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06
Abr
2013
Gran Hermano 14 (GH 14): audiencias de la gala, Argi se enfada en la cena, y los concursantes pactan nominar a Desi y Anabel PDF Imprimir E-mail
Los Blogs del Telescopio - El Choniblog
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Por fin el programa despega en audiencias

Parece increíble como da igual las ediciones que hayan visto, o las estrategias con las que hayan entrado los concursantes de Gran Hermano: a la hora de la verdad siempre caen en los mismos errores. Desde aquel histórico complot para expulsar a Silvia e Israel de hace ya trece años, han sido muchas las veces en que los concursantes se han cavado su propia tumba haciendo el vacío al grupo minoritario. Y en esta 14ª edición no iban a ser menos: ayer los concursantes pactaban (aunque en ningún momento lo hicieron de forma explícita) nominar a Desi y Anabel, algo que, probablemente, saque de la casa a Raki, pero vayamos por partes.

La noche del jueves comenzaba con una Miriam hundida, que acababa de perder a su novio pero que demostraba ser una fan absoluta de los Monty Python (por aquello de ver siempre el lado bueno de la vida): “Por lo menos se que mis perros están bien”. La superviviente, nunca mejor dicho, amenazaba con abandonar, pero en seguida se arrepentía, si bien no conseguía dormir en toda la noche.

Pocas horas después de que estallase la guerra Miriam (que, por cierto, ha sido el impulso definitivo para que la edición empiece a interesar al público, y al resto de programas de Telecinco. Enseguida lo cuento), Anabel y Desi se metían en el jacuzzi y comenzaban a hablar, con total libertad, del resto de sus compañeros (hay que recordar que ambas han entrado ya comenzado el juego, y, por tanto, tienen una visión muy distinta de la que tienen los demás). El problema llegaba cuando sus compañeros se acercaban a la puerta del jacuzzi para no perderse detalle de la conversación de las dos chicas.

Desi criticaba muy duramente a Yessi y su relación con Adrián, y afirmaba que la final será Desi, Anabel y Raki, ya que, hasta la entrada de los nuevos la casa era un aburrimiento constante (esto último lo suscribo palabra por palabra). Estas palabras transformaron lo que parecía una broma inocente en algo mucho más serio (los concursantes se habían acercado para hacer una broma, pero su semblante fue cambiando al escuchar el contenido). Tanto es así que Igor y Kristian advertían: “de esto ni una palabra, ver, oír, y el lunes, actuar” (lo que viene siendo un descarado pacto en las nominaciones no explicito para evitar sanciones). Igor y Argi fueron más lejos hablando unos segundos en euskera para aclarar a que se referían. Los gemelos, una vez más, fueron mucho más allá de lo admisible, anunciando que van a cargarse a Desi “psicológicamente”.

A pesar de que, en principio, no iba a haber repercusiones de la conversación, lo cierto es que al día siguiente todo estallaba, y la culpable fue, precisamente, la más damnificada de la conversación: Raki. Cuando Pelocho escuchó el nombre de la catalana, comenzó a darse cuenta de que la información que le habían dado los gemelos tal vez no fuera todo lo real que pensaba. El madrileño cada vez tiene más claro que no es el principal favorito para la victoria, y eso le tiene de los nervios.

Ayer el objeto de crítica del Pelocho y de Sonia era Raki, protagonista involuntaria de toda la trama. Sonia afirmaba que no entendía por qué la chica se acercaba más a los nuevos que a ellos, y llegaba a hablar con Miriam de la posibilidad de nominarla el próximo lunes. Por la tarde era Kristian el que arremetía contra Susana a costa de la prueba (que, por cierto, ya dan por perdida). Los Pelochos, además, se dieron cuenta de que ayer era el cumpleaños de Mercedes Milá, y en lugar de compartir la información con sus compañeros no dudaron en correr al confesionario para felicitarla a solas.

Volviendo a la guerra, al terminar el turno de prueba la casa estallaba contra Anabel y Desi. En principio, criticaron que no habían hecho todo lo posible por ganar la prueba (sin ánimo de malmeter, pero yo he visto abandonar el tio vivo a Miriam, Gonzalo o Igor, sin que nadie se lo haya echado en cara), pero en seguida la cosa tornó a algo más personal. Raki contaba que todos habían escuchado lo que dijeron en el jacuzzi, montando una autentica guerra abierta de todos contra las chicas.

Después de la bronca (en la que Igor llegó a afirmar que él nunca había hablado por detrás, tal vez porque no recuerda que las chicas vienen de fuera), arreglaron la cosa, mas o menos, y obligaron a las chicas a pedir perdón (sin embargo ellos continúan con las bromitas, y, si a Lorena la acompañaban con la música de Jurassic Park, a Desi le han adjudicado la sintonía de Tiburón).

Más broncas (parece que por fin hemos empezado el concurso): Argi se quejaba anoche de que su bocadillo era considerablemente más pequeño que el de los demás, a lo que Igor, el cocinero, le dijo que no era cierto. A pesar de ello, Argi, muy enfadada, decidió no comer, convirtiéndose rápidamente en Trending Topic con el hastag #UnBigKingParaArgi, creado por las susargistas para apoyar a su ídolo (hay que decir que no fue el único TT de Gran Hermano durante el día. Tanto Desi y Anabel lo fueron durante la bronca de la tarde, y la guerra entre Pelochas y Susargistas vivió un nuevo episodio en la red social. El programa parece estar mucho más vivo que nunca en Internet, pero eso no se refleja en las galas, al menos, hasta anoche). Por último, en el apartado de guerras, Kristian y Susana tenían otro enganchón a costa de la prueba, enganchón en el que medió Sonia, pero que terminó con un Pelocho enfurruñado.

Y dejamos a Thánatos para hablar de Eros. Las carpetas siguen en plena ebullición, a pesar de los consejos de fuera: Miriam se refugia en Igor después de la ruptura en directo; Adrián continúa su labor de acoso a Dessi, y parece que la chica se deja querer; y Susana vuelve a acercarse a Gonzalo, al que afirmaba hechar de menos. Para terminar, dos cosas: Miriam anunciaba que pedirá perdón a Leti por haberla llamado zorrasca, y ayer hubo un habitante extra en la casa: un gato negro, preludio de mala suerte (espero que Mercedes Milá no lo viera).

Es curioso que el gato negro, portador de malos augurios, haya aparecido justamente el día en que podemos afirmar que Gran Hermano ha resucitado: más de un 23% de share, y casi 1.900.000 espectadores sí comienza a ser la audiencia que merece, y hace rentable, a un formato de telerrealidad como este. El debate batía su propio récord de la edición, y conseguía evitar el primero de los posibles cambios en la parrilla de Telecinco que se vivirán en los próximos días (el primero ha sido Tengo una carta para tí, que puede ocupar los miércoles, para frenar a Masterchef, o los jueves, dejando a Mota y el Debate contra los cocineros, y liberando el martes para que pueda estrenarse El Don de Alba).

Así, por primera vez desde el inicio de la edición, Gran Hermano tiene un cierto colchón que le permite mirar con algo de perspectiva más allá de la semana que viene. Por eso se anuncian nuevas entradas en la casa este lunes, para completar la duración prevista de cinco meses, aunque, como siempre, habrá que ver si la audiencia responde de verdad, o los datos del Debate son flor de un día, y producto de la ruptura en directo de Miriam y Mike.

 

 

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¿Quién debe abandonar la casa de Gran Hermano VIP 5? Segunda nominación
 

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