En un último intento desesperado por subir la audiencia, Gran Hermano organiza una tercera fiesta semanal

Señores, no avanzamos. La historia de amor/carpeta entre Kristian y Sonia sigue estancada, y el tiempo para que eclosione se acaba. La decisión del programa de tenerlos separados durante una semana solo ha servido para empeorar las cosas: Sonia se ha dado cuenta de que nunca ha sentido nada por él, y Kristian, sabiéndose favorito y protegido de la organización, ha decidido pasar de la canaria y fijar sus dardos en Susana, que últimamente no deja de apartar moscones.

Enseguida os cuento todo lo que dio de sí la fiesta de la primavera (efectivamente, es la tercera en el plazo de una semana), pero antes vamos a hablar de audiencias. A pesar de ofrecer la gala más potente desde Gran Hermano 11 (triple expulsión, nominaciones, sorpresas, juegos, y la entrada de Desi), la Gala no consiguió cruzar la barrera psicológica del 20% de share, confirmando que esta edición no tiene arreglo posible. La audiencia que, eso sí, les permitió ganar a un Splash que ya tiene el mismo seguimiento que el programa similar de Telecinco, no es suficiente para hacer rentable el formato, y amenaza con precipitar su final. No obstante, los resultados demuestran que el programa sigue en ascenso, pero mucho más despacio de lo que Telecinco está dispuesto a aceptar. El 1 de abril está a la vuelta de la esquina, y a Vasile no le temblará el pulso a la hora de decidir.

Y eso que la Gala lo tuvo todo para hacer una audiencia estratosférica: salida de Dani, Iván y Edo, entrada de Desi (que ya está dando mucho juego soltando perlas cada cinco minutos), y Adrián, y la sorprendente amistad de Igor y Miriam deberían haber sido suficiente para resucitar el formato. Viendo que el barco se hunde, y que los concursantes solo dan juego bajo los efectos del alcohol el programa decidió montar la tercera fiesta semanal, una fiesta en la que hubo aún más alcohol de lo habitual, y que provocó efectos en todas direcciones.

La Fiesta de la Primavera llegaba al día siguiente de la gala para intentar levantar una jornada en la que los concursantes solo durmieron e hicieron la prueba semanal, y provocó auténticos estragos: Raki y Juan Carlos, más juntos que nunca; Igor y Miriam, juntos, pero no revueltos; Kristian y Sonia, ni contigo ni sin ti; y Argi y Noe, poniendo el perejil a todas las salsas.

Vamos por orden: el alcohol  potenció la relación entre Raki y Juan Carlos, una relación que ya se había consolidado la noche anterior, cuando Juan Carlos se refugió en la chica de todos los golpes sufridos durante la gala: expulsión de Iván y Dani, nominado, y puñalada de Sonia. Precisamente fue esto lo que más le dolió (el madrileño olvida que precisamente eso es lo que él hizo a Lorena hace ya unas semanas). En definitiva Juan Carlos está tocado, y Noe no hace más que provocarle para que se enfrente a Sonia.

El enfrentamiento entre los dos fue el causante de la actitud de Sonia durante todo el día: distante, fría y cortante con todos, incluido Kristian, no es tan extraño que el Pelocho se cansase de los desplantes. Pero la mañana comenzaba con la pareja muy juntita en la cama, justo hasta que Kristian rompió el romanticismo y decidió marcharse a su cama porque no podía dormir. No sabemos si como consecuencia, Sonia estuvo de uñas todo el día, hasta que la fiesta hizo estallar los sentimientos: el último desplante de la canaria provocaba el estallido del Pelocho, que declaraba romper con ella y se acercó a Susana mientras no dejaba de soltar bravuconadas al resto de la casa. Un oportuno paso por el confesionario sirvió para cambiar su actitud y volver a acercarse a la canaria, aunque no demasiado.

Seguimos carpeteando: Igor y Miriam, muy distantes durante todo el día (Igor llegó a dormir con Noe para evitar el contacto con la Superviviente), también avanzaban en su relación durante la fiesta. La chica avisaba de que no estaba segura de querer casarse, ante lo que el vasco optó por quitarse de en medio. Ante esto, Miriam no dudó en mandar mensajes a su novio, y terminó teniendo un encontronazo con igor a costa de la nominación de Iván. Igor, sin embargo, no tuvo un mal día: sus compañeros le felicitaron por el día del padre, y hasta le hicieron un bizcocho especial.

Hay más carpetas, como la de Miriam y Raki, que ofrecieron un caliente baile conjunto, o la de Noe y Argi, que van a estar hasta el último día rajando de todos sus compañeros.

Los gemelos ya han comenzado a concursar, y su estrategia está muy clara: hundir la imagen de Kristian para robarle el sitio en el pódium de la edición. Después de haber estado regalándole el oído durante una semana entera, la entrada del Pelocho les ha servido para convertirse en sus escuderos, haciéndole creer que el perfil de Iván gusta a la audiencia (aunque desde fuera pueda parecer reprochable, cada uno juega sus cartas como quiere, y mentir sobre la percepción exterior de los concursantes es un arma más con la que cuentan los que entran desde fuera, aunque ninguno la haya explotado hasta ahora).

Y poco más que contar: Kristian y Carlos atraparon un pájaro que se había colado en la casa (¿premonición de lo que iba a pasar esa misma noche?), Noe volvió a tener sus sueños predictivos, en los que vio una expulsión disciplinaria (esta vez no hace falta que sueñe para saber que la próxima en salir es ella misma). Y es que los aplausos que escuchó tras su nominación dan una pista muy clara de lo que va a suceder el lunes. También  los gemelos, y su nominación, demuestran que la imagen que se está dando fuera de ella no es la mejor. No obstante, Noe lo achaca a su estilo de vida, y no a la vena cotilla que despliega a cada rato. De todas formas, anunciaba que cuando salga donará lo ganado durante estos días a una ONG.

Más cosas: Miriam también sufría los efectos del Lorenzo y adquiría un tono rojizo en la piel al pasar demasiado tiempo al bajo el sol. La chica se enfrentaba, medio en broma  a Igor por una de esas cosas capaces de romper relaciones: Igor es del Barça y ella del Madrid. Miriam también confesó el peor temor que en estos momentos tiene Gran Hermano: la chica afirmaba que Dani había hablado de demandar al programa por incumplimiento de contrato al meter a Eva sin su consentimiento.

La nueva prueba semanal versará, como ya se anunció en la gala, de espías: los concursantes tendrán que reconstruir fotos y resolver acertijos como entrenamiento para cumplir una misión (algo me dice que tiene que ver con lo que sucede en la otra casa, y que lo descubriremos en el Debate).

Y hablando de la otra casa, en ella está el alma de Gran Hermano desde el próximo lunes. Desi, en 24 horas, ya ha demostrado el potencial que tiene. Como muestra, unos cuantos botones de los que dejó ayer: “No me gustó Crepúsculo. Esas cosas de ciencia ficción y de gente tan paliducha no me van”; o “Tampoco me va Harry Potter. "A mí lo de la brujería me gustaba de pequeña pero cuando vi que no me funcionaban los conjuros me fui para la música". Esta chica es oro puro, veremos si puede explotarlo.