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21
Abr
2013
Gran Hermano 14 (GH 14): el otro pacto sevillano, el Susargismo contra los Gemelos, y Sonia, ¿la nueva Indhira? PDF Imprimir E-mail
Los Blogs del Telescopio - El Choniblog
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Tan solo 24 horas después de pactar con Desi, los Gemelos pactan con Adrián nominar a la sevillana

La casa está en plena ebullición en los dos últimos días: traiciones, pactos, contra pactos, e intentos de convencer a unos y otros se suceden en un escenario en el que es prácticamente imposible saber que va a ocurrir en la próxima nominación. Todos dan por hecho que Igor saldrá el lunes, y ya varios reyes dispuestos a ocupar su trono.

Si ayer hablamos de la aparición de cuatro grupos muy equilibrados, hoy la situación es totalmente distinta: los Gemelos, integrantes del complot sevillano, junto con Desi e Iván, cambiaban de lealtades durante la fiesta de anoche, y pactaban con Adrián nominar a la de Sevilla (ahora habrá que ver a cual de los dos grupos traicionan, aunque teniendo tres nombres, lo más probable es que no traicionen a ninguno, y voten Argi, Susana y Desi). Eso sí, en el juego de grupos la traición a Desi deja a la chica completamente sola en la casa, ya que Iván intenta controlar ahora al grupo de los nuevos (cuidado, porque ya anoche la de Sevilla comenzaba un nuevo acercamiento a Iván, confesando que estaba empezando a gustarle), mientras que los Gemelos han vuelto al redil del Susargismo, al menos de boquilla.

Precisamente la diferencia entre lo que dicen y hacen los Montoya es la clave, según explicaba, para entender la ruptura de Susana y Gonzalo. La de Murcia afirmaba que le encanta el Gonzalo que dice ser, pero que no le gusta nada el que demuestra ser (inteligentísima decisión que le acerca el maletín). Y es que ayer los Gemelos dieron otra muestra de lo que, en román paladino, llamamos hipocresía: le aconsejaron a Kristian que pidiese perdón por las razones del castigo, a lo que el Pelocho, con razón, les dijo, “perdón por qué” (básicamente, querido Kristian, por obligar a la productora a pagar horas extras a los redactores si no os vais a dormir a una hora decente, algo que, como no, choca con la rentabilidad de la producción del programa); a lo que los Gemelos le respondieron, “da igual, tú pide perdón” (olé hay los principios y el perdón sincero. Una hipocresía que, una vez más, deja al descubierto al programa, que se justificó en el perdón de los Gemelos para no expulsarles tras el incidente del puff. Ahora que han dejado muy claro que el perdón no era sincero, el programa debería replantearse su decisión. En palabras que entiendan los responsables de la Gala: ahora tienen la excusa perfecta para expulsar a los Gemelos, ya que la historia con Susana no da más de sí).

Tan sincero fue el perdón que Carlos no tuvo el menor problema en volver a tener una fuerte discusión con Argi a costa de la ruptura (discusión, por supuesto, convenientemente censurada por el programa, y de la que tuvimos que enterarnos por las conversaciones posteriores). La bronca provocaba que, una semana más, Argi no estuviera cómoda en la fiesta, y que se convirtiera en la protagonista de la misma, al ser la comidilla de Susana y Adrián, y que, por primera vez, hablase claramente con Susana de la posibilidad de nominar a los Montoya (preveo que si finalmente se atreve a hacerlo, los aplausos van a dejar en nada a los de la nominación de Igor).

Pero no todo es alegría en el grupo Susargista. Adrián y Susana se enfrentaban por la mañana a costa del desayuno. El chico se levantó con el resto, pero no para desayunar, sino para esconder sus tostadas, y evitar que se las comieran los demás. Susana se lo recriminaba y tenían una pequeña bronca, aunque luego con Argi, la cosa fue a mayores. El dúo fantaseó con lo que hubiera ocurrido de ser ellas las que lo hubieran hecho.

Y dejando a un lado el Susargismo, vamos con los Pelochos, donde comienza a mascarse la tragedia. Saray y Kristian no dejan de tontear siempre que Sonia no está cerca, lo que tiene, por cierto, encendidas a las carpeteras. La chica le busca y él se deja querer, aunque Sonia piensa que la que quiere quitarle a su Cris es Yessica. Así las cosas, solo es cuestión de tiempo que Sonia sienta un ataque de celos que nos recuerde a esos grandes momentos de GH 11 (¿a ver si al final no se han equivocado tanto con el casting?. Eso sí, que el programa sea consciente de que, si hay nuevo Indhirazo, Kristian perderá toda opción de llevarse el premio, por mucho video amoroso que pongan, o broncas que escondan en las galas). De momento Sonia vive traumatizada (el término lo ha puesto ella) porque a sus compañeros de convivencia no les gusta su puré.

Los gritos del exterior continúan, y en esta ocasión era Raki la destinataria, a la que pusieron por las nubes dándole un subidón de adrenalina (precisamente el mismo que perdió por la noche, al quedarse otra fiesta sin beber, por culpa del relajante muscular que está tomando). Desi sigue empeñada en que le griten a ella, “aunque sean burradas” (cada vez tengo más claro que ella quiere que griten desde fuera que ha robado el maquillaje para que se líe dentro de la casa, y buscar un Deluxe con Argi cuando salgan).

Y mientras, la vida sigue en la casa: la prueba semanal terminaba con una competición entre chicos y chicas para ver quién hacía más flores, una competencia, que, como casi siempre, se llevaron las féminas. Eso sí, el pique ha hecho que sea muy probable que superen la prueba (esta tarde lo sabremos), y tras el duro trabajo, la fiesta, una fiesta, por supuesto ambientada en Sevilla, con su típica música rociera (Papi Chulo, Bisbal, el Gangman Style, y hasta el Vértigo de U2), y en la que no faltaron los rebujitos, aunque, eso sí, para evitar sorpresas, muy rebajados, según afirmaba Adrián. La fiesta comenzaba con todos los concursantes acicalándose, ante lo que las chicas estuvieron a punto de amotinarse por no tener maquillaje, Al final, donde no llega el dinero sí lo hace el ingenio, y las concursantes se pintaron con los rotuladores de la prueba (las cosas como son, no quedó tan mal), aunque Raki fue bastante más lejos: al perder el pintalabios lo sustituyó por pintauñas (qué pensará Lorena de esto), y bromeaba con que iba a necesitar acetona para quitárselo.

Hoy termino cumpliendo un deseo de los, cada vez más, lectores de este Choniblog. Como seguro ya os habréis dado cuenta, en la columna de la derecha hay instalado un minichat donde podéis opinar de lo que ocurre dentro de la casa.

 

 

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