x

Uso de cookies

Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y mostrarle publicidad relacionada con sus preferencias mediante el análisis de sus hábitos de navegación.
Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Puede obtener más información, o bien conocer cómo cambiar la configuración, en nuestra Política de cookies

05
May
2020
El peor abril de la historia deja casi trescientos mil nuevos parados PDF Imprimir E-mail
Otras Noticias - España
Compartir en MenéameCompartir en TuentiCompartir en Buzz it!Compartir en FacebookCompartir en Twitter

Foto cedida por CAMLos dos meses de crisis ya han destruido casi un millón de empleos

El número de desempleados registrados en las oficinas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) aumentó en 282.891 personas en el mes de abril respecto al mes anterior. El total de demandantes de empleo alcanza la cifra de 3.831.203 personas. Supone un aumento del 7,97% respecto al mes de marzo. El efecto de la crisis sanitaria del COVID-19 comenzó a repercutir notablemente en el paro registrado a partir del 13 de marzo, con especial intensidad en la Semana Santa. En las últimas semanas de abril el paro ha ido moderando su ritmo de crecimiento.

Pese a que lo habitual es informar de los datos sobre prestaciones con un mes de retraso respecto a las cifras de paro registrado, dada la excepcionalidad de este periodo podemos ofrecer datos provisionales referidos al mes de abril.

La cifra de beneficiarios de prestaciones por desempleo se ha situado en 5.197.451, lo que se traduce en un incremento interanual del 136,56% y supone un récord histórico de prestaciones abonadas por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), que ha reconocido la práctica totalidad de prestaciones por ERTE que han llegado al SEPE durante el mes de abril.

La nómina mensual de prestaciones, en la que también se incluye el pago de los ERTE, ha ascendido a 4.512 millones de euros, lo que representa un aumento de 3.976 millones respecto a abril de 2019. El incremento porcentual es del 207,15%. El sistema de prestaciones garantiza la renta del 22% de la población activa.

En términos absolutos, la crisis sanitaria de la COVID-19 incide, sobre todo, en el sector Servicios, donde el desempleo se incrementa en 219.128 (8,76%) personas. En la Industria sube en 26.832 (8,92%), en la Construcción se incrementa en 25.055 (7,84%) personas, en la Agricultura en 4.015 (2,52%) y en el colectivo Sin Empleo Anterior aumenta en 7.861 personas (2,95%). En términos relativos, la repercusión en Servicios, Industria y Construcción es similar.

El paro registrado aumenta más entre los hombres. En abril se inscribieron 150.461 (9,84%) desempleados, hasta sumar un total de 1.679.403 hombres inscritos. Sin embargo, el paro femenino es mayor, con un total de 2.151.800 desempleadas en las listas del SEPE. Suman 132.430 (6,56%) mujeres más respecto al mes de marzo. El desempleo de los jóvenes menores de 25 años se incrementa en abril en 31.262 personas (10,87%) respecto al mes anterior, mientras el paro de 25 y más años sube en 251.629 (7,72%).

Pese al confinamiento y a la hibernación de la economía se han firmado contratos. El número de contratos registrados durante el mes de abril ha alcanzado la cifra de 673.149. En abril de 2020 se han registrado 59.042 contratos de trabajo de carácter indefinido, que representan el 8,77% del total de contratos. Según la duración de la jornada, los contratos indefinidos del mes de abril son 37.499 a tiempo completo y 21.543 a tiempo parcial.

El resto de los contratos, hasta completar el total de 673.149 del mes de abril de 2020, son 1.331 de carácter formativo y 612.776 responden a otro tipo de contratos temporales. Dentro de este último grupo, los de Obra o Servicio Determinado -de jornada a tiempo completo- son el 40,46% del total de todos los contratos, seguido de Eventuales por Circunstancia de la Producción -de jornada a tiempo completo- con el 27,58%. Los contratos temporales con jornada a tiempo parcial suponen el 16,75%. El paro registrado aumenta, sobre todo en Cataluña (50.763), Madrid (41.263) y en la Comunidad Valenciana (38.115).

