El “última hora” lastra la noche de Telecinco y aleja la posibilidad de ganar el mes de agosto

Esta noche toca gala de Campamento de Verano, una gala en la que Olvido Hormigos o José Montalvo abandonarán su papel de exploradores para estrenar otro como invitados al Deluxe de mañana, y en la que Pocholo mostrará a los concursantes a meditar. Y una gala, además, que, vistos los resultados, puede ser el comienzo del fin del concurso.

Y es que tras la salida de Lucía Etxebarría y Víctor Sandoval el programa ha ido cuesta abajo y sin frenos, tanto en audiencia como en repercusión mediática. Lo único que salvaba los muebles era la facturación publicitaria, que se ha hundido tras el boicot de Hazte Oír. De echo, ni siquiera el programa consigue, salvo para el Deluxe, la tan codiciada retroalimentación. Así las cosas, el programa que debía conseguir hacer ganador a Telecinco del mes de agosto puede ser el único responsable de la victoria más abultada de Antena 3 en lo que llevamos de año, ya que, a falta de una semana para terminar el mes, la cadena triste saca a la pantalla amiga cinco décimas, a las que hay que sumar el retorno de la Fórmula Uno dentro de unos días.

Por el contrario Telecinco tiene serios problemas para articular una programación en la que sólo hay un programa que destaque de forma clara y evidente sobre toda la parrilla: Sálvame, que acumula minutos de oro diarios, a pesar de emitirse en plena tarde, y que ha encontrado en Paz Padilla una maestra de ceremonias capaz de opacar, y mucho, al titular.

Y es que la llegada de nuevos colaboradores habituales capaces de generar polémicas y contenidos ha vuelto a subir el coste de la silla, lo que siempre desemboca en ataques de todo tipo que tiran hacia arriba de la audiencia. Además, y no hay que olvidarlo, dentro de tres semanas regresa “La princesa del pueblo”, con lo que la guerra se encarnizará más en los próximos días.

Y mientras Sálvame vive sus días dorados, el Deluxe también se afianza, precisamente por haberse convertido en un Campamento Deluxe, capaz de rentabilizar el reallity mucho más que el programa oficial, cada vez más hundido en audiencias, e incapaz de subir con la entrada de Sonia Monroy y Pocholo (el martes, de hecho, el última hora lastró CSI hasta llevarle a cifras imposibles de entender en la serie que plantó cara a Operación Triunfo). Así las cosas, el futuro del programa está marcado, y no creo que la cadena vaya a permitirle continuar mucho más allá de la segunda semana de septiembre, si acaso, con lo que la mecánica no va a tener más remedio que comenzar a aligerarse desde esta misma noche.

La salida hoy de Olvido Hormigos será el punto de partida de la recta final del programa, en la que podemos vivir una de las nominaciones más interesantes de la edición, si se atreven a quitarse de una vez las caretas los concursantes: Noemí contra Montalvo y Esteban. Los tres tienen apoyos, con lo que la guerra podría dar una idea real de que grupo de fanáticas acabará controlando el programa, si las noemistas, o las fans de Gandía Shore, poco activas tras ver cómo se está comportando el concursante dentro del Campamento.

Y al margen de la expulsión, hoy sabremos algo más sobre las primeras horas de Pocholo en el concurso, con el cumplimiento de su misión de despertar a los exploradores para enseñarles meditación a las siete de la mañana, y los consecuentes roces que provoque; y se darán más datos sobre la bomba que insinuó Gaby en el programa del pasado lunes, cuando dejó caer que habría tenido más que palabras con Labrador, concursante también del reallity de MTV (la carrera de esta chica es imparable).