Según explican, en algunas zonas se utilizan como contenedores

Las bolsas de basura o de residuos no se depositan en las papeleras urbanas, sino en los contenedores. Desde la empresa municipal Rivamadrid se viene observando que, en varias zonas del municipio, algunas personas hacen un uso inadecuado de las mismas. Ese comportamiento incívico, además de afear la zona, impide que la papelera se pueda seguir utilizando.

Dicha conducta, aparte de estar expresamente prohibida por las ordenanzas municipales, conlleva algunos inconvenientes: resulta insalubre, ya que en las bolsas hay todo tipo de residuos; en algunos casos, produce goteos de líquidos, que deben lavarse para evitar plagas de insectos y roedores; impide el uso normal de la papelera, ya que no puede utilizarse hasta que la bolsa es retirada, lo que aumenta la posibilidad de que otros residuos acaben en la acera y calle; y altera la periodicidad de las rutas de recogida de los servicios municipales.

Varios estudios de costes estiman que es aproximadamente cien veces más caro recoger un papel del suelo que retirarlo de las papeleras urbanas. Estas son el sistema más utilizado para evitar la aparición en las calles de pequeños residuos sólidos, como papeles, restos de frutas, envoltorios, chicles o pañuelos de papel. Se trata de recipientes que se ponen a disposición de la ciudadanía para ayudar a que el espacio público se mantenga limpio.

“Desde Rivamadrid vamos a lanzar una campaña de sensibilización ciudadana para informar sobre un problema que afecta a todo el mundo. Solo cuando comprendemos las consecuencias de nuestros actos comenzamos a plantearnos la posibilidad de cambiarlos”, explica la consejera de la empresa pública, Vanesa Millán, concejala, además de Transición Ecológica.