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14
Mar
2013
Gran Hermano 14 (GH 14): el debate decide el futuro de Dani, Kristian, favorito para los gemelos, y Sonia, viuda de España PDF Imprimir E-mail
Los Blogs del Telescopio - El Choniblog
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El programa estrena un mini resumen diario en Telecinco

Señores: Gran Hermano está a salvo. Después de ver anoche lo que Telecinco ha perpetrado con el formato  Stars in Danger, el formato de telerrealidad tiene su puesto asegurado  en la parrilla, al menos, hasta Mayo. Y es que Mira Quién Salta es, probablemente, el peor formato de entretenimiento emitido por Telecinco en sus más de veinte años de historia: aburrido, sin ritmo, absurdo, cutre, barato, lineal, repetitivo… No voy a seguir, que luego dicen que no me gusta Telecinco (no es que no me guste Telecinco, ya que, probablemente, hace unos meses fuera la cadena que más tiempo tenía puesta; es la actual política de contención del gasto, es decir, programación low cost, la que me echa para atrás. Una cadena de televisión de ámbito nacional no puede permitirse un formato con peor factura que algunos de teles locales. Ellos afirman que les ha salido muy barato: yo creo que pagar por esto ya es un despilfarro, pero  la última palabra la tendrá la audiencia).

Mira Quién Salta y Splash vienen a ser el caviar y el chóped, y eso que el punto de partida es el mismo (por eso Cuarzo tiene una querella), pero la  ejecución es totalmente distinta, y pierde por mucho, el de Telecinco. Las razones son exactamente las mismas que han puesto en la cuerda floja a Gran Hermano: la austeridad provocó que Telecinco grabase las cuatro galas en una semana, por lo que era imposible que hubiese una evolución real de los concursantes, así que el programa optó por montar un teatrillo con saltos absurdos en las primeras galas para dejar los buenos en la final. Probablemente el público no entendido lo hubiera comprado, pero Splash ha puesto demasiado alto el nivel.

Este fracaso (de momento, técnico; mañana hablamos de audiencias), además puede tener un efecto colateral inesperado. Por comparación el formato de Antena 3 gana por goleada, lo que puede volver a tirar hacia arriba de la audiencia de Splash, poniendo en serio peligro, otra vez, a Gran Hermano.

Y ahora sí, volvemos al formato de telerrealidad, y lo hacemos con buenas noticias (que ya hacían falta): Telecinco decide apostar algo por el formato y se saca de la manga un última hora de tres minutos que resume lo ocurrido en la casa en el día anterior. La idea, pedida desde hace muchos años, intentará evitar que el público se desenganche del juego, y, lo que es más importante, en una edición que  se está moviendo prácticamente en su totalidad a través de Internet, acerca lo ocurrido en la casa al espectador con un solo día de diferencia, en lugar de depender de la edición de videos de debates y galas.

Precisamente de Debates y galas hay que hablar hoy, ya que, como  el programa sigue en la cuerda floja, esta noche Telecinco tiene preparado un nuevo debate muy cargado de sorpresas con la relación Dani- Eva en el centro de la polémica. Según informaba la cadena, se tomarán medidas sobre la continuidad de Dani tras desvelar la negociación para que Eva hiciese un Interviú días antes de entrar en la casa. Sin embargo, el programa anunciaba estas medidas de una forma excesivamente laxa: en lugar de hablar claramente de expulsión, se habla de tomar medidas, ambigüedad controlada que tiene mucho que ver con la actitud del programa hacia esta historia.

Recapitulemos: Dani entra en Gran Hermano y, una semana después, el primer debate de la edición se centra en su relación con Susana, una relación que solo ve Telecinco (ya que en ese momento tenía bastante más interés lo que sucedía entre Pelocho y Sonia, o las múltiples traiciones entre los concursantes), y, lo que es más grave, una relación que se basa en un video descaradamente manipulado para que diga justo lo contrario de lo que  decía el concursante en la casa. El programa se centra en el triángulo, y comienza a cebar la aparición de Eva, la novia oficial del chico. Horas después, la chica aparece a través de Twitter para cebar también su respuesta, que dará en Telecinco pocos días más tarde. Una semana después, Eva responde con una portada en Interviú que precede a su entrada a la casa esa misma noche.

