Splash se va de vacaciones de Semana Santa y deja respirar al programa

Hoy comenzamos este repaso a todo lo que sucede en torno a Gran Hermano con una buena noticia: Splash, el concurso de saltos que a puesto contra las cuerdas al formato de telerrealidad más longevo de España, se va de vacaciones de Semana Santa, y el próximo lunes no se emitirá, dejando su lugar a una peculiar versión de la Biblia. La estrategia del concurso de saltos, decidida ayer, aunque ya se venía barruntando desde el día anterior, es dejar pasar una semana de mucho menor consumo televisivo (Antena 3 ya da por sentenciado el mes gracias al Gran Premio de Fórmula Uno que falta por emitir en marzo) para que pase el vendaval que ha provocado en el juego el llamado #TongoSplash, es decir, la más que polémica eliminación de Natalia para salvar a una Romina Belluscio que va en pack con Guti. La decisión del programa, que incendió las redes sociales, y que acabó con todos los elementos que distinguían al formato del de Telecinco, está teniendo repercusión en la imagen del programa, y desde la cadena se prevé una caída importante de audiencia en la próxima gala como respuesta. Caída de audiencia que puede suponer un final precipitado para la gran apuesta de la temporada en Antena 3.

Splash se marcha para coger impulso de cara a la nueva guerra que se librará los lunes desde el 1 de abril: el fútbol, los trampolines y, unas semanas después, Águila Roja, amenazan con convertir la noche en una auténtica locura para los audímetros, locura en la que esperamos que también esté Gran Hermano (la esperanza es lo último que se pierde).

De todas formas, y a la espera de que llegue el April´s Fool, Gran Hermano vive esta noche un nuevo Debate en Telecinco, debate del que no se ha filtrado ningún contenido (espero que eso no signifique que ya han tirado la toalla), y que amenaza con centrarse en las múltiples carpetas que pululan por la casa (verbi gratia, Kris-Sonia; Noe-Juan Carlos-Raki; Argi-Igor-Miriam; Argi-Gonzalo-Susana; y, por qué no, Desi-Adrián).

Y es que, otra cosa no (peleas, grupos, estrategias…), pero lo que es carpetas, nos estamos hartando.  Como diría la Milá, vamos con ello. Sonia- Kris, tras la pelea de anoche (propiciada por el alcohol y la versión distorsionada de la realidad que han introducido en la cabeza del Pelocho los dos gemelos sevillanos), la pareja más consolidada de la edición se reconciliaba y terminaba en la cama (por supuesto, durmiendo ¿Qué otra cosa van a hacer?). Es más, la canaria enseñaba al madrileño a controlar sus impulsos sexuales al más puro estilo zen (algo me dice que en ese momento más de uno de los responsables del programa quiso ir a la casa con un megáfono para que el chico no le hiciera caso), y lo cierto es que lo consiguió a medias. Terminaron durmiendo juntitos, pero no revueltos.

Algo similar está pasando con Miriam e Igor. Tanto uno como la otra se han dado cuenta del peligroso juego al que están jugando, y han decidido poner tierra de por medio (lo que permite convivir en una casa de pocos metros cuadrados con otras nueve personas), sobre todo, porque el sábado es el aniversario de Miriam y Miguel, y esperan que el chico entre en la casa (en concreto Miriam está deseando presentarle a Igor. No tengo muy claro que a su Mike le haga la misma gracia conocerlo). Así las cosas, y ya que  no puede dar juego entre las sábanas, Miriam ha heredado el hueco de Noe como correveidile oficial de la casa. Ayer estuvo contando lo que había hablado con Juan Carlos en relación a las nominaciones (en honor a la verdad hay que decir que esa actitud meticona de la de Alicante propició que el madrileño hiciera las paces con Miriam y Sonia, y les perdonase la nominación).

Juan Carlos es uno de los vértices de uno de los triángulos más interesantes de la casa. Su relación con Raki (que ayer dio un giro radical cuando la de Barcelona se dio cuenta de los estragos que podía hacer en ella una noche de fiesta loca. No pienso reproducir aquí lo que la chica afirmó dentro de la casa que pensaba que había sucedido realmente con su bebida, pero podéis buscarlo en Twitter) y Noe puede evolucionar en todas las direcciones posibles. Ayer, como decía, Raki y Juan Carlos estuvieron mucho más lejos después de que el madrileño dedicase su mensaje de la primavera a otra carpeta que dábamos por olvidada: Susana.

