Repasa, en su blog, lo ocurrido en la localidad desde el estallido de la Operación Bloque

La vuelta de Ginés sigue dando juego en Coslada, y es que, tras el encierro de los portavoces de la oposición en protesta por la no apertura de un expediente al Oficial de Policía sólo quedaba por conocer el posicionamiento del responsable de IU en la localidad.

Pedro San Frutos daba su versión de los hechos a través de su blog, y lo hacía repasando lo ocurrido en la localidad desde el comienzo de la polémica Operación Bloque. San Frutos alude a la existencia de una Inquisición en la localidad capaz de infundir miedo a políticos, medios y gran parte de los vecinos para conseguir sus objetivos.

En referencia al retorno de Ginés explica una secuencia de hechos que poco tiene que ver con lo conocido hasta ahora: “Todos los partidos políticos, en junta de portavoces, acuerdan agotar la vía judicial presentando los pertinentes recursos para defender los intereses del municipio. A pesar del acuerdo, y de las manifestaciones del gobierno municipal de que se opondrá a la reincorporación del Oficial de Policía, se inicia una fuerte presión a través de la red tejida a lo largo de los años que culmina en una Manifestación para, supuestamente, obligar al Ayuntamiento a no readmitir al funcionario. La convocatoria la realiza uno de los partidos que forman parte del Ayuntamiento, ARCO, y que estaba de acuerdo con la decisión adoptada en la Junta de Portavoces. A esa convocatoria acuden los portavoces del PSOE y de UPyD, que también estaban de acuerdo con la decisión adoptada por el Ayuntamiento y eran conocedores de que el recurso se estaba preparando. Las preguntas surgen de forma inmediata: ¿por qué se convoca la manifestación si había acuerdo?,  ¿por qué acude el portavoz del PSOE cuando no lo había hecho cuando era Alcalde y la reivindicación era la misma?, ¿qué haría cualquiera de los portavoces que acudieron si formaran parte del gobierno y los Tribunales les obligaran a la reincorporación?. Las respuestas pueden ser varias, la mía es que han cedido a la presión de los Inquisidores Generales y prefieren denunciar a su vecino para no ser acusados de herejía. IU no cede a la presión y mantiene la misma postura que lleva argumentando desde el inicio del caso Bloque: defender el estado de derecho y exigir a los Tribunales la máxima diligencia para resolver un asunto que generó alarma social. Nuevamente IU se queda sola ante la Inquisición, pero la presión no ha conseguido que participemos en el auto de fe programado. Podríamos entender, y compartiríamos, que se convocaran movilizaciones para exigir a los Tribunales la diligencia imprescindible para que la justicia sea efectiva, pero en lugar de eso se carga contra los políticos y el Ayuntamiento y algunos de los que participan olvidan que son parte del objetivo de los inquisidores. Parece que ya no importa que la carga de la prueba recae sobre el que acusa y no sobre el acusado, que existe la presunción de inocencia para todos los ciudadanos y no solo para los que a nosotros nos interesa, que si admitimos que alguien pueda ser condenado sin juicio previo estamos abriendo paso al totalitarismo y el fascismo, que las víctimas de la discrecionalidad podemos ser todos y especialmente los más débiles. ¿Tan pronto nos hemos olvidado de los juicios sumarísimos del franquismo y del Tribunal de Orden Público?. Para los Inquisidores el fin justifica los medios, y por eso no dudan en utilizar todas las armas a su alcance para consolidar su red y someter a sus designios a toda una sociedad. Todo lo relacionado con la operación Bloque no es más que una excusa para lograr dominar la ciudad, no importa lo que haya de cierto o no en este asunto judicial para ellos es una oportunidad para construir su secta. Tanta presión ejercen que los ya sometidos están dispuestos a adoptar medidas, de dudosa legalidad, que en cualquier otro caso ni se plantearían. No se puede montar una trama para bordear la legalidad y eso es lo que puede ocurrir”.

“Escribo esta denuncia, cuando lo más fácil y rentable es el silencio, para demostrar que no van a conseguir su objetivo porque siempre habrá alguien dispuesto a denunciar sus métodos y objetivos. Los que han sucumbido a la red inquisidora, pensando que pueden quedar al margen de sus acusaciones, se equivocan porque primero les utilizarán y luego los quemarán en la hoguera cuando se queden sin herejes que condenar. Tampoco se verán al margen de las conspiraciones los que guardan silencio cuando tienen capacidad para colaborar en su desmantelamiento, los inquisidores necesitan víctimas para mantener su poder basado en el miedo y ya están organizando el próximo auto de fe. A los Inquisidores Generales y a sus lacayos, no les importa que sigan sumándose día a día nuevos parados a la listas del INEM, que el nivel de protección social esté cayendo de forma escalofriante, que la sanidad y enseñanza pública estén en riesgo de extinción si se mantiene la política actual, que en Coslada  se hayan eliminado las subvenciones a entidades sociales, culturales, deportivas o vecinales, que no se haya ejecutado el presupuesto de cooperación, que haya familias que no pueden pagar el comedor o los libros de sus hijos o que existan personas que son desahuciadas de sus viviendas por no poder pagar la hipoteca y que tampoco saben lo que podrán comer mañana. Para ellos lo importante es ejercer el terror para conseguir el máximo control, la política es un obstáculo para sus objetivos y tienen que conseguir desvincular a la ciudadanía de la “cosa pública” para ser los auténticos amos de nuestro destino. Los que conocen Coslada creerán identificar a los Inquisidores Generales con facilidad, espero que nos los confundan con los tontos útiles que les dan cobertura y ejecutan sus deseos”, concluye el portavoz de IU.

Enlace: artículo en el Blog de Pedro San Frutos