"Si no hubiera dejado de trabajar, ahora no estaría aquí" dijo Kiko

Eterna la entrevista que se marcó el hijo pródigo del programa, Kiko Hernández. Recordemos que el colaborador abandonó su puesto tras una larga temporada en televisión. Kiko, siempre tan hermético, rompía a llorar en directo y aseguraba que necesitaba alejarse de la tele un tiempo, que no era feliz.

Había pasado una semana muy complicada tras la polémica con Saray Abellán y con su papito, José Antonio Abellán. Amenazas de denuncias, fuertes broncas en Twitter, un asunto que le dejó bastante mal y una supuesta traición hicieron que el colaborador más importante de la tele se diera un respiro.

Un problema hasta entonces ocultado y que pocos de su entorno sabían.

Anoche fue el momento elegido (por él y por su productora que necesita un revulsivo) para dar explicaciones. “Todo empezó cuando te levantas de la cama, te miras al espejo y te das asco” aseguró Kiko que ha afirmado haber pasado por un calvario. “Cuando vi la entrevista de Belén me di cuenta de que tenía el mismo problema que ella, eso me hizo reaccionar”, una afirmación bastante ambigua que a buen seguro dará espacio para todo tipo de especulaciones. “No quería salir de casa, me daba miedo, llegas a situaciones ridículas como llamar a un vecino o a un familiar para que te acompañe a comprar el pan” aseguró mientras contaba episodios muy duros. “Cuando peor lo pasé fue a partir del 22 de diciembre, me quedé en la cama diez días y no paraba de llorar, e incluso llegué a pesar en hacer una locura”. Ante tanto dramatismo, explicó el porqué de su tristeza “me sentía que no tenía nada, he descuidado a mi familia, todo lo intentaba cubrir con trabajo. Sé que estamos en una situación muy jodida y que los trabajos están contados pero yo no podía seguir trabajando. No me sentía cómodo y por eso fue a los directores y les hablé de quería dejarlo. Es una decisión de la que no arrepiento porque si no ahora no estaría aquí” aseguró Kiko con ojos brillantes y voz entrecortada.

Relató cómo es su vida después de la tele “es como si te olvidaras de comer y empezarás poco a poco a usar la cuchara” aseguró. Mientras, sus compañeros, que le recibieron con los brazos abiertos, le reprocharon el no haberse abierto antes y tragarse todos los problemas.

Kiko ha pasado tres meses llenos de incertidumbre y reflexión, pero según asegura ha llegado con mucha fuerza. Tanto es así, que en breve presentará su propio programa en Telecinco.

La noche estuvo llena de sorpresas como la visita de Mercedes Mil.a que, como es habitual, llegó con una rosa en una mano y un puñal en los dientes. Mercedes le dio la bienvenida pero le recordó que ya le advirtió que al final el veneno que echaba, iba a acabar por envenenarle a él. Kiko negó la mayor pero se arrepintió públicamente de haber trabajado en algunos programas donde ha insultado y dicho cosas que no son verdad por un cheque. “Todos los de mi edición, hace 11 años fuimos a parar al mismo sitio, cuando sales no sabes nada y es muy fácil que piques” le dijo a Mercedes.

Además, otro de los momentos clave fue el reencuentro con Lydia Lozano. Se dieron un abrazo pero la entrevista estuvo llena de reproches y rencores. “Te doy un abrazo pero tenemos que hablar” le dijo a Lydia que apenas muestra ya aprecio por el colaborador. Una actitud fría y distante que sorprendió al resto de colaboradores que años antes habían sido testigos de una amistad poderosa. “Tu y yo solo hemos tenido una amistad basado en lo laboral”, le dijo a Lydia que ni se inmutaba.