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24
May
2013
Gran Hermano 14 (GH 14): expulsión Saray, entrevista con Mercedes Milá y Merche se enfrenta a Noemi para rellenar la gala PDF Imprimir E-mail
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El sorprendente final de Cuéntame hace sombra a Gran Hermano en share social

Todo apunta a que Gran Hermano no va a llegar en las mejores condiciones a su enfrentamiento con Águila Roja. Si ayer lo tenía todo para triunfar en share social (por alguna razón Chicote no despertó tanto interés como en otras semanas), se encontró con un rival inesperado y sorprendente. El espectacular final de temporada de Cuéntame (por supuesto, no os voy a contar nada, pero, cuando sepáis lo que ocurre, recordad quien es el narrador de la historia) hizo sombra al reallity durante buena parte de la noche, justo cuando el programa pretendía remontar. Hoy más que nunca, las audiencias serán una total incógnita, porque, si Cuéntame ya gana por goleada sin destacar en share social (es decir, público joven), con este impulso extra puede haber pasado cualquier cosa (tal vez para bajar los humos a una presentadora que se jactaba, por supuesto, de forma irónica, de tener “toda la audiencia del mundo”).

Así las cosas, el programa se curró (por fin) una gala relativamente entretenida, aunque le sacaron bastante menos jugo del que se podría haber sacado (en el próximo post lo cuento, porque la idea no es original de Gran Hermano España). Mininoche del terror, entrada de elementos extraños, el retorno del payaso, y minientrevista a la expulsada que, sinceramente, mereció mucho más interés por parte de un programa que ya ha decidido ni prepararse las entrevistas de los expulsados (si estamos así con una gala semanal, a partir de la semana que viene miedo me da lo que pueden dar de sí las galas).

Si a Iván no se le sacó el jugo esperado, ni a Yéssica tampoco, parecía que podía deberse a ese empeño del programa en dejarles como muebles, pero que con Saray haya sucedido lo mismo ya obedece a otras razones: probablemente el recorte de personal se note especialmente en las galas, que requieren un trabajo importante de documentación, guión y edición de vídeos, trabajo que ha desaparecido por completo desde hace casi un mes. Tal vez la rentabilidad buscada se está encontrando con el recorte de puestos de trabajo, lo que explicaría la caída en barrena de la calidad, y por ende, de la audiencia, de una edición que va camino de ser la última del formato.

Precisamente por eso el programa se empeñó en rellenar la gala de las formas más extravagantes posibles: una hora y media de vídeos de entradas en la casa durante la prueba, la repetición siete veces de la entrada de Mercedes Milá, y una extraña pelea y reconciliación entre la presentadora y Noemí Merino que también rellenó minutos de gala, como la conversación sobre las lolas de Laura, el desnudo de Mercedes y la enésima entrevista a Miriam por su relación con Igor (o se inventan algo, o esto no va a haber quien lo aguante durante las seis próximas galas).

Volviendo al juego, Saray, sin sorpresas, era expulsada del programa por un 59,9% de los votos recibidos, y salía de la casa después de que Desi se encargase de robar el protagonismo a la madrileña quejándose de lo ocurrido en la fiesta centenaria. Volviendo a la expulsada, Saray llegaba al plató a eso de la una y diez de la madrugada, tras darse un paseo de hora y media por las calles de Madrid, y lo hizo para enfrentarse a la trama del jacuzzi. Sorprendentemente, la presentadora no hizo sangre con la concursante, sino que se solidarizó con ella machacando, con razón, los impresentables comentarios de algunos concursantes.

Anabel intentó tener su minuto de gloria enfrentándose a la expulsada, que le pidió explicaciones por los comentarios contra la catalana (Saray dijo que la chica le daba “vergüenza ajena”), al igual que Noemí Merino, auténtica protagonista en el plató. Iván, por supuesto, también se lanzó a la yugular de la recién expulsada, al igual que Fani, que soltó una perla para hundir a su chico: “Conmigo no te puso los cuernos, con otras a lo mejor sí”. Fani, con un lenguaje y unas formas mas propias de MYHYV que de Gran Hermano, acusó a Saray de todo lo imaginable, aunque la presentadora la cortó de raíz.

Como todo parecía apuntar, no se hizo ni una sola mención a los cariños demostrados al Pelocho (no vaya a ser que quede mal el concursante), ni tampoco a sus roces con Juan Carlos de hace unos cuantos días. Tampoco se mencionó su estrategia de juego, más próxima al Comando AVE, ni el intento, bastante cutre, de dar celos a Iván de los primeros días. La confesión del billar, por supuesto, tampoco tuvo sitio en una entrevista de quince minutos, interrumpida por un debate entre verduleras (en el siguiente post hablo de ello). Saray se despedía, sin montarla demasiado de la casa, y lo hacía dejándola destrozada por la nominación de Sonia.

 

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