Raki no pareció tomarse muy bien la decisión del futbolista, que se escudaba en que elegía a la de Murcia para pedirla perdón por la nominación. Raki pasó todo el día mal y acordándose de su chico (del que circulan por ahí fotos), del que afirmaba que nunca participará en este programa. La de Barcelona, además, tuvo otro momento nostálgico cuando el programa le metió más ropa (es algo habitual en el concurso cuando el habitante ha entrado con poco vestuario, y repite mucho la imagen transmitida. No hay que olvidar que esto es un programa de emisión 24 horas, y, si no hay variaciones perceptibles en vestuarios, looks, peinados y decoración de la casa, el público tiende a aburrirse).

Raki se puso a llorar al comprobar cómo gran parte de la ropa estaba recién comprada, y pensó que eso solo podía significar que algo iba mal fuera (probablemente la verdadera razón sea que la ropa que usaba la chica fuera de la casa no es apta para la televisión, bien porque lleve marcas visibles a través de las cámaras,  publicidad descarada, o produzca el llamado efecto moiré en la imagen, pero como en esa casa la percepción de la realidad está muy mediatizada, no es de extrañar que lo interpretase como una señal del exterior).

Tampoco sentó muy bien la decisión del madrileño a Noe, que dijo claramente que debería haberla escogido a ella, pues es con la que más relación ha tenido dentro de la casa. Noe, además, informaba de que su padre y Pichu intentarán evitar que salga de la casa (hasta cierto punto, este año es bastante más sencillo, ya que el escaso número de votos recibidos para expulsar hace que cualquier plataforma con un poco de organización pueda manipular las expulsiones y dar un giro a las encuestas) movilizando a sus amigos.

Susana también se ha convertido en el centro de otro triángulo al que se pueden sumar más vértices: en medio de la fiesta el gemelo afirmaba que le gustaba Susana, y que iba a ir a por ella. La confesión se la hacía a Pelocho, pero poco tardaba en llegar a oídos de Argi. La vasca, que también descubrió que Gonzalo, con unas cuantas copas de más, se había ido de la lengua sobre su relación en el exterior (en seguida os cuento todo lo que se está diciendo de ella, que es mucho), y su condición de virgen, se enfadó mucho con el gemelo, que teme, pueda hacer daño a su amiga (la capacidad de Susana para atraer personas interesadas es algo digno de estudiarse).

Argi y Gonzalo discutieron durante la noche y pasaron de morros todo el día siguiente, dejando las cosas en una ruptura en toda regla. Y es que, todo apunta a que la relación entre estos dos concursantes es mucho más íntima de lo que quieren vendernos. Recordemos que la versión oficial hablaba de una noche loca en Benidorm en la que solo hubo besos (que curioso; me recuerda a las explicaciones que dan los tronistas de MYHYV antes de escucharse una confidencia). Pero el gemelo comenzó a dar pistas afirmando que desde esa noche se mensajea constantemente con la chica vasca. Gonzalo afirmaba que habían mantenido un ciber noviazgo a través de Whats App durante más de dos años (tal vez por eso estaba tan contento al ver aparecer el Line en la casa) en el que él “le prometió el oro y el moro”, según su versión.

Insisto en que esta es la versión 2.0 de lo que han querido contar en la casa, porque Gonzalo cometió la indiscreción de dejar un comentario en el vídeo de presentación de Argi colgado en la web de Telecinco, un vídeo en el que, de forma muy ambigua, puede dar a entender más cosas: “Argi!!!!! enserio??? quesepas que no voy a permitir que Gh cambie nuestra relacion yque por ti sabes que mimiedo a los aviones es capaz de desaparecer, te quiero yrealmente tengo los pelos depunta aun! Nos vemos pronto gorda ;)”, explicaba el gemelo. Gonzalo habla de una relación con la concursante, le dice “te quiero”, y, esta es la clave, dice “Nos vemos pronto”, (recordemos que oficialmente no se habían visto desde dos años antes, por lo que esa frase puede significar que, o bien, se ven mucho más a menudo de lo habitual, o bien, me temo que es más probable, ambos sabían perfectamente que se iban a encontrar en la casa de Gran Hermano. ¿Cómo era eso que decía Mercedes Milá el lunes pasado de “no soporto las mentiras”?).