El número de personas afiliadas a la Seguridad Social en el último día de abril fue de 18.396.362, lo que supone que el sistema registró 49.074 afiliados menos que a día 1. Este dato contrasta con el retroceso de 833.979 afiliados que se produjo durante marzo.

Por su parte, el número medio de afiliados a la Seguridad Social se situó en 18.458.667, lo que representa un descenso de 548.093 ocupados con respecto a la media de marzo (-2,88%). Hay que señalar que el impacto de la pandemia del coronavirus se empezó a apreciar de forma notoria a partir del día 12 de marzo, por lo que el dato de la variación de la afiliación media abril sobre la de marzo no refleja con rigor lo ocurrido en el conjunto del mes.

Para tener una imagen precisa de la evolución del empleo y la repercusión de la crisis provocada por la COVID-19, es necesario conocer la evolución de la afiliación diaria y su situación a último día de abril. A 30 de abril, el número de personas afiliadas a la Seguridad Social fue de 18.396.362, lo que supone que la Seguridad Social registró 49.074 afiliados menos que a día 1. Este comportamiento supone una cierta estabilización del empleo, tras el retroceso de 833.979 afiliados que se produjo durante marzo.

Cabe destacar en la evolución a lo largo del mes que el número de mujeres descendió en 56.815, hasta las 8.884.139, mientras que el número de ocupados hombres creció en 7.741, hasta los 10.130.352.

En los últimos 12 meses, el Sistema ha perdido 771.695 afiliados (-4,01%). De esta cifra, 712.160 corresponden al Régimen General, que experimenta un descenso del 4,48%. Es la primera caída interanual en este mes desde 2013. En concreto, el Sistema Especial Agrario ha visto disminuir en 22.418 sus afiliados, mientras que el Sistema Especial Empleados Hogar, en 26.447.

El Régimen Especial de Trabajadores Autónomos, por su parte, perdió 55.474 (-1,70%) en comparación con abril de 2019. El Régimen del Mar disminuye en 3.729 ocupados (5,74%). El Carbón decrece en 332 afiliados, con un descenso del 21,3%.

El número medio de afiliados sufrió un descenso de 548.093 ocupados con respecto a la media de marzo (-2,88%). No se producía una pérdida de afiliación en abril respecto a marzo desde 2009. En 2019 en ese mismo periodo se incorporaron 186.785 ocupados. En términos desestacionalizados, la pérdida mensual media de afiliados es de 691.054 ocupados.

En el mes pasado retrocedió la afiliación mensual en todos los regímenes de la Seguridad Social, con la excepción del Sistema Especial Agrario, dentro del Régimen General, cuya tasa aumentó respecto a marzo un 1,41% (en 10.561 afiliados). La ocupación entre los trabajadores del Régimen General disminuyó en su conjunto en 505.458 personas (-3,22%).

Por sectores, en el Régimen General, sólo se ha registrado crecimiento en Actividades Sanitarias y de Servicios Sociales, con 23.228 afiliados más. Por su parte, Construcción ha perdido 89.864 afiliados (-10,7%), Hostelería, 76.902 (-6,5%) y Actividades Artísticas y de Entretenimiento, 20.702 (-7,99%).

El Régimen de Autónomos contó con 3.211.267 afiliados medios, tras una pérdida de 41.250 (-1,27%), y el Régimen del Mar registró 61.283 ocupados, 1.371 menos que en marzo (-2,19%). Finalmente, el Carbón se situó en 1.226 afiliados medios (-14).

Como ya se señaló al comienzo de la nota, para conocer cómo ha evolucionado el empleo en el mes de abril, hay que precisar lo ocurrido del inicio al final de mes, y no centrarse en la variación de la afiliación media. Entre los días 1 y 30 de abril, el saldo en la afiliación fue negativo, con 49.074 afiliados menos. Este dato contrasta con la caída de marzo de 833.979 afiliados, que ascendió a 898.822 teniendo en cuenta únicamente desde el día 12, cuando se empezó a percibir el impacto de la COVID-19.

