TVE baraja estrenar Águila Roja en lunes

Éramos pocos… si ya estaba complicada la noche de los lunes, dentro de un mes puede ponerse imposible: TVE ya ha anunciado que en abril vuelve Águila Roja, y, entre las posibilidades que barajan, está la de estrenar la serie en lunes. La llegada de una serie de semejante calibre vuelve a cambiar el juego de poder de una noche en la que, ahora, cualquier cosa puede pasar.

Y es que el superhéroe del Siglo de Oro español es un auténtico peso pesado en la programación de la tele pública, con audiencias muy por encima de la media de su canal. Águila Roja llega con la intención de recuperar el público perdido tras el final de Isabel, y para poner aún más difícil la supervivencia de Gran Hermano.

Pero eso será  lo que ocurra dentro de unas semanas (probablemente el estreno sea el uno de abril, lunes de Pascua, y día después del fin de la Semana Santa), y de lo que  toca hablar hoy es de la batalla de esta noche. Splash mostrará los saltos de Jesulín (acompañado por la Campa y su familia), Serafín Zubiri (que en los avances aparece con el perro guía), y explicará las razones de la baja de Manu Tenorio, lesionado tras un salto excesivamente duro. Además, y es el gran atractivo de la noche, vuelve Falete para hacer un salto sincronizado con Toñi Salazar.

Ante esto, Gran Hermano promete sorpresas y dejarnos con la boca abierta (lo siento, pero después de descubrir que “nominaciones nunca vistas” eran cantar antes de nominar, no pienso entusiasmarme con semejante equipo de guionistas), en una gala en la que habrá expulsión, nominaciones públicas, entrada de concursantes y el retorno de Álvaro.

Vamos por partes: esta noche Juan Carlos, Leti y Dani se juegan la permanencia en el concurso, y, si hacemos caso a las encuestas, sería Leti la que dejase la casa; Twiiter, sin embargo, afirma que el expulsado debe ser Juan Carlos; y el sentido común (es el único de los tres nominados que  no vive en Madrid, tiene una entrevista muy potente, y solo con él se puede tener alguna posibilidad de no bajar en exceso frente al Faletazo), asegura que el expulsado será Dani.

Justo después, y entre video y video de parejas, y proyectos de las mismas (luego os  cuento un poco  más), entrarán en la casa varios aspirantes a convertirse en concursantes, aspirantes que  tendrán que cumplir una misión para quedarse en la  casa.

Además, los  concursantes (parece que nos hemos olvidado de la nominación automática de Miriam, Leti y Dani), volverán a nominar, y lo harán de forma pública (el programa no ha explicado en qué consiste, pero todo apunta a que les pondrán el vídeo de las nominaciones; nominaciones, por cierto, que ellos ya saben que serán públicas, luego os lo cuento), lo que amenaza (o no) con volver a dinamitar la casa.

Por último, el pollito volador vuelve a Gran Hermano. Álvaro, el primero en sentir de verdad el vértigo del programa, estará en el plató de la gala, aunque, todo apunta, su proceso de rehabilitación le impide, de momento, entrar en la casa (dependiendo de cómo vaya la noche  en Twitter es posible que el guión cambie).

Y todo para intentar frenar el transatlántico Splash, que vuelve a amenazar con arrasar en audiencia. Pero, por suerte para el programa, no todo se concentra en las galas. Ayer de nuevo día anodino dentro de la casa (hasta los concursantes reconocía que el domingo es un auténtico  rollo en Guadalix), en el que destacó la resolución de la prueba (que aprobaron con nota, por lo que tendrán comida), y un polémico juego del escondite de madrugada.

Habíamos dejado a los concursantes en plena fiesta (por llamarle algo) y bailando reggaetón. Por suerte para el gusto musical las canciones terminaron, y los concursantes  decidieron seguir  la  fiesta en el jacuzzi. Allí intercambiaron bromas entre los dos comandos, y jugaron al escondite, aunque  con resultado inesperado: las chicas se escondieron y los chicos fueron encontrándolas una a una. A todas, menos a Leti, que se pasó gran parte de la noche escondida bajo una manta. Las razones no eran que el escondite fuera buenísimo, sino que  el  resto de concursantes pasó de buscar a la madrileña, a la que ven fuera de la casa.

