Carlos y Argi tienen una importante discusión, pero el programa la censura

Esta noche toca debate, y, como aunque pasan cosas, al programa no le conviene que las veamos, han decidido que los porcentajes de esta noche, al menos uno de ellos, sea público (lo cierto es que daría igual si dan todos los porcentajes, porque la ventaja que llevan los Montoya no la recorta ni Fernando Alonso). En cualquier caso, parece que la protagonista de la noche volverá a ser Miriam, que continuará con su lapidación pública.

Y volviendo a la casa, la fiesta de anoche ha tenido serias repercusiones, pero sólo lo sabemos a través de los comentarios de los concursantes, ya que la organización, que no tiene el menor rebozo en meter alcohol en la casa, ha decidido censurar todas las imágenes de lo ocurrido durante la noche.

Así sabemos que Kristian y Sonia discutieron, como casi siempre que el Pelocho bebe, y que terminó llorando en los hombros de Igor; que Argi y Carlos tuvieron una nueva discusión (probablemente la causante de gran parte del mal rollo vivido durante todo el día) que terminó con la vasca llorando y gritando que se había equivocado al dar una nueva oportunidad a los gemelos; y a Gonzalo durmiendo (solo durmiendo) en la cama de Susana.

Empezamos por el principio: Kristian, demostrando una vez más que no sabe beber, volvió a tener una fuerte bronca con Sonia, según le contaba la chica a Igor, Parece que la canaria empieza a estar muy harta del Pelocho y esta vez no se arreglaron con tanta facilidad. Sonia estuvo distante durante todo el día, dando a entender que esta vez la cosa fue demasiado lejos. Segundo tema: Carlos y Argi. Lo que sabemos es que Argi le contaba a Kristian que era tonta por haber confiado en los gemelos, y que no pensaba aguantar más, y sobre lo último, Gonzalo y Susana compartieron sábanas, pero nada más, a pesar de los intentos del sevillano. La chica, incluso en sueños, le apartaba la mano cuando éste intentaba acercarse demasiado.

Pasase lo que pasase en la post fiesta, lo cierto es que destrozó por completo la convivencia. La casa de la pradera ha estallado por los aires, y los concursantes no están dispuestos a aguantarse ni una: Desi y Susana, Adrián y Yessica, y los Gemelos y Kristian se enzarzaron en tres broncas importantes en menos de veinticuatro horas.

Vamos por orden. Nada más levantarse (y con una resaca importante), Desi y Susana se enfrentaban a costa del desayuno. La sevillana se daba por aludida ante una frase de Susana dirigida a Anabel, a costa del pan que comen. Desi se lo tomó fatal, pensando que iba por ella y dijo que no comía.

Adrián y Yessica han pasado del acoso al rencor. Saltan a la mínima y sin la menor razón, y ayer chocaron hasta en tres ocasiones (imagino que algo pasó en la fiesta para que la relación entre estos dos se haya transformado tanto).

Y la bronca de todas las broncas se produjo por la comida. De los creadores de “¿Donde está mi fuet?” (GH 3) y “la leche de Juanjo” (GH 6) llega la bronca de la coliflor. Como ya había sucedido el día anterior, las dotes culinarias de Desi volvieron a incendiar la casa, y es que la sevillana no tendría futuro en MasterChef (¿o tal vez sí?). Harta de que a sus compañeros no les guste su comida, la de Sevilla ha decidido ponerles verdura (probablemente buscaba hacer estallar a Argi, pero la situación enseguida se salió de madre). Adrián y Raki protestaron diciendo que no iban a comer col, ante lo que Desi estalló diciendo que si no hay más que verduras habrá que comérselas (el problema llega cuando algunos, en concreto los del Clan Igor, no tomaron la col, sino que comieron arroz). Kristian dijo a los gruñones que se aguantasen con la col, a lo que Gonzalo le recrimina que él no puede opinar, ya que está comiendo arroz.

Kristian, calentito por lo sucedido durante la noche, sea lo que sea, estalló contra el gemelo, diciéndole que si quiere, se altere, pero que no arrastre a los demás (no se por qué me da, pero aquí hay mucho trasfondo).

Para terminar, y entre vuelta y vuelta del tocadiscos gigante que va a llenar sus horas durante esta semana, Desi volvía a criticar con dureza a Argi, buscando, cada vez con más claridad, una expulsión que, hoy por hoy, no es suya.