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13 Ago 2013 |
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El Campamento vivió un Martes y 13 para no olvidarLa trezidavomartiofobia (gracias, Wikipedia) es el nombre científico que recibe la superstición de que el Martes y 13 es un día de mala suerte, y los responsables del Campamento de Verano se van a convertir en trezidavomartiófobos, pues el día de ayer fue para no olvidar: se despertaron con una terrible noticia en forma de audiencia, a media mañana descubrían que Hazte Oír estaba visitando a los anunciantes para que retirasen su publicidad, a las dos el CAC anunciaba la apertura de una investigación sobre el Noemigate; a las cuatro, Mutua Madrileña hacía público que se retiraba del programa sumándose al boicot; y a las siete, un juzgado de Valencia hacía pública la presentación de una denuncia contra concursantes y colaboradores de Sálvame por parte de Lucía Etxebarría. Vamos poco a poco, que hay mucha tela que cortar. Ayer os contaba que la Gala no pasaría a la historia por los contenidos, pero tal vez sí por la audiencia, y así fue: con una media por debajo del 14% de share la Noche de los Exploradores se convirtió en la emisión menos vista del Campamento, y es que la ausencia de pesos pesados, como Lucía o Víctor Sandoval, está pasando factura. Esperemos que la nueva trama de la galleta, y la división en grupos que ha provocado (y de la que hablo dentro de un rato), resucite el interés por el programa. Como os contaba en el post exprés que publicaba ayer por la tarde, Hazte Oír se hizo presente ayer en las sedes de algunas de las empresas que se anuncian en el programa con la intención de entregarles las 30.000 firmas conseguidas durante la primera semana después de la ducha de chocolate de Noemí, y se marchaban de una de las sedes con una noticia bomba: Mutua Madrileña dio órdenes a Telecinco de retirar su publicidad del espacio el pasado miércoles tras la emisión de la polémica ducha, aunque no lo hubiesen hecho público. Sin embargo, Hazte Oír no son los únicos que están detrás del programa. El CAC, Consejo Audiovisual catalán informaba de que había abierto una investigación sobre el programa para dilucidar si hubiera podido haber vulneraciones de la Ley de Igualdad, tras recibir múltiples quejas durante la última semana. Como las desgracias nunca vienen solas, por la tarde era otro polémico asunto el que saltaba a los medios de comunicación: el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana informaba de la presentación en el Juzgado número tres de Villajoyosa de una denuncia por la presunta comisión de delitos de amenazas e injurias contra concursantes de Campamento de Verano y colaboradores de Sálvame por parte de Lucía Etxebarría. Según informaba el Tribunal, el juzgado en cuestión ha decidido inhibirse y enviar el caso a Ávila, competente al haberse producido los hechos en la Sierra de Gredos. Todo apunta a que esta denuncia es la que se comentó hace tres semanas en Sálvame que habría interpuesto Lucía contra Gaby, Jeyko y algunos colaboradores de Sálvame tras lo ocurrido después de su salida. Y al margen de polémicas, boicots y denuncias, el programa continuaba con una Última Hora en la que el programa no tuvo más remedio que reinventarse a sí mismo. Si algo caracteriza a un reallity de famosos con respecto a uno de anónimos es que se convierte en un concurso de popularidad, en el que todos los concursantes intentan mantener su imagen pública y los más conocidos tienen todas las papeletas para la victoria. Sin embargo el Campamento, al haberse deshecho de todos los concursantes medio conocidos, se ha convertido en una especie de Gran Hermano de ex concursantes de otros reallities que van a jugar porque no tienen ninguna imagen pública que mantener. Por eso, en el juego se han creado dos grupos, uno liderado por Montalvo y formado por Noemí y Pedre (luego hablo de Pedre y de su negro futuro en el concurso); y otro, comandado por Mónica y Olvido, y al que pertenecen todos los demás. Así, los concursantes toman posiciones en torno a una guerra abierta iniciada por el asunto de la galleta, y que será decisiva a la hora de decidir el final del juego. Recapitulemos toda la historia: los concursantes, en broma, robaron comida del campamento, por lo que fueron castigados a estar tres días a pan y agua; durante ese tiempo Noemí introdujo galletas en una de las cabañas donde estaban los concursantes para que comiesen; Noemi, descubierta, fue castigada a pasar tres días a pan y agua y a ducharse con chocolate; Montalvo, elegido por Noe para hacer surf, se convierte en enemigo del grupo, que le consideran un estratega; durante una gala, Jacobo, Montalvo y Mónica se acusan de haber comido galletas, lo que desata la guerra entre los concursantes. De tal forma que los dos grupos se encuentran cada vez más enfrentados y con una deserción que puede costar caro al traidor: Pedre afirmaba públicamente que no se fiaba de Noe pero sí del resto del grupo (en descargo del gallego hay que decir que este cambio de actitud es consecuencia de una descarada manipulación por parte de una Olvido Hormigos más política que nunca). La decisión de Pedre tendrá, insisto, consecuencias a medio plazo, y es que el concursante se considera muy seguro al ser salvado semana tras semana, sin entender cual es la razón de esa salvación. Tras la ducha de chocolate, el programa, además de enfadar a asociaciones, consiguió despertar a las noemistas, plataforma poderosa que ya determinó el futuro de Gran Hermano 12+1, y que ahora hace lo propio con el Campamento. Ellas son las únicas responsables de la salvación de Pedre el pasado lunes (el público pasa del programa tras la salida de Víctor Sandoval), y ellas serán las que pongan en la calle a Mónica Pont mañana mismo. Sin su apoyo es muy probable que Pedre no se hubiera salvado en la última Noche de los Exploradores, ya que sus polémicos gritos a Olvido, o reconocimiento de que todo su comportamiento obedece a un papel, le han puesto en la picota del público. Ahora, todo apunta a que Montalvo y Noemí serán finalistas del juego junto a un tercero no identificado (tal vez Jeyko, desaparecido tras la salida de Gaby), y tras la eliminación de todos y cada uno de los integrantes del maxi-grupo. Además de mostrar la nueva lucha de poder, que se resolverá el jueves, el programa sirvió para ver la entrada de la ex de Jacobo (que reconocía sentir envidia de lo ocurrido con Esteban); anunciar que tres de los exploradores, Jeyko, Karmele y Pedre, serán pregoneros de las Fiestas del pueblo en que está el Campamento; y la aparición de un vidente encargado de echar las cartas a los concursantes (yo le pediría que se las echase al propio programa, porque ése sí tiene un futuro más negro que el de Rajoy).
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