Hasta aquí podríamos pensar que el programa está buscando una situación como la vivida entre Hugo y María, y cebando (ya que las audiencias no son para tirar cohetes), un triángulo que pueda dar juego en un futuro. Pero la situación se complica analizando algunas de las palabras de Dani a la luz de los últimos acontecimientos: El DJ afirmaba que conocía a mucha gente de la televisión, que no había pasado por ningún casting, y que tenía manager (yo, con cierta ingenuidad, me preguntaba si tendría alguna relación con Telegenia), además de caer en constantes contradicciones en su pasado, lo que le valió el apelativo de topo entre sus compañeros (luego descubriríamos su afición a la investigación).

Así, sumando las piezas, uno se encuentra con una situación bastante peor que un montaje de dos personas para hacerse platós, situación que, además, daría un nuevo giro a la denuncia de incumplimiento de contrato hecha por Dani hace justo una semana. Esta noche veremos la actitud del programa, y si se toman las únicas medidas posibles, sobre todo, después de que ellos mismos sentasen un peligroso precedente con el caso Flor-Feroz.

Pero no solo de Dani vive Gran Hermano, así que  abrimos carpeta. Kristian, el Romeo atrapado en la casa de al lado sin poder ver a su Julieta, recibía un último privilegio sobre sus compañeros que le da muchos puntos de cara al juego: uno de los Montoya, los gemelos, le confesaba que los favoritos fuera son él mismo y Raki, información que el Pelocho guardará como lo que es: oro puro.

Y es que, recopilemos de nuevo (hoy la cosa va de recopilaciones, ya que la casa ha recuperado su tónica: prueba, dormir, comer, Iván enfadado con el mundo, Noe criticando, etc): Kristian, hijo de un concejal y habitante del barrio de Salamanca de Madrid (tal y como él mismo explicaba a sus compañeros), entraba en la casa de Gran Hermano 14 el primero de la edición, con una cámara subjetiva que nos fue mostrando la casa, para terminar mostrándonos el peculiar look del personaje (tan peculiar que solo lo mantiene cuando piensa que hay galas o debates, teniendo el pelo normal el resto de días), además de convertirse en el hilo conductor de aquella gala al ir visitando a todos sus compañeros (no podemos olvidar que esto, ante todo, es un juego psicológico, y ser la primera cara que ves después de una situación de tensión te predispone positivamente hacia esa persona, percibida, de forma inconsciente como un apoyo poderoso y pilar fundamental del grupo, por eso no es extraño que, sin él, la casa esté mucho más deslavazada que de costumbre).

Pero por si fuera poco, esa primera misión (elegida por vía digital, y sin mediar sorteo alguno), le permite un privilegio extra que enseguida tendría su importancia: elegir al primer concursante de la rueda (con Miriam sucedió exactamente lo mismo que con el resto de sus compañeros, ya que también ella fue salvada por el de Madrid), dándole la oportunidad de mostrar su lado sensible al llorar en directo por no poder elegir a Dobromira (recordemos que estamos en la segunda gala, cuando comienzan a formarse las filias y fobias de la audiencia).

Acto seguido Kristian comienza a acercarse a Sonia convirtiéndose en uno de los temas principales de las distintas vías de comunicación que pone en marcha el programa: minutado, pagina de Telecinco, gato encerrado, etc, y generando enseguida un activo grupo de carpeteras, sobre todo tras reconocer que le gustaban las Monster High. La dentista canaria, con novio fuera, intenta alejarse del chico, pero la insistencia (y la situación, no hay que olvidarlo. Para no acabar en un psiquiátrico es necesario tener, al menos, un hombro sobre el que sostenerse) y el alcohol consiguen que acabe cayendo, aunque dando marcha atrás a los pocos minutos.

Viendo que la situación no avanzaba, el programa tira por la calle de Enmedio, quitándose la careta de forma descarada: se inventan el Gran H para que Kristian pida, de forma oficial, una cena con la chica (la idea luego ha tenido muchas más utilidades); y, viendo que daba marcha atrás en su deseo, siguieron por otros caminos. Cuando observan como la historia de amor está en un punto muerto deciden catalizarla para potenciarla: sacan a Kristian de la casa con una excusa peregrina (vuelve Edo), y consiguen convencer (enseguida lo cuento) a Sonia de que su chico está expulsado de forma total para que se derrumbe por completo.

