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15 Ago 2013 |
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El programa, por primera vez, toma medidas disciplinarias ante el último escándalo del CampamentoPoco a poco la productora del Campamento de Verano va aprendiendo a tomar las únicas decisiones posibles ante determinados comportamientos, y por eso anoche expulsaba de forma disciplinaria a David Pedre tras su polémico pregón en Mombeltrán. Y es que el concursante tuvo una indefinible salida de tono durante la participación en el inicio de las Fiestas de San Roque de la localidad en que está ubicado el Campamento. Resumido (el vídeo, colgado por Ávilared en su portal de Youtube, podéis verlo justo al final de este post), los concursantes fueron elegidos para dar el pregón de las Fiestas que se celebran en el pueblo con motivo de la festividad de San Roque, y, desde el balcón del Ayuntamiento, leyeron el pregón que habían escrito Karmele, Pedre y Jeyko. Pero el gallego optó por saltarse el guión, y soltó un importante exabrupto durante su participación, “Volveré para ver vuestro castillo y me follaré a tus mujeres”, que provocó estupor entre sus compañeros, y abucheos en la Plaza, si bien el alcalde no dudó en reírse con el exabrupto, mientras que la cara de Toya es un poema y Olvido sonríe malévolamente. La cara del Sargento Alonso no deja lugar a dudas de lo que estaba ocurriendo también por dentro de los responsables del programa, que, en esta ocasión, y por primera vez desde el comienzo del programa, decidieron tomar medidas antes de que la cosa fuese a mayores, y lo hicieron haciendo exactamente lo que deberían haber hecho con la agresividad de Esteban, las amenazas de Gaby y Jeyko, o el empujón de Mónica Pont: expulsión disciplinaria para intentar demostrar a los responsables del boicot que el programa toma medidas cuando la situación se sale de madre. Y es que ayer la situación en torno a la campaña de Hazte Oír subió, y mucho, de nivel. Coca Cola, tras anunciar el día anterior que no iba a secundar el boicot, se convertía en objeto de ataque por parte de Hazte Oír, que preguntaba a la compañía (por cierto, utilizando un discurso de su presidente en España), por su posición ante las agresiones, la humillación y la desigualdad. Eso sí, la empresa de bebidas conseguía publicidad gratuita tanto en Sálvame como en el propio Campamento, donde los colaboradores no dudaron en mostrar latas de la bebida, probablemente para evitar que la empresa se marche si el boicot se traslada desde las pantallas del programa hasta los mostradores de los supermercados. Y es que las razones por las que una empresa se suma a este tipo de boicots no suele tener relación con la defensa de valores, o con la búsqueda de publicidad gratuita, sino que tienen un fin mucho más plausible: el posible coste de imagen que puede tener apoyar comportamientos criticados por una parte importante de la sociedad, ante lo que optan por, de forma preventiva, alejarse del programa polémico. Hace unos cuantos días os hablaba del caso de Burguer King, que, tras ser criticado por ser el primero en volver al redil de La Noria, se convirtió también en el primero en secundar el boicot contra el Campamento, tal vez tras comprobar el efecto que tuvo el primer boicot sobre su cuenta de resultados. Todas estas grandes empresas cotizan en bolsa, y eso significa que su valor puede subir o bajar por asuntos tan mundanos como éstos, moviéndose cantidades indecentes de dinero en una dirección o en otra. Por ejemplo, Coca Cola cerraba ayer la jornada en la Bolsa de Nueva York con una caída superior al 1%, y eso que la Bolsa de Madrid estaba cerrada al ser fiesta. Volviendo al caso que nos ocupa, la decisión del programa, por primera vez desde el comienzo del mismo, fue la correcta: la salida del concursante antes de que el escándalo saltase a la luz pública (el pregón se celebraba el miércoles por la noche). Al margen de la última polémica del Campamento (por algo el subtitulo del programa es eso de “nunca un campamento dará tanto de que hablar”), el programa continuaba con otra agresión, aunque ésta totalmente accidental. Jugando en la finca de Toya, Mónica Pont tiró un vaso (no solo su contenido) a Jacobo Ostos haciéndole una pequeña brecha en la frente (visto lo visto, Víctor Sandoval debe dar gracias por haber escapado sólo un poco mojado). La Pont se