"El corazón no aguantó más" han indicado familiares del periodista

Adiós José Luis Uribarri, con tu marcha nos dejas huérfanos. Hace unos pocos años, los más jóvenes no sabíamos pronunciar tu apellido y bromeábamos con tus facultades de clarividencia para adivinar donde iban los votos. Pero lo cierto es que con tu potencia en la voz (transmites energía) y sobre todo con tu ilusión nos metiste el "gusanillo" de Eurovisión a muchos españoles. Para la historia quedarán tus dotes adivinatorias, tus ironías y tus pullas contra la dirección de Televisión Española de turno. Ahora te has ido y con ello la "Eurovision Gloriosa" aquella en la que nuestro país tenía un nombre y los países del Este (que eran menos) no pactaban descaradamente las puntuaciones para alternarse en el poder como en el sistema canovista. Cantamos y contamos contigo los 19 festivales que presentaste, nuestros éxitos y nuestras derrotas. Y canalizaste la indignación patria que sentíamos todos ante los tejemanejes de algunos países que se aliaban mientras que los españolitos nos acordábamos de que no teníamos vecinos y maldecíamos el ser una península con playas, eso si, pero sin puntos.

Siempre fuiste sincero y contaste lo que sentías. Alguna vez pecaste de discreto pero siempre tu originalidad indultaba tus pecados. Ahora ya no estás con nosotros, no podrás volver a poner verde las canciones frikis que se presentan ni tampoco nos podrás dar tu sabía visión sobre las posibilidades de España. Contigo Eurovisión pierde parte de su sentido y ahora en tiempo de crisis no sería de extrañar que nos tomáramos unas vacaciones para reflexionar sobre lo que pintamos allí y lo que nos cuesta.

Pero no es momento de números ni de gastos (aunque el día con la prima de riesgo desbocada y la bolsa hundida nos invita a ello) es el momento de recordar un gran hombre que transmitió su ilusión por un festival tachado de cursi y que lo convirtió en un acontecimiento de orgullo patrio (luego llegó la Eurocopa y al empezar a ganar la adoptamos como nuestro símbolo).

Hoy 23 de julio tu corazón ha dejado de latir. Muere tu cuerpo pero no tu alma ni tu recuerdo. Muchos te recordaremos siempre y mantendremos tu memoria en la memoria colectiva del país. Adiós Uribarri, DEP