empezó a pasarse de la raya, la censura llegó), que se refugió en el bañó, presumiblemente, para vomitar. Con ella estuvo Argi, y, al parecer, en un momento determinado llegó Gonzalo. Susana pidió a Argi que echase al gemelo, lo que sentó fatal a un Gonzalo que volvió a mostrar muy malas formas con la vasca. El gemelo se marchó echando humo por las orejas, pero volvió a los pocos minutos cuando el estado de Argi obligó a sus compañeros a meterla en la ducha. A partir de aquí todo es nebuloso, aunque la única imagen que dejó ver, entre corte y corte, la realización augura lo peor: Susana, totalmente dormida en su cama mientras Gonzalo, pegado a ella, le acariciaba la espalda. A la mañana siguiente no era solo un gemelo el que rodeaba a la murciana, sino los dos, mientras las conversaciones de sus compañeros repetían que lo ocurrido es lo más fuerte que ha pasado en la edición, y dando por hecho que no volverá a entrar ninguna gota de alcohol (espero que sea cierto).

La interfecta no podrá contarnos que ocurrió en las horas perdidas, ya que a la mañana siguiente no se acordaba de nada, mientras que los otros dos implicados tampoco parecen tener la menor intención de soltar prenda. Saray daba la clave en una conversación matutina: “a todos los que iban medio perjudicados se les pasó de golpe para ayudar a Susana” (creo que el programa debería emitir las imágenes y tomar las decisiones pertinentes, porque los rumores y especulaciones son muchos). Los gemelos, por el contrario, estaban muy serios, hasta que la murciana les dijo que no se acordaba de lo sucedido.

El día pasó poco a poco sin demasiado movimiento dentro de la casa, hasta que los gritos del exterior subieron de nivel, pasando directamente al insulto de los concursantes. Los nuevos gritos desestabilizaron bastante poco la casa, que ya se está acostumbrando a no caer bien a todo el mundo, y la tarde terminaba con una noticia que no les hizo la menor gracia: el jacuzzi se clausura hasta nueva orden ya que parece que la fiesta también le afectó considerablemente.

Hoy que tengo espacio voy a responder a uno de los mensajes que habéis dejado en los comentarios. Me preguntábais por los rumores sobre Gran Hermano Vip 3, un asunto del que ya hablé como un mes, pero que vuelvo a explicaros con todo lujo de detalles: como ya sabéis, esta edición de Gran Hermano estuvo a punto de cancelarse, debido a no alcanzar la audiencia estipulada por Telecinco como mínima para mantener el juego. En esos días en que todo el mundo, salvo la productora, daba por hecho que Gran Hermano terminaría antes de tiempo, Telecinco comenzó a preparar el terreno para poner en marcha otro programa que ocupase el hueco publicitario de GH hasta la primera semana de junio. Este formato, que llegó a estar en fase de preproducción y en negociación con los futuros concursantes, se planteaba como una especie de Reencuentro que comenzaría en la última semana de abril y con una duración de mes y medio, en el que tendrían que convivir famosos con cuentas pendientes, pero no relacionados solo con reallities. El primer nombre del que se habló fue el de Nacho Polo, que volvería a convivir en la casa (de Guadalix, ya que sería la misma productora de Gran Hermano) con su ex Víctor Sandoval. El resurgir de Gran Hermano (con la trama de Igor y Miriam), congeló el nuevo programa, dejándolo en el cajón de los formatos descartados, aunque Telecinco podría retomarlo en septiembre si La Voz 2 no alcanza los resultados esperados (Gran Hermano, salvo hundimiento total de audiencias, está salvado hasta la primera semana de junio).

Y volviendo al Debate de esta noche, la frase sibilina del programa ha provocado especulaciones. Tal vez no sea la repesca, sino el intercambio, o la entrada de Álvaro lo que se anuncie esta misma noche. En cualquier caso, deberá ser algo lo suficientemente interesante como para que el público regrese a un programa que, a partir del lunes, con la final de Splash, comienza su verdadera guerra, contra el Águila Roja de la 1. Por cierto, si el primer enfrentamiento con la serie provoca una auténtica debacle de audiencia, Telecinco podría intentar enfrentar Gran Hermano con MasterChef, el programa de cocina que ha conseguido hacer líder a TVE con entretenimiento por primera vez desde Operación Triunfo.