Nacho y Saray tienen una fuerte discusión a costa de los platos

Parece que la ausencia de tramas amorosas sirve para agudizar el ingenio de los encargados de poner en marcha Gran Hermano. A diferencia de lo que habíamos vivido hasta ahora, en esta ocasión el debate fue muy equilibrado: vimos la pelea de los Pelochos (aunque tratando de salvar a Kristian y vendiendo una relación imposible entre Igor y Sonia), la trama del maquillaje, con consecuencias sorprendentes durante la propia gala, la bronca del Super con el cierre de la habitación azul, y hasta la rivalidad entre Sonia y Susana (esta vez sin meter de por medio a los nuevos). Tanto es así que a Miriam solo se le dedicaron unos diez minutos (en que el programa intentó alimentar la historia de amor con Amor, valga la redundancia, y ella, con dos mensajes de WhatsApp, demostró que todo es un descarado montaje en el que Mike no es más que una víctima).

Así, entre vídeo y vídeo, los colaboradores demostraron que no tienen futuro en el basket, y el programa esta vez no dio los porcentajes oficiales, salvo el de la menos votada, Saray, que anoche solo llevaba un 3,36% de los votos (tal vez intenten enmascarar la poca credibilidad que tendrá la no salida de Igor escondiendo que lleva un porcentaje muy abultado).

Lo más interesante del programa sucedió dentro de la casa, como consecuencia de la única trama en continuidad no amorosa del programa; el maquillaje perdido. Resumiendo, habíamos dejado a Argi buscando sus pinturas (que han conseguido que la llamen en la casa Argi Pote), y a Desi confesando a Yessica que ella había sido la ladrona del maquillaje. La vasca intentó descubrir donde estaban sus pintura preguntando al Super, que le dijo que preguntara a sus compañeros.

Por la noche, Argi, Susana y Raki comenzaron una misión de búsqueda para encontrar las pinturas, pero no pudieron encontrarlas, entre otras cosas, porque la cómplice, Yessica, mintió con descaro a las buscadoras, alejándolas del objetivo real. Con las chicas en plena búsqueda, el Super tomaba una decisión polémica: requisar todo el maquillaje de la casa, poniendo como excusa que se había usado para mandarse mensajes (ni es la primera edición ni la última en que va a suceder, pero supongo que es el espíritu de Gran Hermano, que acaba de regresar, espero que para quedarse). En cualquier caso, las chicas fueron obligadas a entregar el maquillaje, aunque no nos queda claro si Desi entregó también el robado a Argi, o solo el suyo. Si ha entregado todo, la trama está muerta hasta que salga Argi, o le pongan los vídeos, si no, se puede liar gorda cuando alguien vea pinturas en la casa... (para salvar la trama, todavía puede suceder que cuando se devuelvan las pinturas, se entregue la caja de Desi a Argi por error...)

Volviendo a Desi, el voto de silencio no duró ni 24 horas. Tras dos rupturas parciales a lo largo del día, la decisión del Super de quitarle el maquillaje hizo montar en cólera a la sevillana, que comenzó a protestar y no ha parado.

Más cosas: Igor comienza a acercarse demasiado a Yessica (tal vez con la intención de incrementar su interés de cara al retorno de Miriam, y salvar esta nominación), de la que afirmaba que le gusta como mujer y como persona (y añado yo, también como concursante cuyos votos poder utilizar contra el grupo de Adrián).

Y por fin comenzamos a tener una relación que puede comenzar a cuajar en los próximos días. Después del acercamiento del martes, ayer Saray y Nacho tuvieron un fuerte encontronazo por culpa de las tareas de la casa. Ambos son los encargados esta semana de fregar los platos, y al catalán no le gusta que la madrileña le diga cuando tiene que fregar. Ambos se enzarzaban en una pequeña discusión que Nacho intentaba terminar con un beso, pero la madrileña se negó. Insisto en que puede ser el comienzo de algo interesante, ya que estos dos concursantes en tres días ya han demostrado ser más auténticos que algunos otros en sesenta. No se si llegaremos a tener carpeta, pero veo una relación muy similar a la de Indhira y Arturo. Veremos como evoluciona.

De momento, Saray fue a ahogar sus penas en la espalda de Kristian que recibió un masaje justo como el que tanto criticó de Igor a Sonia. No fue el único tonteo de un Kristian que se comporta exactamente como si no tuviera ninguna relación dentro de la casa, ya que, minutos antes,la que estaba homenajeando al Pelocho era Yessica, con la que el madrileño ya ha intentado tener algún acercamiento eso sí, cuando Sonia no está cerca.

Y como lo prometido es deuda, hoy termino repasando la situación estratégica de la casa, donde cada vez es más clara la existencia de un tercer grupo, liderado por Adrián e Iván. Así, tenemos por un lado al Clan Igor, con Igor, los Pelochos, Raki y Yessica; al Susargismo, integrado por Argi, Susana, y los Gemelos; y muy próximo a este grupo, el nuevo formado por los recién llegados en el que encontramos a Iván, Adrián, Saray, Desi y Nacho. Este tercer grupo de los recién llegados es mucho menos compacto que los otros dos, pero tienen en común la visión global que da haber visto el programa desde fuera, por lo que la confluencia de intereses es mucho mayor. Adrián e Iván, por ejemplo, saben que el elemento que deben tumbar es Igor, ya que eso supone descabezar al grupo más poderoso, y, con las alianzas puntuales con los otros tres concursantes, podrían conseguir terminar controlando a la casa. Atención por cierto, a la evolución de la pieza llamada Raki, ya que cada vez está más lejos del Clan Igor, y más cerca de Nacho. El movimiento de la catalana daría el control total de la casa a los nuevos.