Igor, Desi y Álvaro comienzan a formar un grupo de cara a las nominaciones

Como ya es habitual, comienzo este repaso a lo que dio de sí el día de ayer fuera de la casa, y es que el episodio en que Igor entregaba algo del exterior a Kristian no pasó inadvertido para los fans del programa. Durante toda la tarde, y hasta el comienzo de Eurovisión, convirtieron en Trending Topic #IgorExpulsionDisciplinaria, hastag que aguantó con fuerza durante gran pate del Festival, pero que acabó sucumbiendo ante el programa más comentado de la historia del share social (hasta un 99, 5% de comentarios alcanzó el Festival, frente a datos irrisorios de El Gran Debate y La Sexta Noche).

La razón del hastag, y de la movilización tuitera es la enorme cantidad de información que está pasando el vasco (también Juan Carlos) del exterior. Por poneros algún ejemplo, porque hay muchos más: Desi ya sabe la que se organizó aquí fuera por el comentario desafortunado de Igor y que terminó con la petición formal de la Asociación COLEGAS de que el programa tomase medidas para que no volviese a ocurrir; los Gemelos y Kristian conocen los participantes de la Final de la Copa del Rey disputada el pasado viernes (aunque ellos piensan que fue anoche); y también saben, aunque aquí el vasco exageró un poquito, la audiencia que está consiguiendo el programa (Igor dijo cuatro millones, una cifra que no ha alcanzado el programa en toda la edición, pero obviamente, lo que intentaba recalcar es que se ha estabilizado y no corre riesgo de cancelación). Además, Igor les contó lo bien que se lo pasaba en la Posada, y que los concursantes de Gran Hermano “tienen más caché” (cobran mas) que los de MYHYV. Sobre el único asunto que no quiso hablar fue su relación a seis bandas con Miriam, Edo, Amor, Ainara y Mike. De este asunto sólo les dijo que ya se enterarían fuera.

Si os parece poco el aluvión informativo de Igor, Juan Carlos no se quedó corto: contó, con todo lujo de detalles, como estaba siendo la relación entre los hermanos de Sonia e Igor; e incluso contó a Carlos cómo se había visto desde fuera su momento jacuzzi con Saray.

Para sumarse a la fiesta, tampoco Álvaro se corta a la hora de contar lo que ocurre tras las paredes de Guadalix, y ayer informaba a Susana de lo mal que se estaba viendo fuera su relación con Gonzalo, ante lo que la de Murcia dijo que le daba igual, y que seguiría con él (muy bien, cada día más lejos del maletín).

Por si fuera poco, los ángeles de Sonia volvieron a la casa (por cierto, durante toda la tarde y gran parte de la madrugada), y lo hicieron para informar a la casa de que “Igor miente”, y los Gemelos no son de fiar. Eso sí, Sonia contaba que intuía quienes eran realmente los “ángeles” de Guadalix: “ Han venido con un megáfono y han empezado a gritar todas a la vez ángeles, ángeles. Me imagino a mi padre en Madrid yendo a los chinos para comprar megáfonos, me imagino al pobre hombre distribuyéndolos”. Ayer mismo esta Choni hacía referencia a lo curioso que resultaba que los megáfonos apareciesen justo tras la eliminación de la vía de comunicación que suponía la ropa, y ahora la propia interesada tiene la misma teoría. Sonia, para terminar de rematar al programa, concluía con un: “César, mensaje recibido”.

En cualquier otra edición yo ya habría puesto el grito en el cielo pidiendo la expulsión de todos los que han filtrado o recibido información del exterior, pero en este caso, eso supondría el cierre del chiringuito porque, vamos a repasar un poco: sólo están desde el comienzo del juego los Pelochos, Raki y Susana. De ellos, Sonia salió al exterior para acudir al médico, por lo que la cadena de incomunicación se rompió; también Kristian abandonó la casa en una falsa expulsión que le llevó de paseo por Madrid. Susana ha recibido mucha información, aunque sesgada, a través de los megáfonos, y Raki está teniendo muchos datos de fuera a través de Juan Carlos.

Y todo esto dejando al margen todos los intentos por parte del programa de dinamitar la casa con información filtrada: los idus de marzo, las llamadas de familiares, los vídeos a los candidatos a la expulsión, la constante entrada de intrusos, y el animar a los expulsados a que den todo tipo de información del exterior en la conexión final con la casa. Insisto en ello; estos comportamientos violan el espíritu del programa, pero no podemos rasgarnos las vestiduras cuando llevamos viéndolos desde el comienzo de la edición anterior.

Si no hubiera sido por la contestación popular, la sala insonorizada se hubiese quedado durante todo 12+1. rompiendo por completo el aislamiento, y preparando a los espectadores para la grandefratellización del formato, un proceso que ha continuado durante esta edición terminando con lo poco que quedaba de aquel formato original que nos hizo reír, llorar, indignarnos o alegrarnos durante doce años. Hoy Gran Hermano es un remedo de Acorralados, Supervivientes, y formatos similares, en que, a pesar de la lejanía, los concursantes están informados de todo lo que pasa, tanto dentro como fuera, a través de las galas. No critico este formato, simplemente, no es Gran Hermano, sino un remedo de Sálvame en el que solo importa que se monte gresca dentro de la casa.

