Esta noche, gala ochentera con visitas, ex novios, nuevos concursantes, y nominaciones especiales

Cualquier día esta choni cotilla deja el periodismo y monta un gabinete de tarot. Si hace un par de días os comentaba que la verdadera estrategia de Iván podría ser buscar la expulsión disciplinaria para quedar como el concursante conflictivo de la edición, y aumentar su caché, anoche mismo se lo confesaba a Noe. El Travolta de extrarradio decía a la concursante que, si esta noche no le cumplen su deseo (casarse con Mary en la casa), dejará de comer para conseguir que lo expulsen de forma disciplinaria.

El chico ha visto que ni el bulling, ni el maltrato verbal a los animales, ni el enfrentamiento directo con la organización del programa, ni la frivolización de un asunto tan serio como el hambre en el mundo han conseguido su objetivo de sacarlo de la casa por la puerta de atrás, y ha decidido pasar a las medidas coercitivas: está dispuesto a ponerse enfermo  para conseguir salir de la casa si no conceden mañana mismo su deseo (repito lo que dije hace unos días: ahora que su estrategia está clara, que el programa no ceda un milímetro ante el chantaje, y que se quede ahí encerrado hasta que el público decida echarlo).

Y es que el humorista venido a menos cometió ayer un fallo de los que hunden una historia: en un momento dado de la tarde confesaba a Juan Carlos que quería ser padre, aunque, como su adorado Michael Jackson, con una madre de alquiler, ya que, palabras textuales del humorista, “ahora no tengo nada serio con nadie”.

Obviamente, Juan Carlos no dijo nada sobre su evidente contradicción, pero su actitud hacia su amigo se transformó por completo. Tanto es así que, por la noche, el futbolista explotó: “¿Qué pasa, que te has tragado un payaso?”, le soltó al imitador.

Y es que, aunque siga insistiendo en el papel de Judas, la amistad con Lorena fue mucho más intensa de lo que está dispuesto a reconocer. El desplante a Iván se producía pocos minutos después de que el alicantino hiciera una muy poco afortunada imitación de la dueña de Ungles Cuques (que como entre, le va a sacar de la casa sin necesidad de nominación). Lorena fue  el  tema principal de mofa de Iván durante la tarde, y Juan Carlos aprovechó para recriminar a la chica que se pasase el día cotilleando (Juan Carlos, esto es Gran Hermano, no Saber y Ganar).

Iván también tuvo su habitual encontronazo con Leti, a la que le dijo que no quería hablar con ella: “compórtate conmigo como si fuera un fantasma”, a lo que ella le respondió una de las frases de esta edición: “un poco fantasma si eres”. Como ya había demostrado en más de una ocasión, el único que puede hacer bromas en esa casa es él, así que se tomó fatal el ataque de la profesora, y utilizó uno de sus  argumentos preferidos, justo el que usó contra Lorena: “eres mala persona”, le soltó a Leti, que, por algo viene de fuera, ni  se inmutó.

En cuanto a las parejas, todo  sigue igual, o casi: Sonia y Kristian, tras el último desplante de la canaria, están muy distanciados, e incluso el chico ha roto un regalito que le hizo la dentista; Argi y Edo se quedan sin tiempo para dar algún paso más en su relación; Miriam, Igor y Leti siguen jugando a tres bandas, aunque ayer desplazando un poco a la supreviviente, que, medio en broma, dijo sentir celos; y Dani y Susana, preparando el nuevo capítulo del culebrón.

Y es que, hoy mismo Eva, la novia despechada de Dani, es portada de la revista Interviú. La chica se despendola y lo enseña todo antes incluso de entrar, esta noche, en la casa (estrategia muy interesante  que deberían copiar otros. Al no tener relación contractual todavía con Zeppelin ni Telegenia, Eva no tiene que ceder un porcentaje del posado a nadie, situación que cambiará en el momento en que entre en la casa).

Y con Eva en Interviú llegamos a la gala de esta noche, una gala en la que el programa va a tirar la casa por la ventana (lástima que no lo hicieran la semana pasada, en la que todavía podían arreglar algo): gala especial ambientada en los años 80; con visitas de familiares, entradas de nuevos concursantes, entrada de ex novios a la casa de la  Broma, y nominaciones especiales en las que no todos podrán dar sus votos, o, al menos, no todos los votos valdrán.

El objetivo, salvar a Dani, Iván y Leti de una nominación que tienen cantada, y hacer frente a un poderosísimo estreno de Splash, que, según afirman los asistentes a la grabación, es un auténtico Tu Cara me suena con saltos de trampolín (probablemente durante el día de hoy escribiré un post sobre el gran estreno de esta noche).

Eso sí, aunque todo apunta a que esta noche se vuelvan a batir los records negativos de audiencia, la paciencia de Telecinco está comenzando a colmarse. De momento, y como ya se intuía desde el pasado sábado, el Debate de Gran Hermano sigue el mismo camino que el Última Hora: anoche Telecinco anunciaba su retirada y su sustitución por la repetición del  resumen que emite la 7 esa misma tarde, tal vez, si todo sigue su camino, el último resumen de la historia del formato.