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21 May 2013 |
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Los aspirantes a chef tuvieron que cocinar en tres hoteles punteros de Madrid
Para esta ocasión, el programa se reservaba una sorpresa: doble expulsión. La prueba del reto creativo, que consistía en cocinar un pollo relleno iba a decidir el nombre del próximo expulsado, aunque a la vista de los resultados (casi todos eran incomibles) podría haber sido cualquiera de ellos. Así, el programa comenzaba con un enorme pollo relleno encima de la mesa. Pepe, Samantha y Jordi lo mostraban orgullosos y les pedían a sus concursantes que respetaran el tiempo de horno, ya que si no, el pollo estaría crudo. Y aunque Pepe se lleva cualquier cosa a la boca, no estaba dispuesto a probar pollo crudo con carne picada cruda. A priori la prueba parecía sencilla y la verdad que cualquiera puede hacer un pollo relleno, sobre todo en Nochevieja, pero la presión del directo (o falso directo), unos jueces inquisidores y el handicap del tiempo consiguieron que los aspirantes no hicieran un trabajo ni medio decente. Es más, fue de las pruebas que han tenido en general un resultado peor y si exceptuamos la que propuso Torreblanca, la peor. Los aspirantes, muy animosos comenzaron a vaciar el pollo y hacer el relleno. Posteriormente lo zurcieron, momento que aprovechó Maribel para asegurar que ha sido presidenta de la Asociación de Bolillos de su pueblo. Pepe la escuchaba con atención y alabó su buen hacer con la aguja aunque reconocía que era un poco exagerada. Una vez relleno y cosido, llegaba el momento de hornear. Los jueces lo dijeron varias veces: cuarenta y cinco minutos a 200 grados. Pero no todos lo debieron escuchar porque Fabián y Noé iban a su ritmo y metieron el pollo en el horno con tan solo 20 minutos para hornear, el resultado: un pollo crudo, la carne cruda y un pollo más grande en forma de bronca monumental de los chefs. Ninguno de los trabajos merecían la pena ser comidos y el jurado solo salvó de la quema a tres: Juan Manuel, Cerezo (que consiguió el tercer puesto por lo zorro que es y pos sus trucos) y a Eva. Los peores sin duda fueron los más crudos: Noé (que tuvo un resultado pésimo) y Fabián (al que los jueces tienen un cariño especial y de momento le salvan de las expulsiones). Fabián presentó un plato poco estructurado, sin ningún gusto y el pollo y la carne cruda. Mientras que Noé ya había sido avisado desde hace semanas se llevó la peor parte: la expulsión. “Pido perdón a las 8800 personas que han intentado entrar en el casting por elegirte a ti, yo reconozco, me he quivocado” aseguró Pepe a Noé que ya adelantaba que el próximo expulsado era él. De la prueba salieron los tres mejores como capitanes de tres equipos especiales. Eva junto con Juan David y María, Cerezo con Fabián y Maribel y Juan Manuel con Clara y José Luis formaron los equipos para concinar en tres lujosos hoteles del Madrid: el Ritz, el Palace y el Hesperia. Y como comensales famosos de toda índole como José Toledo, Jesús Álvarez o Francis Lorenzo. Los equipos debían de preparar el té que se sirve en los hoteles que se compone de tres platos. El capitán eligió las tareas y mientras que Eva y Cerezo cogieron el más sencillo, Juan Manuel se atrevió con el “coco” de su menú. La prueba con muchos nervios y casi el desvanecimiento de Fabián que día a día va demostrando que no tiene ni el nivel ni la templanza suficiente para estar en el programa, tuvo resultado mediocre aunque los famosos no se quejaron en demasía. El más pequeño de los concursantes estaba fuera de sus casillas. Su cometido eran unos macarrones de hojaldre pero la repostería no es lo suyo y fue ayudado por el chef del hotel en varias ocasiones. El plato era el más difícil, pero los jueces tuvieron un trato de favor evidente hacia el concursante que no hubieran tenido si se hubiera tratado de otro. A pesar de los favores, Fabián presentó un plato pésimo aunque se salvó de llegar a la prueba de los peores. Samantha prefirió escoger a un Cerezo vaguete que se limitó a hacer unas tapas de tasca en el Ritz. Los restantes menús fueron mucho mejores aunque el elaborado por Juan David recibió críticas y halagos a partes iguales o el de Juan Manuel, que con sus chupitos se metió en el bolsillo a los famosos. Entre las celebs la estrella fue Maribel que se hizo fotos y mandó saludos y Clara a la que Francis Lorenzo quería conocer de manera especial. Los peores fueron Cerezo, José Luis y María. Los restantes estaban salvados y podían ver los toros desde la barrera. La prueba de eliminación consistía en un solomillo de Wellington que se elabora con una masa de hojaldre previamente cubierto de panceta y queso. Un plato para salir rondando que llevó al veterano hasta la desesperación. Cerezo demostró por su prepotencia y poca consideración con sus compañeros por qué no debería seguir en el concurso pero llegó José Luis y con un solomillo crudo y una salsa insípida le adelantó en su camino a la salida. Así, el concursante de 58 años se despidió con lágrimas en los ojos del programa aunque reconocía que se llevaba una gran experiencia que contar a sus nietos. Con la expulsión de Noé, las redes se revolucionaron y el programa llegó superar el 50 por ciento de share social. Además más de media docena de TT en Twitter le convirtieron en lo más seguido del momento por delante de la entrevista de Aznar o “El Debate de GH”. La semana que viene los aspirantes tendrán que viajar al País Vasco donde cocinar bajo la atenta mirada de Pedro Subijana. La protagonista será la anchoa y tendrán que “mojarse el culo” si quieren seguir en el concurso. Bye, bye |