Por otro lado, el presunto expulsado se queda a vivir en la casa de al lado (justo para que pueda intimar con los únicos concursantes que no lo perciben como salvador), consiguiendo la inmunidad en una noche en la que tenía muchas papeletas para salir a la palestra, y una semana después de que las nominaciones sorprendentes evitasen que tuviese que traicionar a alguno de sus compañeros.

Pero además el no nominar le evita entrar en el juego de traiciones y sospechas en que se ha convertido la casa desde que se hicieron públicas las nominaciones (tal vez esa sea la razón por la que el programa decidió mostrar las nominaciones de esa misma gala, y no las de la anterior, como se había anunciado el jueves), y le permitirá entrar el lunes convertido, junto a Edo y los gemelos en el pacificador de una casa en peligro de erupción (la jugada es redonda y va preparando el terreno para la final, que puede llegar en cualquier momento. Normalmente estos movimientos son muchísimo más sutiles, porque se dispone de cinco meses para ir moldeando los personajes, pero con la amenaza de cancelación encima, no hay más remedio que descararse más de lo habitual).

Y hablando ya de lo que ocurre dentro de la casa, seguimos con las carpetas. Susana ve a los gemelos (al único que conoce) muy parecidos a Alejandro, su ex, y piensa que puede ser el mismo. Tanto es así que lo llama Alejandro de vez en cuando. Siguiendo con la de Murcia, iniciaba un cierto acercamiento a Dani, como amigos; y a Edo, como no se sabe qué, pero ya está dando de qué hablar en la casa (comentan que Edo ha ido a saco a por ella, y que la chica, sin Dani, se deja querer).

Volviendo a Dani, intuyendo que le queda muy poco en la casa, ayer seguía soltando perlas. Explicaba a sus compañeros que, si no va a ganar, prefiere salir antes para hacer bolos, ya que los primeros tienen más éxito. Además, y para rematar, confesaba que no tiene pensado casarse, y que no se acordaba de la fecha del cumpleaños de su chica.

Sonia (cambiamos de carpeta), ya es, oficialmente, la viuda de España, y no es por sus razones. La chica entraba en el confesionario con la intención de pedir al Gran H el retorno de Kristian, ante lo que el Súper le dijo que no era posible porque el chico había sido expulsado de forma disciplinaria. Sonia, al escuchar con tanta claridad las palabras del programa (siempre habían andado con ambigüedades, lo que provocó que nadie creyese que Pelocho estaba expulsado), rompió a llorar con sus compañeros afirmando que necesita volver a verle “aunque como amigo”, aclaraba la canaria, que no va a caer en las redes del programa.

Mas cosas: la prueba continúa, y los tiene a todos de los nervios además de muy cansados (no les queda nada). Roces constantes entre unos y otros, y uno especialmente fuerte entre Iván y Argi. Os cuento: los dos estaban haciendo la prueba junto a Igor, cuando el humorista le recriminó que iba demasiado lenta, a lo que el vasco, dijo lo mismo. Argi, harta de críticas soltó: “iré a la velocidad que me salga del coño”, escandalizando al Tony Manero de Alicante, que vio la puerta abierta para poner en marcha su estrategia favorita: presionar a uno de los nominados hasta que salta y discute con él. El encontronazo sirve al chico para comenzar a despotricar contra la vasca, algo en lo que Dani le hace los coros: critican su velocidad haciendo la prueba y el comportamiento de Argi en la prueba 80, “haciendo de Naranjito para no hacer nada”.

Seguimos con la trama de los gemelos: Igor le confesaba ayer a Argi que sabía que eran dos personas, pero que no lo iba a contar en el confesionario para no perjudicar. A quién sí se lo contó fue a Noe y Miriam, por lo que, parece, este secreto también tiene las horas contadas.

Para terminar, un asunto menor: Igor salía de la casa para visitar al dentista (menor, porque con la cantidad de información que están soltando Edo y los gemelos  aquello del aislamiento ha desaparecido por completo de la ecuación de éste Gran Hermano, justo al igual que la audiencia).

 

 

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