Jesús López ya tiene todo listo para esta noche

Las de esta noche serán unas Campanadas distintas a las habituales, pero mucho más animadas que las del año pasado, y es que siete mil personas podrán despedir el año desde la mismísima Puerta del Sol de Madrid en una de las dos celebraciones de fin de año autorizadas en España. Y para que todo funcione el relojero lleva varias semanas poniéndolo todo a punto, un relojero, por cierto, que ha sido noticia en los últimos días, pues los madrileños quieren dedicarle una calle.

"Este reloj tiene la historia de primero, cuando vuelve Losada, que estaba en Inglaterra, en Londres, y vuelve ya a España, concibe la idea de relajarle el reloj a la villa y Corte de Madrid, tal y como pone en las campanas. Se lo autorizan y el 19 de noviembre de 1866, que era el cumple de la Reina Isabel II, se inaugura el funcionamiento del reloj y desde entonces está aquí funcionando, con bastante precisión. Para el mantenimiento del reloj tienes que venir todas las semanas, remontar las pesas que están en su parte más baja, y ya que estas aquí, una vez has subido, estás comprobando si los cables están bien y demás, revisas toda la máquina, si el aceite está en su punto adecuado, en fin, lo que es reparar una máquina. Si surge o ves cualquier cosa que hay que corregir, se corrige", contaba Jesús López Terradas.

"Con relación a la máquina del reloj, lo revisamos todo, pero como venimos todas las semanas lo tenemos todo a punto para esa noche. Pero el mecanismo de la bola, como no funciona en todo el año, hay que limpiarlo, engrasarlo y probarlo, porque no queremos tampoco que haya fallos del mecanismo de la bola. Una máquina puede fallar en cualquier momento: un reloj, un coche, un avión... Pero el porcentaje es prácticamente nulo. El día 31, a las 12 de la noche, lo que hay que estar pendiente en casa es que primero va a sonar la bola. Cuando cae, está sonando. Y empieza a sonar cuando faltan 28 segundos para las 12. Cuando deja de sonar, cuando faltan 20 segundos para las 12, empiezan a sonar los cuartos, que son 4 cuartos de 2 campanadas cada uno, son 8 campanadas. Es donde normalmente muchas personas empiezan a comer uvas, y no hay que hacerlo así. Esos 4 cuartos hay que esperar, y cuando son las 12 en punto va a sonar la primera campanada de las horas, y es el momento de tomarse la primera uva, y, cada 3 segundos, las restantes... Luego cada uno hace lo que le parece oportuno. Mi deseo, nuestro deseo creo que en general de todos, es que, primero se den bien las campanadas y, segundo, o primero, es que el covid se vaya al espacio sideral, a Marte o por ahí, y nos deje en paz, y que funcione bien el reloj", concluía el relojero.