Si se analiza el efecto de la pandemia de coronavirus en los dos meses (la evolución desde el 12 de marzo hasta final de abril), se observa un saldo negativo de 947.896 afiliados. Si atendemos al detalle en la evolución de los afiliados en abril (del día 1 al 30), por actividades económicas los mayores descensos se producen en Comercio al por menor y en Educación. En cambio, han crecido Agricultura, Ganadería, Caza y Servicios relacionados con las mismas, Hostelería y Construcción.

En cuanto al tipo de contrato en ese periodo, destaca con gran diferencia el descenso de la afiliación en los contratos temporales, un -1,63%, mientras que la ocupación ligada a contratos indefinidos crece un 0,23%. No todas las comunidades autónomas pierden afiliación si se tiene en cuenta la evolución entre el 1 y el 30 de abril. Suman ocupados Islas Baleares (6,17%), Murcia (1,73%), Extremadura (0,6%), Aragón (0,35%) y Andalucía (0,15%).

Por último, hay que señalar que del total de afiliados, a 30 de abril, 3.386.785 estaban protegidos por una situación de suspensión total o parcial por Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). Serían el 24,25% de los afiliados en el Régimen General. De ellos, 3.074.462 se encontraban en situación de ERTE por fuerza mayor.

Los sectores donde hay más afiliados en un ERTE son Servicios de Comidas y Bebidas (726.137), Comercio al por menor (448.243), Comercio al por mayor (210.959) y Servicios de alojamiento (206.379). Las comunidades donde hay más ocupados en esta situación son Cataluña (678.684), Madrid (566.307), Andalucía (477.392) y Comunidad Valenciana (349.634).

El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha destacado que el impacto de la COVID-19 sobre la afiliación a la Seguridad Social ha sido mucho menor en el mes de abril que en marzo. "La comparación entre los 49.000 afiliados perdidos entre el 1 y el 30 de abril frente a los más de 800.000 perdidos entre el 12 y el 31 de marzo muestran claramente una estabilización del mercado laboral".

En gran medida, esta estabilización del empleo se ha producido gracias a que "las medidas tomadas en esta crisis han protegido mucho mejor el empleo de lo que sucedió en la crisis de 2008-2009", cuando la pérdida de afiliación fue más intensa. Ha recordado que en esta ocasión, a diferencia de lo que ocurrió entonces, "el empleo está cayendo mucho menos que el PIB".

El ministro de Inclusión ha subrayado que el grueso del ajuste que se ha producido desde el 12 de marzo ha afectado a trabajadores temporales. Por el contrario, el empleo indefinido, que también sufrió una menor caída en marzo, ha sumado 21.000 afiliados en el mes de abril. Por edades, el ajuste desde el 12 de marzo también ha sido más acusado entre los más jóvenes. De hecho, el 50% de la destrucción de empleo por la COVID-19 se ha producido en personas de menos de 35 años (con aproximadamente 460.000 puestos de trabajo destruidos en estas edades).

Según ha destacado Escrivá, las medidas tomadas por el Gobierno han permitido proteger más de 4,5 millones de empleos sólo entre ERTEs y prestación extraordinaria para autónomos. De hecho, "estos trabajadores protegidos representan el 27% de la población ocupada". A ellos se sumarán en las próximas semanas "los beneficiarios de las nuevas prestaciones para el régimen de hogar y para trabajadores temporales", ambas inéditas en nuestro país, con lo que la cifra de trabajadores protegidos se incrementará, ha recordado.