Y después de repasar la actualidad del exterior, volvemos a la casa, donde, os recuerdo, habíamos dejado a los concursantes en plena Verbena de San Isidro, bueno, verbena por cómo iban vestidos, porque la música difirió mucho de los chotis, cuplés y zarzuelas: regaetón, éxitos del pasado y el Gangman Style convirtieron la verbena en otra fiesta al uso. Eso sí, la verbena nos sirvió para descubrir que Álvaro no solo vive en Madrid, sino que es “gato, gato”. El chico nació en la maternidad de La Paz.

Y como ya es habitual, las fiestas sirven para dos cosas: abrir carpetas, y preparar estrategias de nominación. Sobre lo primero, Desi decidía cerrar su historia de amor imposible con Juan Carlos pretextando un problema que supone un alto porcentaje de divorcios en España: el madrileño ronca. El portero le decía “Nadie es perfecto”. Pero donde Juan Carlos cerró una carpeta, reabrió tres nuevas. El chico se dejó querer por Susana (muy alejada de los Gemelos, que ya están preparando el terreno para la traición); por Raki (las imágenes de los dos bailando fueron un auténtico deja vu), y, atención... por Saray (que parece que no ha tenido suficiente con los trabajos manuales subacuáticos y las constantes muestras de cariño al Pelocho). No tengo ni idea de hacia dónde va a derivar esto, pero seguro que da juego.

Y en el apartado estrategias, un poco de todo. La casa entera ha acogido con los brazos abiertos a Igor, a pesar de todo lo que han largado de él durante las últimas semanas. Tan sólo Desi se atrevió a alzar la voz criticando “el falserío” que hay en la casa con el tema. Tanto es así que incluso Igor llegó a limar asperezas con Sonia haciéndose una foto juntos. Analicemos todo esto, porque tiene miga: Igor viene del exterior, y sabe que las fotos de las fiestas van directas a la revista de Gran Hermano. Por eso, y para asegurarse una imagen que luego poder utilizar, se acercó a Sonia con la intención de hacerse la foto, aunque la canaria no estaba muy de acuerdo. Al final, por intermediación de Raki, la foto se hizo, y, probablemente, aparezca en la próxima revista (incluso en portada, visto el interés que despierta Yessica).

Además, Igor intentó limar asperezas con Susana, que le recriminó su nueva actitud con Sonia. El vasco le contaba que no ha cambiado nada con la canaria, pero que quiere que haya un cierto clima de buen rollo dentro de la casa. Igor también aprovechó la fiesta para “desatar nudos”, como dice Mercedes Milá, con los Gemelos, encantados de volver a tener al vasco dentro de la casa. El último nudo que desató Igor lo hizo anoche, al confesar, y pedir perdón, a Desi por el polémico comentario que hizo sobre ella y que provocó la reacción de la Asociación COLEGAS. Durante una larga conversación entre Igor, Desi y Álvaro, comenzó a fraguarse una interesante alianza que, si saben gestionar, puede llevar a los tres a la final (he de confesar que, visto lo que queda dentro de la casa, sería un gran final de edición que estos tres concursantes se jugaran el maletín, demostrando que la inteligencia se premia en Gran Hermano. Por desgracia, tenemos muchos precedentes que indican justo lo contrario).

Los Montoya son protagonistas del otro gran movimiento de esta partida de ajedrez que está viviendo la casa tras la entrada de Igor, y es que durante la fiesta, los sevillanos “que lo dicen todo a la cara y son muy sinceros”, no dudaron en traicionar a Susana delante de Kristian. Todo comenzaba con el Pelocho echando en cara a los gemelos su comportamiento durante la prueba de los superhéroes y su relación con el Comando AVE. Al verse descubiertos, los Montoya no dudaron en pelotear con descaro a Kristian, llegando hasta el límite del patetismo: “te quiero mucho, eres un amigo para toda la vida, hemos tenido mucha suerte de conocerte, daríamos la vida por ti...”.

Sorprendentes explicaciones que, inexplicablemente, salvo que esté acostumbrado a escucharlo todos los días, Kristian se creyó sin poner en duda. Para completar el cuadro, los Gemelos no dudaron en acusar a Susana de ser la responsable del distanciamiento con los Pelochos, convirtiéndola en un ser pérfido y manipulador que busca expulsar de la casa a Kristian y señora. Insisto, de forma totalmente inexplicable, Kristian se creyó a pies juntillas la versión de los Gemelos (casi como el programa se tragó el arrepentimiento “sincero” tras el episodio del puff).

Y hoy termino repasando la casa, donde la prueba semanal tiene bastante mejor pinta sobre el papel que en la ejecución material. El juego consiste en recorrer con la bici las 80 vías verdes que hay repartidas por España, una oportunidad de lujo para descubrir la geografía y la naturaleza del país, pero, una vez más, la ejecución se limita a dar vueltas a un circuito, el mismo de siempre, que convierte a los concursantes en cangilones de una noria (¿estará mandándonos el programa un mensaje subliminal de que el formato terminará como otro programa homónimo de la misma cadena?.