Diego Rodríguez es el jefe de Nefrología

El Dr. Diego Rodríguez Puyol, director científico de la Fundación de Investigación Biomédica del Hospital Universitario Príncipe de Asturias, centro público de la Comunidad de Madrid ubicado en Alcalá de Henares, ha recibido el diploma al mérito clínico investigador “Santiago Ramón y Cajal” 2024, otorgado por el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). El Dr. Rodríguez Puyol compagina su labor al frente de esta entidad con la de jefe de Servicio de Nefrología del hospital y catedrático de Medicina de la Universidad de Alcalá.

El Comité Evaluador de estos diplomas ha destacado la contribución de este profesional al entendimiento de mecanismos moleculares y clínicos en enfermedades renales y cardiovasculares, así como en el envejecimiento celular. En concreto, el Dr. Rodríguez Puyol ha identificado el papel crucial de la quinasa vinculada a integrinas (ILK) y su implicación en procesos de inflamación y remodelación vascular en fibrosis renal.

Además, en esta misma área, ha explorado los efectos de toxinas urémicas y la influencia de compuestos específicos en la obesidad y el metabolismo celular. En el ámbito de la inteligencia artificial, el Dr. Rodríguez Puyol ha implementado tecnologías avanzadas para monitorizar y predecir condiciones médicas en poblaciones vulnerables, concretamente en residentes de centros sociosanitarios. Su trabajo combina la biología molecular con aplicaciones clínicas innovadoras como, por ejemplo, el hallazgo de nuevos biomarcadores para la detección de daños renales y estrategias terapéuticas basadas en nanomateriales y agentes farmacológicos.

El Dr. Rodríguez Puyol cuenta con una amplia trayectoria profesional en investigación y, de hecho, fue uno de los principales impulsores de la actividad investigadora en el Hospital Universitario Príncipe de Asturias desde el inicio de su andadura en el año 1987. Además, entre 2006 y 2009, el Dr. Rodríguez Puyol fue el coordinador del Área de Medicina Clínica de la Agencia Nacional de Evaluación y Prospectiva (ANEP), la predecesora de la actual Agencia Estatal de Investigación (AEI). Con más de 190 artículos científicos publicados, este profesional lidera actualmente dos grupos de investigación, el de la Sección de Nefrología del hospital y el del grupo de excelencia “Investigación traslacional de las enfermedades crónicas asociadas al envejecimiento y la enfermedad renal” de la Universidad de Alcalá. Además, mantiene colaboraciones habituales y constantes con otros grupos de investigación tanto a nivel nacional como internacional.

Los Diplomas al Mérito Clínico Investigador Santiago Ramón y Cajal reconocen a profesionales del ámbito sanitario por colaborar de forma relevante y continuada en la investigación biomédica realizada, de forma conjunta con equipos del CSIC, en institutos de investigación sanitaria o en otras estructuras del Sistema Nacional de Salud.

Para designar estos reconocimientos, el Comité Evaluador ha tenido en cuenta la producción científica, liderazgo y capacidad de captación de recursos de los investigadores seleccionados, así como el impacto de su colaboración con la investigación básica. Además, se ha valorado también la trayectoria global del profesional y su proyección y capacidad de inspirar a las futuras generaciones de investigadores clínicos.

La sanidad pública de la Comunidad de Madrid ha sido reconocida por su contribución a la investigación, en la edición 2024 de los diplomas Santiago Ramón y Cajal, que otorga el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Tres de los cinco médicos galardonados por su mérito clínico trabajan en hospitales públicos de la región.

Dos de ellos pertenecen al 12 de Octubre de la capital, los jefes de Oncología Médica y Microbiología, Luis Paz-Ares y Rafael Delgado, respectivamente. Por su parte, Diego Rodríguez es responsable de Nefrología del Príncipe de Asturias, y dirige también la Fundación de Investigación Biomédica de este centro sanitario en Alcalá de Henares.

Para la concesión de estos premios se ha valorado su producción científica, liderazgo y capacidad de captación de recursos, así como el impacto de la colaboración con la investigación básica, su trayectoria global y proyección y capacidad de inspirar a las futuras generaciones.