 Celebra a puerta cerrada el Pleno para evitar dar explicaciones de una rebaja del 30% en la nómina de los empleados municipales
El Pleno de Rivas del mes de junio comenzó con un auténtico escándalo: el alcalde, en una actitud muy poco democrática, decretó que el Pleno se celebraría a puerta cerrada ante las protestas de los trabajadores municipales que llenaban las gradas.
La decisión de Masa, que desalojó el Salón con la intervención de la Policía, se tomaba tras la rebaja por sorpresa de un 30% en la nómina del mes de junio de los trabajadores que desempeñan su labor para el consistorio, decisión que se tomaba a través de una nota de dos líneas colgada de la Intranet municipal dos días antes y que levantaba las airadas protestas de los sindicatos, que no dudaban en hacer público su malestar a través de un comunicado conjunto, y que intentarán hacer visible hoy su caso ante los vecinos con motivo de la marea negra de los viernes.
Además, y, en vista de la situación, totalmente límite, ya que Rivas es uno de los pocos municipios que no consiguió la aprobación de su Plan de Ajuste, y tiene congeladas las transferencias de otras administraciones, el PSOE local llevaba, por vía de urgencia, la petición de la celebración de un Pleno Extraordinario en el que se diera cuenta de la situación económica del municipio ripense, un Pleno que no consiguió salir adelante por la negativa del grupo municipal de IU, que tiene mayoría absoluta en el Consistorio.
Volviendo a los funcionarios, tras la finalización del Pleno enviaban un comunicado conjunto, firmado por los cinco sindicatos, en el que afirmaban: “Con su nómina de junio, muchos empleados apenas cobrarán 700 euros, lo que los sitúa en una situación de emergencia personal mientras el Ejecutivo local sigue despilfarrando en gastos innecesarios. En vez de silenciar la voz de los trabajadores, el alcalde debería explicar a sus empleados cómo se puede vivir con 700-800 euros al mes mientras él no tendrá problemas para marcharse de vacaciones”.
“El Ejecutivo de José Masa pretende que sean los vecinos (subidas de impuestos y tasas y recorte de servicios públicos) y empleados públicos (el Plan de Ajuste de Rivas propone una bajada salarial del 6%, además de recortar derechos sociales) quienes paguen la deuda de 31 millones contraída en los últimos años por una gestión municipal abocada al despilfarro”, afirman los sindicatos.
“Los trabajadores del Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid, a través de los cinco sindicatos con representación en el Consistorio, solicitaron ayer miércoles miércoles por Registro municipal la dimisión de los concejales de Hacienda, Ana María Reboiro; de Recursos Humanos, Marcos Sanz, y de los directores del Área Económica, Ernesto Martínez, y de Recursos Humanos, Andrés Couso. Y reclaman al alcalde que reconduzca la situación. La conducta del Gobierno municipal es de absoluto desprecio a los trabajadores del Ayuntamiento, tanto en las medidas que adopta como en las maneras improcedentes que tiene de comunicar las cosas. El alcalde, que está ocultando a la ciudadanía y a sus propias bases políticas, la situación real de las fiananzas locales, debería informar, en un ejercicio de transparencia, si el recorte de las nóminas persistirá los próximos meses. “Creemos que se trata de una situación injustificable, y más si se tiene en cuenta que hace apenas tres meses se aprobó un Plan de Ajuste”, explican.
“Y mientras el alcalde recorta sin previo aviso el salario de los empleados públicos, su Gobierno continúa viviendo la gestión municipal como un conductor suicida, y no repara en gastos de dudosa rentabilidad social como la edición de dos revistas municipales (donde por supuesto, no se informa de estas situaciones) pagadas con dinero público cuyo precio de licitación asciende a casi 250.000 euros anuales, organiza dos fiestas patronales al año (mayo y septiembre) en lugar de una, se niega a reducir el número de concejales liberados y no suprime el número de cargos de confianza, cuyos salarios ascienden a casi 1 millón de euros (el equivalente al tijeretazo que el Consistorio contempla meter en su Plan de Ajuste a los más de 600 empleados públicos)”, aseguran los trabajadores municipales.
Por todo ello, y para dar visibilidad a lo ocurrido, los cinco sindicatos han convocado para el día de hoy una protesta simbólica especial enmarcada en la “marea negra”: se quitarán las camisetas negras contra los recortes y las colgarán en la fachada del Ayuntamiento de diez y media a once de la mañana.
“Las camisetas llevan por delante el lema ‘Rivas, cIUdad del recorte’, y por detrás: ‘Empleados públicos y vecinos no somos responsables de los 31 millones de euros que debe este Ayuntamiento”. La intención es crear una hilera de camisetas negras que simbolice la marea negra que asola a la ciudad, sus habitantes, los servicios públicos y sus empleados públicos ante la ineficaz gestión municipal del Gobierno de José Masa, de Izquierda Unida, que alcanza una deuda de 31 millones y que pretende sufragarla subiendo impuestos y tasas, recortando servicios públicos y recortando salarios y derechos sociales a sus empleados públicos. Las camisetas fueron adquiridas por los empleados públicos en el mes de mayo para vestirlas durante la primera manifestación (30 de mayo) que una plantilla municipal convocó contra un Gobierno municipal de Rivas desde la llegada de la democracia, en 1977”, explican los sindicatos.
Y mientras los trabajadores estaban en pie de guerra, en el interior del Salón de Pleno la cosa no se diferenciaba demasiado: Pedro del Cura explicaba que la situación de impago de nóminas era una situación “totalmente normal” que será explicada en el próximo Pleno. Sin embargo, tan normal no debe ser cuando el primer punto del orden del día fue la petición de una ampliación de capital para la EMV de Rivas, una situación que, desde el PSOE explicaban “puede deberse a las renuncias producidas por los adjudicatarios”. |
