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PuJa no participó en un fin de fiesta mucho menos espectacular que en años anteriores
Tenía que ocurrir. Después de muchos años impactando con una Cabalgata que se había convertido en símbolo de las Mágicas Navidades, Torrejón pinchó de forma clara con su desfile de este 2025, y es que la cacareada "Cabalgata Aérea" dejó mucho que desear. Así los globos gigantes no tenían nada que ver con los que desfilan por las principales avenidas de Nueva York en el Día de Acción de Gracias, la decisión de llevar el final a Plaza de España generó un auténtico caos con carrozas entrando por los dos lados de la Avenida de la Constitución, y el fin de fiesta se limitó a fuegos artificiales ante la imposibilidad de contar con PuJa.
Pero vamos por partes. Con la mirada puesta en el cielo, a las seis de la tarde las carrozas abandonaban Soto del Henares, y lo hacían para comenzar un largo recorrido hasta Plaza de España. Los que se acercaron de esta primera parada ya se dieron cuenta de que los globos eran mucho menos espectaculares de lo que se había anunciado, y es que, si los de Nueva York los tienen que llevar entre 90 personas, los de Torrejón bastaba con hacerlo entre cuatro. Eso sí, las peñas convirtieron el paso de cada globo en un gran espectáculo, al ir disfrazados con motivos alusivos a cada uno de los globos gigantes.
Tras ellos, las tradicionales carrozas, mucho menos numerosas que en anteriores ocasiones, y varios pasacalles, entre los que destacaba la gran novedad del año, y es que Torrejón se atrevió a llevar la ópera y la música clásica a una Cabalgata de Reyes en el pasacalles "Divas" que representaba a grandes figuras de la ópera cantando en directo desde plataformas elevadas. Y es que la música fue la gran protagonista del desfile con la ya habitual Music Machine, que ofrecía conciertos en directo, unos conciertos que también propusieron los pasacalles musicales repartidos por el recorrido.
Y así, lentamente y con la amenaza de lluvia sobre sus cabezas, la Cabalgata fue caminando hasta llegar a Plaza de España. Y es que, si bien la AEMET había anunciado lluvia, una vez más el organismo público falló estrepitosamente en sus previsiones. Así tan solo cayeron unas gotas a eso de las siete de la tarde que sirvieron, eso sí, para enfriar una noche que estaba siendo relativamente agradable.
Así las cosas, algo antes de las ocho de la tarde, la comitiva llegaba hasta la Plaza de España, y allí reinó el caos. Por aquello de que iban mal de tiempo, los organizadores decidieron que las carrozas entrasen por los dos lados de la Avenida de la Constitución, dejando al público sin ver la mitad de los elementos, tan solo 34 en esta edición, y generando un importante tapón en la salida que ralentizó el paso de las carrozas. Además a este punto del recorrido muchos de los globos llegaron ya caídos, dejando imágenes como la del "Shrek beodo" que son carne de meme. Ni siquiera los tres Reyes Magos entraron por el mismo sitio, pasando Melchor y Gaspar por una zona y Baltasar por la contraria.
Pero la magia de la noche de Reyes está por encima de las adversidades, y así los Magos de Oriente llegaron hasta un improvisado escenario en plena Fuente de los Delfines desde donde pronunciaron su discurso justo antes de un fin de fiesta que supo a poco. Y es que los PuJa, que han estado presentes en la cabalgata de Linares el sábado, no pudieron participar en el desfile, al estar representando su "Peter Pan" en Getafe, por lo que el gran espectáculo final quedó reducido a los fuegos artificiales que sonaron a ritmo del villancico que ha popularizado Bisbal estas Navidades, y que se lanzaron desde detrás de la Estación de Cercanías.