La protección a través de ERTEs y prestación de autónomos ha sido especialmente destacada en algunos sectores, como la hostelería, donde el 82% de los trabajadores afiliados están dentro de alguna de las dos medidas, superando los 1,1 millones de ocupados en protección. Si contamos los trabajadores con acceso a la prestación por desempleo, el nivel de protección supera z

"Estamos haciendo el mayor esfuerzo para proteger las rentas de los trabajadores", ha subrayado Escrivá, que ha estimado que las medidas de protección del Ministerio de Inclusión suponen una "transferencia de rentas de 6.500 millones hasta mayo". Además, a través de los aplazamientos y la moratoria de cotizaciones sociales, la Seguridad Social inyectará otros 750 millones de euros de liquidez en nuestra economía en estos meses.

La Comunidad de Madrid registró en abril un total de 41.263 nuevos desempleados, un incremento del 11,3% respecto al pasado mes de marzo que sitúa el número total de parados en la región en 405.023. Se trata del primer dato de paro registrado que refleja los efectos de la paralización de la actividad laboral por la situación y evolución del coronavirus durante un mes entero, efectos que ya empezaron a apuntarse en los registros correspondientes a marzo.

Como en aquella ocasión, los datos de abril tampoco recogen el número de trabajadores afectados por un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), ya que estos expedientes no suponen en ningún caso el fin de la relación laboral con la empresa que los presenta, aunque los afectados accedan de manera temporal a la prestación por desempleo.

La información aportada por el Ministerio de Trabajo y Economía Social señala además que en los últimos doce meses el paro se incrementó en la región en 57.298 personas, lo que supone un incremento del 16,5%. En cuanto a los datos nacionales, en abril el paro se incrementó en España en 282.891 personas (+8%) respecto a marzo, lo que deja un total de 3.831.203 desempleados. En términos interanuales, en España hay 667.637 parados más que hace doce meses (+21,1%).

Desglosando los datos intermensuales de la región, las restricciones laborales establecidas por el vigente estado de alarma han provocado que el paro suba especialmente en el sector servicios (33.604 desempleados más, +11,7%), con ascensos también en la construcción (5.192 desempleados más, +18%), industria (1.945 desempleados más, +9%) y agricultura y pesca (67 desempleados más, +2,3%), así como en el colectivo de personas sin empleo anterior (455 desempleados más, +2%). El paro subió además en todos los niveles de estudio y edades, y el incremento afectó más a los hombres (22.152 desempleados más, +14,3%) que a las mujeres (19.111 paradas más, +9,2%).

Por su parte, la contratación también sufre el impacto de las medidas de confinamiento adoptadas para frenar la pandemia. En abril se han registrado 69.352 contratos, un 54,1% menos de los firmados en marzo. El 15,7 de los contratos rubricados en abril (10.917), fueron indefinidos, y de ellos 8.290 lo son a tiempo completo (el 75,9%).

Los datos de afiliación a la Seguridad Social también experimentan un retroceso por el COVID-19. En abril el número de afiliaciones en alta bajó en 86.447 personas (-2,68%) respecto a marzo, lo que deja el número medio de afiliados en la región en 3.140.544. En los últimos doce meses el descenso de la afiliación en la Comunidad de Madrid es de 81.454 personas (-2,53%). Las cifras negativas se repiten también en el conjunto de España, que pierde 548.093 afiliados (-2,88%) respecto al pasado mes y 771.695 afiliados (-4,01%) en la comparativa interanual. El número medio de afiliados se reduce así a 18.458.667 personas.

Por su parte, el número de autónomos afiliados en la Comunidad de Madrid se ha reducido en 6.197 personas (-1,53%) respecto al pasado mes de marzo. Con esta bajada, el número de autónomos de la región se sitúa en 397.807, el 12,38% del total nacional (3.211.267).

Para intentar paliar los efectos laborales que está teniendo la crisis del coronavirus, el Gobierno regional está tomando distintas medidas orientadas a proteger y reactivar el empleo y la actividad económica de la Comunidad de Madrid. Así, el Consejo de Gobierno aprobó hace unas semanas un primer paquete de medidas que ha movilizado más de 220 millones de euros para dar el apoyo y la financiación inmediata que permita a los autónomos y pequeñas y medianas empresas, verdaderos motores de la economía madrileña, mantener su actividad.

