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04
Jul
2021
Un Pinocho cualquiera PDF Imprimir E-mail
Punto D Vista - Otra mirada
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Jesús Hernández Gallardo

La vida nos va mutando, nos hace entender nuevas corrientes de opinión, pensamientos que parecen desbancar a los anteriores como si hubieran caducado, tan solo exponen diferentes maneras de entender la misma sociedad. Cada persona va perfilando en su mente un modelo social que considera más apropiado a su perfil, ese que nos acompaña siempre pero que se identifica con uno mismo y parece tatuar en la mente esa manera de entender.

Cada cual se deja llevar y asume en sí mismo esa cuadrícula mental, la sistemática que adoptas y anhelas fuera la que guiara tus esquemas mentales por ese tramo de vida que te toca patear. Por lo tanto es legítimo pensar de esa o de cualquier otra manera, sin que pueda entrar en posiciones dictatoriales. Por otra parte hemos de ser consciente de que otras personas entran en el azar del pensamiento y, como uno mismo, pueden asimilar posturas interiores distintas a las que uno mismo defiende. Esa es una de las señas principales de la diversidad, de la democracia; así lo entendemos y así lo impulsamos colectivamente, para que se lleve a efecto y se respeten las reglas sociales de un colectivo, que podría ser un país, por ejemplo. De ahí nacen los pactos, las leyes, las constituciones que alojan en su contenido las premisas comprendidas por el conjunto de la ciudadanía, los principios básicos que están dispuestos a aceptar la sociedad en su conjunto.

En España, tras la dictadura de Franco, se entendía que habría que reformar normas y entrar en el debate colectivo que haría nacer otras leyes que nos guiaran al futuro, que marcaran un camino democrático que contuviera opiniones varias y que finalmente pudieran llegar al consenso deseado. Así nació la Constitución actual, aprobada por amplia mayoría en el año 1978, la que domina toda una legislación moderna que nos distribuye geográficamente por Autonomías y nos dota de características propias que distinguen y facilitan la diversidad de España.

Pero la política se puede convertir en un sendero marcado, como las cartas de los tahúres, esos jugadores sin escrúpulos que consideran los cambios, los virajes como un evento del juego que ellos manejan y manipulan; se trata pues de una derivada sucia y manchada de corruptelas. Eso pasa con el actual Gobierno de Pedro Sánchez, un gobernante oportunista que, con tal de ejercer la gobernabilidad de España, es capaz de intoxicar las Leyes y Constitución, torcer las normativas y poner en jaque cualquier legalidad. Su pírrica mayoría simple le hace soltar lastre políticamente, haciendo que otros participen con dudosas intenciones democráticas y colectivas. Podemos, los independentistas catalanes y vascos han dado muestras de conflictos con la Constitución, entran en debates ajenos a la calidad democrática y, lo que es peor, tachan de fascistas a quienes defendemos los principios constitucionales. Si nos parásemos a analizar uno por uno cada caso, no pararíamos de encontrar mutaciones interesadas que ensombrecen la legalidad, que buscan retorcer la tónica legal y abrir interpretaciones que dejan de ser legales, asfixiando y falseando principios democráticos.

Estamos encallados en la actualidad en estas "sinfonías", esos cantes interpretativos que se alejan de los contenidos constitucionales y tenemos de director de orquesta a un tipo que odia a España. Lo que hace falta es que nuestra sociedad pueda llegar a entenderlo y utilice las citas electorales con un criterio atinado.

Por otra parte lo que se promete al electorado en las campañas deberían ser palabras marcadas a sangre y fuego, pero en el partido de Pedro Sánchez no es así, porque su doctrina cimbrea como una veleta, un cambio que no corresponde a la seriedad de unas siglas que están desamparadas a criterio de un político sin escrúpulos que fluctúa al renglón de fuerzas políticas de las que depende. Son cartas marcadas en una sociedad democrática que no debería tolerar tales aberraciones.

Jesús Hernández Gallardo

Exfuncionario del Estado

Torrejón de Ardoz

 

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