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25 Nov 2012 |
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Los rumores que colocan a Aguirre en el puesto de Botella se deben a la cercanía del anuncio del emplazamiento final del macrocomplejoEn los últimos días, y dando por descontado que Ana Botella no se comerá las uvas en la Puerta del Sol, han aparecido dos nombres acechando el trono de la mujer de Aznar: Esperanza Aguirre y Ana Mato, dos mujeres dispuestas a luchar por quedarse con un consistorio que viene con regalo sorpresa: el control casi seguro de Eurovegas. Y es que es precisamente el inminente anuncio de la ubicación del macrocomplejo el que está provocando movimientos subterráneos dentro del PP madrileño. La entrada, vía IFEMA, de la capital en el proyecto que va en cabeza en los intereses de los inversores parece ser la clave que explica por qué se han filtrado precisamente esos dos nombres. Pero hagamos memoria: Ana Botella se convierte en alcaldesa por designación al convertirse Gallarón en ministro, en algo que se interpretó como una clara victoria del ala liberal del partido popular. Sin embargo, la pésima gestión de Botella al frente del Consistorio amenaza con hacer perder al PP un feudo que considera suyo, aunque, en realidad, nunca lo ha sido: las victorias del partido en Madrid han sido siempre exclusivamente por el peculiar estilo de Gallarón, capaz de aglutinar en torno a sí a gran parte del voto indeciso, un voto que, de otra manera, y en otras elecciones, optaba por la abstención u otras opciones políticas. Pero eliminado Gallardón, ahora hay que recuperar el favor de los madrileños por las siglas, y no tanto por las personas; o bien buscar otra figura carismática capaz de recuperar el efecto Gallardón. Como representante de la primera opción se sitúa Ana Mato, la polémica Ministra de Sanidad que llegaría muy tocada tras el copago farmacéutico, la eliminación de productos de la Seguridad Social, y la retirada de tarjetas sanitarias a buena parte de la población; y como representante de la segunda opción se encuentra Esperanza Aguirre, la ex presidenta de Madrid que dejó el cargo justo antes de tener que tomar medidas tan polémicas como el nuevo modelo sanitario, el cierre de colegios o la venta del Hospital de Torrejón. Y en medio de esta guerra subterránea, estalló el Caso Madrid Arena, un terrible asunto que le ha quedado muy grande a la alcaldesa de Mari. La gestión del Consistorio madrileño ha acelerado un proceso que debería haber sido mucho más lento, haciendo saltar por los aires las estrategias de las dos facciones el PP, y que coincidirá en el tiempo con el anuncio del emplazamiento del mayor proyecto inversor de la España actual: Eurovegas. Precisamente, la llegada del macrocomplejo, y su emplazamiento casi definitivo en Paracuellos- Torrejón es el último eslabón de la guerra larvada en el PP madrileño. Rajoy intenta colocar a Ana Mato en Madrid para sacarla del Ministerio de Sanidad y así poder poner en marcha la reforma de la Ley Antitabaco de Zapatero, conditio sine qua non para que Eurovegas se construya en España. Mato, representante de la rama más socialdemócrata del PP, se niega rotundamente a tocar una coma de la polémica Ley, aunque eso cueste a España el único salvavidas al que agarrarse para salir de la crisis, por lo que situarla como alcaldesa desbloquearía una situación que tarde o temprano le estallará en las manos a Rajoy. Por su parte, Aguirre, verdadera pieza fundamental a la hora de conseguir el proyecto gracias a su amistad manifiesta con Sheldon Adelson, volvería a estar al frente de las negociaciones si consigue la alcaldía de la capital, ya que, tras la entrada de IFEMA en el proyecto Paracuellos- Torrejón, son tres los municipios que forman parte de la candidatura, opción que, precisamente por eso, se encuentra muy por delante ya de la que representa Alcorcón. Con Aguirre en la alcaldía la rama liberal del partido conseguiría un doble objetivo: afianzar el control sobre la capital de España, situando, además a la única persona capaz de mantener los resultados de Gallardón; y mantener bajo su manto el proyecto Eurovegas, que amenazaba con caer del lado de Rajoy si la ubicación elegida era la de Paracuellos.
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