Entre estas ayudas destacan el Plan Impulsa, que ya ha empezado a abonar a los autónomos sin empleados a su cargo una ayuda directa en un pago único de hasta 3.200 euros, correspondiente al pago de 12 mensualidades de la base mínima de cotización a la Seguridad Social. Gracias a un presupuesto de 17 millones. Y se han destinado otros 38,2 millones a poner en marcha el Plan Continúa, que permitirá abonar a más de 70.000 autónomos de la región afectados por el COVID-19 algo más de 534 euros, una cantidad equivalente al importe de las cuotas a la Seguridad Social correspondientes a los meses de marzo y abril. Una ayuda que se puede solicitar a través de un formulario alojado en la página web de la Comunidad de Madrid.

A estas cantidades se unen los 6 millones que permiten mantener la Tarifa Plana de 50 euros para los autónomos de la región y el fondo específico dotado con 12 millones de euros y destinado a promover el acceso a financiación para pymes y autónomos a través de Avalmadrid. Con esta cantidad, más los 8 millones que se sumarán próximamente para bonificación de costes financieros, se podrán avalar operaciones de estas características con un importe máximo de un millón de euros y un vencimiento no superior a cinco años, y se espera facilitar financiación por un importe global cercano a los 150 millones de euros.

Además de estas medidas, el Gobierno regional ha reforzado desde el comienzo de la crisis todos los canales para ofrecer información y asesoramiento a los distintos actores de la economía regional. Es el caso de la guía útil con respuestas a las preguntas más frecuentes sobre los efectos laborales del COVID-19, permanentemente actualizada y disponibles a través de la página web regional (www.comunidad.madrid).

También se han desarrollado y publicado otras guías útiles referidas a comercio y consumo, y se han habilitado canales informativos y de asesoramiento para empresas, pymes, autónomos y trabajadores, en colaboración con los colegios profesionales de abogados, gestores administrativos y graduados sociales de la región. El refuerzo de la información también se ha puesto de manifiesto en lo referente a la prevención de riesgos laborales, con guías que responden a las preguntas más frecuentes y aclaran los protocolos de actuación para garantizar la seguridad de trabajadores y empresas que vuelvan a la actividad en las distintas fases diseñadas por el Gobierno central.

El número de parados registrados en la ciudad de Madrid en el mes de abril se situó en 193.307 personas, lo que supone un aumento del 12 % en relación al mes de marzo (20.637 personas más), según los datos recogidos en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) y que se han dado a conocer hoy. En términos interanuales el paro crece un 17,3 %, lo que representa 28.472 desempleados más que en abril de 2019.

Este aumento, que sigue a otro más moderado en marzo, es consecuencia de la crisis económica derivada de la sanitaria originada por la COVID-19 y de las medidas implementadas durante el estado de alarma, que comenzó en marzo y está provocando un fuerte impacto negativo en el mercado laboral. Los trabajadores acogidos a los ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) no computan como parados registrados en estos datos.

El paro masculino aumentó en abril un 14,2 % (10.942 personas), mientras que el femenino lo hizo un 10,1 % (9.695 personas). En comparación interanual el paro masculino creció un 21,3 % (15.420 personas) y el femenino lo hizo un 14,1 % (13.052 personas). De esta forma, el paro se distribuye en un 45,5 % de hombres y un 54,5 % de mujeres.

Según sectores de actividad económica, en la comparación mensual el número de parados aumentó un 8,2 % en el sector de la industria, un 17,5 % en la construcción y un 12,5 % en los servicios. En comparación interanual el número de parados creció un 7,1 % en la industria, un 20,6 % en la construcción y un 19,3 % en los servicios.

Respecto al sector servicios, los mayores incrementos interanuales se producen en actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento (38,9 %), información y comunicaciones (36,9 %), hostelería (35,7 %) y transporte y almacenamiento (34,3 %), mientras que el único descenso se registra en la rama relativa al personal doméstico (-2,0 %).

