El Resucitado y la Virgen del Rosario se encontraron hasta en tres ocasiones durante un largo desfile

Parecía imposible que con lo ocurrido en los días anteriores la Procesión del Domingo de Resurrección pudiese salir a la calle con absoluta normalidad, pero así ocurrió. Un tiempo inestable pero tranquilo (la lluvia solo hizo acto de presencia cuando ambas imágenes ya estaban en la Puerta del Sol), permitió un Encuentro de la Virgen del Rosario con el Resucitado que no quiso perderse ni siquiera el Sol, que acompañó a ambas imágenes después de reunirse en la Plaza.

La mañana comenzaba algo después de las once en la sede de la Hermandad de la Virgen del Rosario, donde la comitiva que iba a participar en la procesión se reunía para organizar el cortejo en el que, por cierto, destacaba una enorme caja que iba a ser protagonista del momento del Encuentro. Y es que, para aumentar la espectacularidad, la Hermandad decidió aumentar el número de palomas que se iban a soltar en la Plaza.

En formación los Caballeros y Damas de la Virgen del Rosario, las Goyescas, los estandartes y la Banda de Música iniciaron un corto trayecto hasta la San Juan Evangelista donde les recibió el párroco para desearles "Felices pascuas".

Y además no estuvieron solos, pues entre las autoridades, además del alcalde, concejales y resto de Hermandades, se encontraba el Presidente del Senado, Pedro Rollán que incluso recordó sus momentos como alcalde llevando sobre sus hombros a la Virgen durante la Procesión.

Pero eso sería mucho después. A las 11:30 el Resucitado iniciaba su camino, algo más largo que en anteriores ocasiones, y lo hacía con un ambiente festivo que contrastaba mucho con la comitiva que iba a acompañar a la Patrona de Torrejón, totalmente cubierta de negro. Así la Virgen del Rosario iniciaba un corto camino hasta el interior de la Plaza donde esperaba la llegada de su Hijo para celebrar el ritual ya conocido: Ella gracias al esfuerzo de sus anderos, se postra mientras el Resucitado se eleva a los cielos, tras lo cual pierde el velo negro y el vuelo de palomas acompaña al repicar de campanas.

Pero el primero de los tres Encuentros que iban a tener las imágenes no había terminado. Así en una Plaza abarrotada ambos pasos bailaron tras las palabras del párroco de San Juan Evangelista, y lo hicieron antes de que los fuegos artificiales pusiesen el cierre al acto del Encuentro.

Tras ello las imágenes iniciaban un viaje por las calles de la zona centro en el que el Sol les acompañó, y que dejó momentos para el recuerdo, como la "Encarnación coronada" interpretada por la Banda de Música al llegar a Plaza de España; la versión instrumental del himno de la Virgen del Rosario en la calle Pesquera; o el ver a Pedro Rollán y Alejandro Navarro, entre otros, convertidos en anderos en plena calle Cristo.

Cumpliendo los horarios, algo después de la una y media de la tarde, la Procesión llegaba hasta la Plaza Mayor, y lo hacía para celebrar un segundo Encuentro a las puertas de la iglesia. Eso sí, exactamente igual que ocurrió en la tarde del viernes en Alcalá y Madrid, el tiempo cambió en pocos minutos, cubriéndose el cielo por completo, e incluso empezando a caer algunas gotas.

Pero, a diferencia de lo ocurrido dos días antes, esta vez la lluvia fue solo una invitada sorpresa al final de la Procesión, dejando que pudiese realizarse el Baile final entre las imágenes de la Virgen y el Cristo, tras lo cual ambas entraron juntas en la iglesia. Ya dentro del templo, y tras dejar que la comitiva entrase en el mismo, llegaba el último Encuentro: la Virgen y el Resucitado iniciaban un trayecto por las naves laterales con la intención de encontrarse frente al Altar Mayor donde quedarían situadas para presidir la misa solemne del día de Pascua.