La alcaldesa de Alcalá se enfrentó con Ramón Espinar en Cuatro
La polémica del Primo de Rivera continúa, y lo hacía este lunes con nuevos protagonistas, pues el PSOE pedía formalmente la ruptura del Gobierno de Alcalá, además de una condena de la concentración del pasado sábado. A media mañana, y tras una contundente respuesta por parte del Gobierno complutense, la protagonista era la propia alcaldesa, entrevistada en el programa de Cuatro "En boca de todos" donde tuvo un tenso enfrentamiento con el exdiputado de Podemos Ramón Espinar.
"El PSOE de Alcalá de Henares manifiesta su más enérgico rechazo y preocupación por los hechos acontecidos en la manifestación ultra en nuestra ciudad, en la que se vivieron escenas de una gravedad extrema para cualquier democracia. La alcaldesa Judith Piquet, lejos de rechazar este comportamiento antidemocrático, parece ser cómplice de la presencia de sus concejales de gobierno, máxime a raíz de sus últimas declaraciones en el Pleno municipal: “Cuánto me hubiera gustado haber sido una fascista”. Una actitud que pone en entredicho el más mínimo respeto institucional que debería representar como primera edil de la ciudad. Lo más preocupante no es solo la ausencia de condena inmediata, sino la actitud pasiva de los miembros del equipo de gobierno municipal, algunos de ellos presentes en el acto. Ninguno mostró incomodidad ante las proclamas nazis ni expresó rechazo público ante lo que allí sucedía. Ese silencio, esa indiferencia, los hace cómplices", resumía el PSOE.
Los socialistas complutenses afirman que Alcalá de Henares es una ciudad profundamente pacífica y acogedora, que ha luchado históricamente por la libertad, la cultura y los derechos humanos. “A los nazis no se les relativiza ni se les tolera: se les condena rotundamente. Las instituciones públicas deben ser un ejemplo de respeto y convivencia”, añaden. Judith Piquet, como alcaldesa, tiene la responsabilidad institucional y moral de rechazar cualquier muestra de odio y violencia. Su silencio no puede considerarse un desliz: es una muestra clara de hasta dónde está dispuesta a llegar con tal de mantener su acuerdo de gobierno con la extrema derecha. “Si Judith Piquet no condena estos hechos es porque ha renunciado a la ética. Y si no rompe su coalición con VOX, es porque no tiene ni coraje político ni autoridad moral. Le queda únicamente el apego al sillón”, ha manifestado el portavoz socialista Javier Rodríguez Palacios
Este episodio no es una anécdota. Es la confirmación de que el pacto de gobierno entre el Partido Popular y VOX en Alcalá de Henares está arrastrando a nuestra ciudad a una deriva reaccionaria que no representa a sus vecinos y vecinas. “Desde el PSOE de Alcalá de Henares no se va a permitir que se normalicen los discursos totalitarios, ni que la institución municipal se vea envuelta en bochornosas escenas de exaltación fascista”, añade Rodríguez Palacios. Es por ello que exigen:
1. Una condena pública e inequívoca por parte de la alcaldesa sobre los gritos nazis y lo ocurrido el pasado sábado.
2. La ruptura del pacto de gobierno con VOX, cuyo discurso radical está manchando las instituciones complutenses.
"Porque a los fascistas se les reprueba, no se les escucha. Porque Alcalá de Henares no puede permitirse ni una sombra de ambigüedad ante el odio. Porque estar en el lado correcto de la historia no es una opción: es una obligación", concluyen los socialistas.
La portavoz adjunta del Grupo Popular en el Ayuntamiento, Orlena de Miguel, ha realizado acusaciones severas hacia el PSOE y Más Madrid, acusándolos de "instrumentalizar" las protestas de los vecinos y de intentar equiparar estas manifestaciones pacíficas con los disturbios ocurridos en Torre Pacheco, Murcia. De Miguel argumenta que estas acciones son un intento de ocultar lo que considera una "traición a los vecinos" y un respaldo a la continuidad del CAED.
