Se disputará desde mañana en Varsovia

Varsovia recibirá a todos los equipos integrantes de la European Winners Championship de Tchoukball, durante el último fin de semana del mes de abril. El denominado por la UNESCO como Deporte de la Paz, va a disputar su gran torneo continental en una de las ciudades en las que más impacto ha tenido la guerra de Ucrania. España estará representada en la EWC por el último campeón nacional, Tchoukball Fusión Madrid.

Los/as mejores jugadores/as europeos/as se darán cita en la “Liga de Campeones” del Tchoukball a partir del 30 de abril en Varsovia, apenas a 300 kilómetros de la frontera ucraniana. Este deporte alternativo, de origen suizo y con más de medio siglo de práctica, fue nombrado por la UNESCO como “Deporte de la Paz” en 2001, merced a sus especiales valores.  El que destaca por encima de todos es el carácter mixto de sus equipos. Hombres y mujeres juegan en el mismo conjunto, de manera obligatoria y compitiendo en igualdad de condiciones por un objetivo común.  La norma de que siempre haya en el campo jugadores de ambos sexos hace que se derriben mitos y tabúes que otros deportes tienen muy arraigados.

La organización del EWC en Varsovia no ha sido nada sencilla, pero el interés de organizadores y equipos participantes ha conseguido hacer frente a todos los imprevistos. Si primero fue la delicada situación con la COVID 19, posteriormente llegó el fuerte impacto de la invasión rusa y el miedo que generaba a todas las escuadras de fuera de Polonia llegar a pocos kilómetros de Ucrania.

La inestabilidad política y social de Europa del Este golpeó especialmente a la capital polaca. A pocas semanas del comienzo del campeonato, las plazas hoteleras desaparecían para dar cobijo a refugiados, periodistas y todo tipo de personas que querían ayudar en el conflicto. De igual manera, los organizadores vieron como los polideportivos reservados para los partidos, meses atrás, se iban utilizando como cobijo para personas refugiadas.  La situación no era la mejor para llevar a cabo este torneo, pero el Deporte de la Paz no se podía dejar vencer por la barbarie de una guerra.

“Está claro que esta no es la mejor de las situaciones, pero creemos que es muy importante continuar con este torneo y tratar de dar un ejemplo a nivel europeo. El deporte es un medio que llama la atención y que mueve conciencias, esperamos poder contribuir con nuestro granito de arena”, comenta Luis Crespo, entrenador y jugador de Tchoukball Fusión Madrid.

Polonia, Italia, Suiza, República Checa, Reino Unido y España conforman los países que llevarán sus representantes a la European Winners Cup. Tchoukball Fusión Madrid, campeón del último campeonato de España, acudirá como representante nacional. Tras cinco participaciones en la European Silver Cup (2014 – 2019), el equipo madrileño da el salto a la máxima competición europea. Tres mujeres y siete hombres componen la convocatoria del equipo madrileño que tratará de hacer el mejor papel posible en su debut. Un equipo que tiene en sus filas jugadores y jugadoras desde 17 años hasta 40, refrendando así el carácter inclusivo e integrador del tchoukball.

Este deporte alternativo tiene una base muy fuerte de balonmano, toques de voleibol y reminiscencias de balón prisionero. El tchoukball surgió como una variante menos lesiva del balonmano, ya que no hay contacto físico entre los oponentes y el único contacto es el del balón en defensa (tal y como podría ser el voleibol). Igual que en el balonmano se juega siete contra siete y dispone de cambios ilimitados, sobre un total de 12 convocados/as por partido.

Lo más importante del juego es la presencia del tchouk, una superficie metálica de un metro cuadrado con una red elástica muy tensa y un porcentaje de inclinación que provoca el endiablado rebote del balón. Hay dos campos, similares al de una cancha de baloncesto, con dos áreas semicirculares de tres metros en cada uno y un tchouk en el centro de cada una. El fin del juego es conseguir puntuar haciendo rebotar la pelota en el tchouk y que esta, a su vez, bote dentro del campo y fuera del área de tres metros rival. Si botase dentro del área o fuera del terreno delimitado sería punto para la defensa. Además, el juego se lleva a cabo en ambos campos, indistintamente, y por eso se considera uno de los deportes de mano más rápidos del mundo.

Hay diversas normas en las que se limita el número de pasos, pases y tiempo de posesión individual. Contactar con un rival o interponerse en su trayectoria también está prohibido, consiguiendo así que la supremacía antropométrica quede en un segundo plano. Otra de las reglas que más llama la atención en el tchoukball es que los equipos pueden corregir a los árbitros, siempre en perjuicio propio. Es decir, si el árbitro no ve una infracción y el jugador sabe que la ha hecho, este levanta la mano y se lo comunica al árbitro. Similar a cuando un jugador de tenis dice que una pelota ha tocado la línea y le hace perder el punto. Esta situación se da muchas veces en todos y cada uno de los partidos de Tchoukball. Otro granito de arena para redundar en su carácter pacífico y deportivo.

En España más de un centenar de colegios practican el tchoukball en Educación Física. Los educadores destacan el carácter integrador de este y su capacidad para igualar a todas las personas que lo practican, sin importar sexo, destrezas físicas o condición.

El equipo madrileño ha caído en el grupo A contra los anfitriones, Warsaw Hornets, los campeones suizos, Le Chaux de Fonds Beehives, los ganadores de la EWC 2018, Saronno Castor y los otros debutantes, los checos de Rumcajska Jicïn. Un grupo duro, pero un poco menos que el Grupo B, que tiene a los vigentes campeones de liga italiana, checa, inglesa y polaca, así como el segundo clasificado de la liga suiza.

Los partidos de grupo se disputarán durante la jornada del sábado 30 de abril, llegando a jugar hasta 4 partidos de 45 minutos en una jornada maratoniana. El domingo 1 de mayo tendrán lugar los encuentros finales para dilucidar los puestos finales del campeonato. Esperamos que Tchoukball Fusión pueda entrar con el mayor número de victorias posibles en la ronda final.

“Vamos con mucha ilusión a Varsovia. Este es un paso muy importante para el Tchoukball en España. Es el punto de inflexión que necesitábamos para dar ese salto de calidad. Llevamos 11 años jugando como equipo y nos enfrentamos a nuestro mayor reto”, explica Rocío Marmolejo, jugadora de TB Fusión.

En cuanto a los apoyos a Tchoukball Fusión Madrid, el equipo no dispone de ayudas estamentales a ningún nivel. Los únicos apoyos que reciben son los de la AETB (Asociación Española de Tchoukball) y un pequeño patrocinio de una agencia de Marketing Digital llamada Arimetrics. Los viajes, concentraciones y lugares de entrenamiento tienen que partir de sus bolsillos o de su creatividad para conseguir algún tipo de financiación.