La afiliación media del mes en Madrid se ha reducido marzo y abril (138.511,90) respecto al mes de febrero y casi todas las afiliaciones se han perdido en el Régimen General (127.000). El parón de la actividad económica ha tenido un menor impacto en el paro, que ha cerrado el mes con 41.263 personas desempleadas más, un 11% más que el mes anterior, y un 21,10% más que hace un año, situando el número de personas en paro registrado en 405.023.

Aunque la cifra es mala y supone en tan solo dos meses 52.000 personas desempleadas registradas más, está muy suavizada por el efecto de los ERTES. Al terminar abril Madrid registraba 566.307 personas en ERTE, lo que indica que por cada nueva persona registrada en el desempleo se han incorporado diez a medidas temporales de suspensión.

El parón de la actividad económica provocado por el COVID 19 ha acarreado graves efectos en la economía y en el mercado de trabajo madrileño, que han podido salvarse gracias a la medida de los ERTES, que han taponado los despidos en las empresas. Tras conocer los datos de paro y contratación del mes de abril, hay que valorar esta medida como necesaria pero insuficiente. En la Comunidad de Madrid hay 405.023 personas desempleadas.

Este mal dato del desempleo se produce en un momento en el que el nivel de protección por desempleo es muy bajo. En marzo (última fecha para datos de prestaciones) cobraron desempleo solo 190.308 personas. De ellas, 113.625 cobraron prestación y 76.683 cobraron algún subsidio de como máximo 430 euros. El paro de larga duración, por un lado (con personas que agotan prestaciones), y la precariedad (con personas trabajadoras que no alcanzan cotizaciones suficientes) por otro, provocan que entre las personas desempleadas la situación de desprotección avance y se agrave en un momento en la que la economía está prácticamente parada. Durante el mes de abril, se firmaron menos de 70.000 contratos en Madrid, lo que supone poco más de un tercio de los que se firmaron en abril del año pasado. Lo que no se ha reducido es la temporalidad en la contratación, que superó el 84%.

En esta situación, el Gobierno de la Comunidad de Madrid junto con los municipios madrileños deben poner en marcha los mecanismos para afrontar la emergencia social de manera inmediata. Madrid no puede permitir que, siendo la comunidad con mayor nivel de riqueza, no ponga remedio a los niveles de pobreza y desigualdad. Y esto no se resuelve con anuncios catastrofistas ni con vueltas precipitadas a una actividad que ahora mismo se encuentra parada.

Es necesario abordar una reconstrucción sobre nuevas bases. Desde CCOO se ha denunciado como la recuperación económica de los últimos años se convertía en una oportunidad perdida. Se asentaba en la precariedad que hace al empleo más vulnerable y ya se empieza a ver cómo son los trabajadores y trabajadoras temporales los que están sufriendo el mayor ajuste. En los años de la recuperación no se ha apostado de manera clara por sectores como la tecnología, la digitalización y otros tan necesarios para la ciudadanía como los servicios públicos y los cuidados. La economía madrileña es dependiente del sector servicios, y por sectores de actividad, el más afectado, tanto en número de afiliaciones como en porcentaje de pérdida ha sido hostelería, seguido de actividades administrativas y servicios auxiliares, construcción y comercio.

La crisis del COVID ha demostrado el gran agujero que existe en servicios públicos como la sanidad, la dependencia, las residencias, los servicios sociales y la educación. Y también la insuficiencia de una industria y un sector tecnológico para generar empleo pero también para dotarnos de la tecnología necesaria, como ha demostrado el desabastecimiento sanitario, y las limitaciones de la digitalización. Esto nos pone en peor situación para afrontar esta crisis y hace imprescindible rectificar la política regional: se necesita una recuperación económica equilibrada, que modernice la economía, que no la haga depender de unos pocos sectores y que ponga a las personas en el centro. Para ello es necesario acabar con las rebajas fiscales y recuperar una fiscalidad solidaria y justa. Y también activar un diálogo social y la cooperación de todas las administraciones.

 

Escribir un comentario

Código de seguridad
Refescar