Además, ayer tocó visita del psicólogo (seguro que veremos parte de los videos  en la gala), y tuvieron consulta Kristian, Susana, y Argi. Por supuesto las imágenes no las vimos, pero sí las reacciones: Argi pareció salir con los ojos llorosos  de la sesión, y Kristian reconoció que le habían preguntado por enamoramientos (así que ya podéis imaginar lo que va a vender el programa).

En seguida vuelvo a las carpetas, pero  antes tenemos que  retomar una trama que  había quedado  aparcada hace ya más de una semana. Os recuerdo que los concursantes habían  sufrido una infección que parecían ser hongos, pero que se  transformaron en ronchas y bultitos por toda la piel. Al parecer la situación no ha  remitido, y ayer por la tarde Sonia visitaba al médico para que  le viese un extraño bulto definido por sus compañeros como “del tamaño de un huevo de avestruz”. Según explicaba la dentista, la han puesto un tratamiento, y parece que la cosa no irá a más.

Y ahora sí, abrimos carpetas: nada más salir de la visita con el psicólogo el Pelocho de Guadalix se acercó a Sonia para abrazarla y besarla (teniendo  en cuenta que acababa de hablar de enamoramientos, no hay que ser un lince para relacionar conceptos).

Por otra parte, Juan Carlos, si  sale esta noche dejará un incipiente triángulo. Si en los primeros días el madrileño reconocía sentirse atraído por Susana, después, hablaba de una relación muy especial con Lorena, y el sábado mismo hacía las paces con Noe, ayer el chico abría dos  nuevas carpetas: Raki y Argi. Insisto en que las historias acaban de empezar, pero tienen pinta de que pueden dar juego, si se queda el futbolista.

Y de una carpeta abierta, a otra más que cerrada. Susana y Dani discutían ayer por los gustos musicales. Sonia defendía el reggaetón mientras que a Dani (normal, por otra parte), le daba urticaria. Iván terció afirmando que lo que de verdad le gusta es el electro-house. Cerrada, o tal vez no tanto. Susana confesaba a Iván que se sentía mal por el vacío que le estaba haciendo la casa al DJ.

Otra carpeta: Iván y Leti (por aquello de los que se pelean se desean). El de Alicante afirmaba que la madrileña la caía mal, y lo hacía demostrando aquello de “ten cuidado con lo que deseas…”: "Lorena era buena chica pero esta no", soltaba el imitador, que remataba con otra frase mítica “yo seré lo que sea, pero una cosa que tengo es que no tengo nada de maldad” (Olé, que diría uno de sus imitados).

Seguimos con Ivan, que explicaba que, cuando vivía en Barcelona tenía una novia que se quedó con todo (madre mía, como sea real cierto relato que circula por ahí…). Además contaba que, en su casting, todos los aspirantes parecían de Gandía Shore (¿y entonces por qué le cogieron a él?), y terminaba la conversación pidiendo no volver de los 80 (¿por qué no crean un agujero de gusano en la casa y lo envían a los 80, pero los de verdad?. Eso sí sería vértigo).

Antes os comentaba que los concursantes ya saben que las nominaciones de esta semana serán públicas (nadie sabe el por qué, pero Miriam, Sonia, Argi y Noe lo daban ayer por hecho), y han preparado una estrategia al respecto: para evitarse problemas, sus nominaciones serán al azar, con lo  que puede pasar cualquier cosa.

Y para terminar, anoche la comida volvió a dar juego: Argi montaba en cólera al descubrir  que alguien se había comido su último yogurt. La chica insultaba a sus compañeros en euskera y amenazaba con poner su nombre a la comida. Lo mejor de la bronca es la espectacular actitud de Kristian: “deberían poner un vídeo con la persona que lo hace para que se le caiga la cara de vergüenza”, afirmaba el madrileño, conocido por coger galletas todas las noches.