convertía, tras la salida de Pedre, en la protagonista absoluta de la primera parte de la gala (probablemente, para intentar darle la vuelta a unas votaciones en las que la actriz ganaba por goleada). Además de su segundo indhirazo, el programa ofrecía unas imágenes de la cena del lunes en que la catalana estaba muy “contenta” y arremetía contra Montalvo. Eso sí, su madre afirmaba que la chica no bebe. Mónica también protagonizaba otra de las polémicas de la noche, al descubrirse que es amiga íntima de la directora del programa (no pienso hacer ningún comentario al respecto). Tras Mónica tocaba abrir carpetas, y ya que nos la hay dentro del programa, las traemos desde fuera. La ex de Jacobo y la ex de Esteban se encontraban en el plató (probablemente no será el único encuentro que tengan), para hablar de todo lo que tienen en común: su relación con el hijo de Jaime Ostos y sus ansias de tele. Sin sorpresas, y con un 73% de los votos, Mónica Pont se marchaba (Sandoval ya la está esperando en el plató del Deluxe), tras el vaticinio de un vidente que hizo pleno: le dijo a la Pont que se iba a la calle, y a Pedre que no iba a ganar el concurso. Sin embargo de su expulsión lo más destacable es la frase de su madre para explicarlo: “es alta, guapa y buena persona” (¿por qué no proponen a Teresa como concursante?. Sería genial que se enfadase e insultase en catalán a sus compañeros). Volviendo al vidente, también pronosticó que la relación de Esteban con Carmen no dudará demasiado (después de lo ocurrido en el Deluxe no me extraña nada), y que su vida cambiará dentro de año y medio. A Carmen no le hacía ninguna gracia lo que oyó, y mucho menos tras entrar por teléfono Gaby, que la saludaba muy afectuosamente: “Hola, cielo” (si es que dicen que el roce hace el cariño, y nada une más que un buen montaje). Gaby anunciaba que esta noche será la protagonista del PoliDeluxe, tras poner firme a Carmen, y dejando a Esteban con una cara que no dejaba lugar a dudas de lo que puede decir Conchita.... El hueco dejado por Pedre ya tiene muchos pretendientes: Toya, que declinaba convertirse en concursante; Modesto, que sigue pidiendo volver (Desi seguro que también); y Teresa, la polémica madre de Mónica Pont, y personaje revelación del programa. Volviendo al pregón, el programa emitió algunas de las partes, si bien omitió todas las referentes a la participación de Pedre (lo que debería haber omitido es a Montalvo cantando. ¡Boicot al programa por permitirlo!). Por cierto, el momento musical provocó la vergüenza ajena del Sargento, que no sabía donde meterse mientras sus concursantes interpretaban la canción del verano (no lo es, pero con el poco movimiento que hay en la industria musical, todo se andará). La noche continuaba con la prueba de la inmunidad, en que hicieron comer a los concursantes de un plato de nata (la prueba se parece sospechosamente a la que ganaba Karmele hace años en su Supervivientes, si bien aquella vez eran espaguetis). Precisamente Karmele se convertía en la gran protagonista de la prueba al convertirse en la Señora Doubtfire de Robin Williams con la cara llena de nata. Obviamente, la prueba tenía truco, ya que el plato pesaba prácticamente el total que permitía la prueba, por lo que ganaría el que más comiese: Noemí y Yeyko se convertían en candidatos a la inmunidad y, una vez más, el “puppet master” movió sus hilos tanto dentro como fuera para salvar a un Jeyko que, y lo sabe, está en la calle en el momento en que salga nominado. Noe, así, no dará descanso a sus noemistas durante la semana, que volverán a controlar la expulsión. Mónica entraba en plató a la una y media de la madrugada (Pedre debió quedarse en el pueblo cumpliendo lo prometido), y lo hacía dispuesta a montar el show: peleas con Noemí y Montalvo en el juego, y con Rosa Benito y Belén Rodríguez en el plató; contar el caché de Montalvo por una entrevista sobre Rosa; explicar la historia del tótem misterioso; y poner a los pies de los caballos a su amiga, la directora del programa. Al final de la noche, y tras salvar a Karmele, el programa decidía que la próxima expulsada sea Olvido Hormigos (los otros dos nominados son Montalvo y Noemí), que se ha convertido en el gran bluff del programa. Siendo la que más cobraba, no ha dado en absoluto el juego esperado, y eso que oportunidades no le han faltado.
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