De Miguel ha enfatizado que la manifestación en Alcalá fue pacífica y democrática, respaldada por el Pleno del Ayuntamiento. Criticó a aquellos que criminalizan la discrepancia y etiquetan a quienes critican al Gobierno como extremistas. La concejala subrayó que la ciudadanía ha expresado claramente su deseo de cerrar el CAED.
El CAED, situado cerca del campus universitario de Alcalá, ha suscitado inquietudes entre asociaciones vecinales y plataformas cívicas, que denuncian la falta de diálogo previo por parte del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Desde el PP local, se argumenta que la llegada de inmigrantes en situación irregular ha generado "problemas de convivencia" en algunas áreas de la ciudad, exigiendo una política migratoria responsable y con recursos adecuados.
De Miguel ha criticado al exalcalde socialista Javier Rodríguez Palacios por alinearse con el "sanchismo" en lugar de defender los intereses de los ciudadanos de Alcalá. En el último Pleno municipal, el grupo socialista y Más Madrid votaron en contra de una moción del PP que pedía el cierre del CAED, lo que llevó a los populares a acusar a la izquierda de abandonar a la ciudad para no incomodar a su partido.
En respuesta a las críticas del PP, tanto el PSOE como Más Madrid han defendido la continuidad del CAED, considerándolo una herramienta esencial para gestionar la realidad migratoria. El portavoz socialista, Javier Rodríguez Palacios, ha denunciado que el PP está utilizando la inmigración como un medio para fomentar el miedo y el rechazo en la comunidad.
Desde Más Madrid, se ha reiterado que la gestión migratoria es una competencia del Estado y debe abordarse desde una perspectiva de derechos humanos, evitando el populismo y el oportunismo político. La portavoz Rosa Romero ha advertido sobre el riesgo de que Alcalá se convierta en un "laboratorio de crispación" alentado desde fuera.
De Miguel ha sido especialmente crítica con el presidente Sánchez, acusándolo de imponer centros sin planificación ni recursos, lo que, según ella, socava la convivencia y no representa verdadera solidaridad, sino negligencia institucional. Concluyó su intervención subrayando que la mayoría democrática de Alcalá ha expresado su deseo de no aceptar más imposiciones y de buscar soluciones que garanticen el respeto y la seguridad en los barrios.
Pero aún hay más, pues a media mañana la alcaldesa complutense participaba en el programa "En boca de todos" donde participaba en un debate que enseguida se viralizaba, sobre todo por el tenso enfrentamiento entre Judith Piquet y Ramón Espinar. Durante el debate, Espinar no dudó en confrontar a Judith Piquet, acusándola de no hacer lo suficiente para resolver la problemática que enfrenta el centro de acogida. “Usted tendrá que hacer algo desde su gobierno para resolver la situación, aparte de sacar rédito político”, afirmó Espinar, subrayando la necesidad de una acción más decidida y efectiva.
Espinar también instó a la alcaldesa a ofrecer alternativas y organizar actividades para los menores no acompañados, sugiriendo que su papel debería ir más allá de simplemente representar a los vecinos y que debería involucrarse activamente en la gestión del centro.
Judith Piquet respondió a las acusaciones de Espinar afirmando que su papel como alcaldesa es ser la voz de los vecinos y que no se debe jugar al despiste. En su defensa, destacó que las competencias sobre el centro de acogida son del Gobierno de la nación y que su función no incluye la gestión directa de este tipo de instalaciones.
La alcaldesa también mencionó que ha llevado el asunto al pleno del ayuntamiento, buscando establecer un marco de discusión formal sobre la situación de los inmigrantes en el centro. Sin embargo, reiteró que no puede asumir responsabilidades que no le corresponden, enfatizando que “dentro del centro todas las competencias son del Gobierno de la nación”. |