Una tamborrada en el interior de la iglesia cerró la primera procesión de la Semana Santa

Era la primera, y si se cumplen las previsiones, una de las pocas procesiones que va a salir a la calle esta Semana Santa, y por eso había que hacer algo especial. Así la Borriquita entraba en la Iglesia desfilando al ritmo de un "La muerte no es el final" entonado por la BRIPAC, justo antes de que los paracaidistas, ya en el interior de la iglesia, hiciesen bailar el paso con una emocionante tamborrada. Pero esto era solo el final de una larga mañana dedicada, como no podía ser de otra forma, a Luisi, la Dama de la Hermandad del Rosario fallecida hace pocos días.

Los "paracas" eran protagonistas desde primera hora de la mañana, iniciando un pasacalles "despertador" que recorrió las calles de la zona centro desde las diez para anunciar que comenzaba el Domingo de Ramos. A las once la acción se trasladaba al centro de la Plaza, donde se producía la Bendición de Ramos con un invitado muy especial, pues el mismísimo presidente del Senado, Pedro Rollán, acudía a la celebración.

Tras el acto, y en una breve procesión, la Hermandad del Rosario y los fieles entraban en la Iglesia, donde celebraban una misa cantada con la participación del Coro de la Hermandad. Y algo después de las doce y cuarto comenzaba la procesión propiamente dicha. Así, y tras colocar la imagen de la Borriquita de cara a la Puerta del Sol, los Caballeros y Damas la cogían sobre sus hombros para salir de la iglesia de San Juan Evangelista en un recorrido de algo más de una hora por la zona centro.

Y como ya es habitual, la procesión estuvo cargada de momentos, como el "La muerte no es el final", que entonó la BRIPAC en la calle Granados; o el paso por una Plaza abarrotada donde destacaban las palmas llevadas por los vecinos y las autoridades. Sin embargo, el momento más especial se producía en Ronda de Saliente. donde eran los vecinos los que llevaban sobre sus hombros la imagen que abre la Semana Santa en Torrejón.

Y entre esos vecinos, varios concejales, que no perdieron la oportunidad de transportar la imagen del Cristo del Amor. Ya en la calle Hospital, y tras retirar las mesas de las terrazas, los paracas entonaron una salve antes de llegar a las puertas de la parroquia, donde se iba a producir el fin de fiesta. Así, tras colocarse en la explanada de entrada, la BRIPAC comenzó a entonar una vez más "La muerte no es el final", mientras que los 33 anderos del Rosario desfilaban al ritmo de la música.

Tras ello, y con una levantá al cielo que estuvo acompañada por el estandarte de la Hermandad, tocaba escuchar el himno de España antes de entrar en la iglesia, donde se repitió, esta vez coreografiada, la maniobra que hizo girar directamente el paso para enfilar el lateral de la parroquia, dejando pocos centímetros entre la imagen y la puerta del templo. Una maniobra, por cierto, aplaudida por el resto de hermanos congregados en la puerta.

Pero aún había más, pues tras entrar la imagen, también lo hizo la BRIPAC para dedicar una tamborrada final dentro del templo que hizo retumbar las paredes de la parroquia, y bailar a la imagen de la Borriquita hasta llegar a los pies del Altar. Tras ello, y para cerrar la procesión, un momento muy especial, pues la Presidenta, que estrena su primera Semana Santa en el cargo, utilizaba su alocución final para desvelar que la procesión se había celebrado en recuerdo de Luisi, y para desear suerte a la Hermandad de la Vera Cruz en las procesiones que tiene por delante.