La localidad recibe “La Confluencia”

Rafael Estévez y Valeriano Paños [Estévez y Paños, en el ámbito artístico] conforman un tándem creativo desde 2003. En sus montajes coreográficos confluyen el baile flamenco (las formas antiguas y las de vanguardias históricas), la escuela bolera, la danza española, el folclore, el arte y la danza contemporánea.

“Esta pluralidad de estilos ha sido la base sobre la que hemos creado un lenguaje coreográfico propio y genuino que aúna tradición y vanguardia”, se lee en su web. Un talento reconocido con el Premio Nacional de Danza 2019 en la modalidad de creación.

Esa mezcolanza de géneros se recrea en su espectáculo ‘La confluencia’, fruto de una ardua labor de investigación del movimiento, la danza, la música y la escena.

En esta obra, que se representa el viernes 25 de noviembre en el auditorio Pilar Bardem (20.00), se interpretan cantes del folclore que quedaron grabados en la antigua discografía de pizarra por Antonio Pozo ‘El mochuelo’, Niño de la Isla, ‘El Pena hijo’ o Pastora Pavón ‘Niña de los Peines’, junto a otros de la era digital (Rafael Jiménez ‘Falo’).

En la búsqueda por el legado español, en ‘La confluencia’ también se bailan nanas sefardíes, antecedente del ‘Romance de la monja contra su gusto’ que registró José de los Reyes ‘El negro del puerto’.

El público también descubrirá villancicos, rondas y canciones castellanas que parecen entroncar con las bulerías de Antonia Pozo, con las cantadas por Pastora Amaya en el largometraje ‘Duende y misterio del flamenco’, de Edgar Neville (1952) y las bulerías romanceadas y los romances flamencos.

El desfile continúa con las jotillas de Cádiz, que provienen de las aragonesas y hoy se conocen como alegrías. Al baile, cinco hombres: junto a Estévez y Paños, Jesús Perona, Alberto Sellés y Jorge Morera. El cante lo da Rafael Jiménez ‘Falo’, con guitarra de Claudio Villanueva y percusión de Iván Mellén.

Como dicen sus dos autores: “La confluencia’ es un proyecto que tiene como objetivo la creación coreográfica desde un lenguaje de baile flamenco actual que se alimenta de su pasado, de su raíz y del arte contemporáneo. Un baile flamenco que es hijo del tiempo que estamos viviendo: saber de dónde venimos para saber hacia dónde vamos”.