Polémicas al margen, decía que el triángulo puede sumar vértices, y es que, al retorno de Juan Carlos (al que ya dábamos por descartado en esta historia), hay que sumar la sorprendente confesión de Susana: “a mí el que me gusta es el otro gemelo, Carlos. Me parece más maduro”, soltaba la de Murcia, tras afirmar que le recordaba a Dani.

Y es que el espíritu del DJ más polémico que nunca ha entrado a Gran Hermano (un saludo, Kiko Rivera) sigue en la casa, y ayer se manifestaba en forma de fotografía y de confesión. Como consecuencia de la prueba semanal, los concursantes tienen que reconstruir fotos de los habitantes de la casa, y, curiosamente, a Susana solo le aparecen fragmentos de fotos del DJ. El resto de la casa bromea con que está obsesionada con Dani mientras ella se resigna, y le echa de menos. La confesión podría dar mucho juego en el debate de esta noche, de no ser porque el DJ está fuera del programa a todos los efectos: Susana confesaba que Dani le había asegurado que había hecho edredoning en el jacuzzi con Eva justo antes de que se fuera de la casa (si ya era un secreto a voces, ¿por qué seguir escondiéndolo?), escandalizando a sus compañeros, y demostrando que sí hay sexo en esta edición de Gran Hermano.

Seguimos con Dani, que sigue tran presente como si no se hubiera ido. Raki volvía a recuperar las sospechas sobre si el chico era un topo del programa, ya que sabía cosas que no se habían contado en la casa, pero sí en los casting. (El juego del topo ya dio mucho de qué hablar en los primeros días, pero probablemente la explicación de por qué Dani tenía información privilegiada haya que buscarla en su red de contactos. El DJ, muy relacionado con el mundo de la televisión, y con amigos importantes en la productora de Pablo Motos, podría haber tenido acceso a algunos de los perfiles que se estaban barajando para entrar en la casa, lo que, por cierto, le daba una ventaja competitiva muy importante de cara a sus rivales).

Sin embargo, el DJ no es el único que tuvo relación con la productora de El Hormiguero: según explicaba Kristian, en un nuevo capítulo de las misteriosas conexiones entre concursantes, y de estos con el mundo de la tele, le ofrecieron doscientos euros por raparse en directo en el programa. El Pelocho decía que no aceptó la oferta, aunque a partir de cinco mil empezaría a pensárselo (una vez más queda claro que los concursantes son personas íntegras y de valores y creencias firmes).

Terminamos con el carpeteo hablando de la extraña pareja: Desi y Adrián. Los habitantes de la Casa de la Broma se han compenetrado bien (a pesar de que el chico tiene serios problemas para dormir debido a los ronquidos de su compañera), y no tienen problema en cumplir su parte de la prueba: robar a los de la casa grande (la prueba es bastante más fácil cuando el Súper encierra a los concursantes durante los robos), y hacer de voces secretas que transmiten los acertijos a sus compañeros dentro de la prueba semanal.

La prueba, por cierto, les tiene ocupados gran parte del día: por la mañana, y para conseguir que se levanten, se les dice una contraseña indispensable para hacer la prueba del día, y que deben repetir todos ellos en el confesionario. Después deben reconstruir las fotos de sus compañeros de edición a base de trozos idénticos de papel (recuperando el estilo cutre de esta edición, las fotos han sido pasadas por una trituradora de papel, por lo que esos son los trozos que deben reconstruir), y del número de fotos que consigan dependerá el resultado de la prueba.

Además, los concursantes deben responder a los acertijos que les plantean desde la casa pequeña, y desactivar  bombas cada pocas horas. No desactivar la bomba tiene consecuencias: el cierre de la persiana de la cocina. Carlos, uno de los gemelos, ya ha sufrido los efectos, dejando sin comer a sus compañeros, y amenazando, medio en broma, a la dirección con “pasarnos el día durmiendo para que baje la audiencia” (este comentario que, en cualquier otro concursante podría ser inocente, tiene muy mala idea proviniendo de alguien que sabe cómo está funcionando esta edición del programa).

Volviendo a Desi y Adrián, su misión está en peligro, ya que los concursantes, por supuesto, se han dado cuenta de que les falta una hamaca. Lo que ya no es tan fácil es que han llegado a la conclusión de que eso significa que habitantes de otra casa les están robando (solo les falta descubrir que son de Sevilla y dan mucho juego). Eso sí, piensan que con ellos están Edoardo y Dani.