 La Presidenta se autoconfinaba mientras Almeida renovaba el Voto de la Villa
Se preveía un Día de la Almudena diferente, pero nadie podía imaginar cuánto. A primera hora de la mañana, y a pocos minutos de comenzar la Misa en la Catedral la Presidenta de la Comunidad anunciaba su autoconfinamiento tras dar positivo un colaborador. Y es que, a pesar de que Ayuso ya pasó el coronavirus hace unos meses, ha preferido prevenir por si pudiese volver a ser contagiosa.
Sin Ayuso en la Misa, con una ciudad confinada a medias y en una región cerrada al exterior, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, renovaba los Votos de la Villa, unos votos, por supuesto, dedicados a la crisis sanitaria, a la que el primer edil se refirió como “la plaga de nuestro tiempo”. Así, sin grandes florituras y en una Catedral con control de aforo, se celebraba el acto central del Día de la Almudena, que terminaba con la salida de la Patrona a la puerta de su templo para saludar a los madrileños.
El Gobierno de la Comunidad de Madrid ha asistido a la Misa mayor de la Festividad de Nuestra Señora Santa María La Real de la Almudena, celebrada en la Catedral que lleva el mismo nombre. No obstante, la presidenta del Ejecutivo autonómico, Isabel Díaz Ayuso, no ha podido estar presente en la ceremonia, tal y como estaba previsto, al estar siguiendo una cuarentena domiciliaria preventiva, por ser contacto estrecho de un colaborador que ha resultado positivo en una prueba por COVID-19.
Así, han acudido a la celebración el vicepresidente, consejero de Deportes, Transparencia y portavoz, Ignacio Aguado; la consejera de Presidencia, Eugenia Carballedo; el consejero de Vivienda y Administración Local, David Pérez; y la consejera de Cultura y Turismo, Marta Rivera de la Cruz. Junto al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, han presenciado la formación de la procesión de la Carroza que ha discurrido por la nave central hasta el atrio de la Puerta Principal. Posteriormente, ha tenido lugar una oración y la bendición por parte del cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro. Ante la situación por el COVID-19, la imagen de la Virgen permanece este año en el atrio exterior de la catedral para recibir a los madrileños y una ofrenda floral virtual suple a la tradicional en su festividad.
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, acompañado de la vicealcaldesa, Begoña Villacís, y de varios miembros de la Corporación municipal ha asistido esta mañana a la misa mayor en honor a Nuestra Señora de la Almudena, que ha presidido el arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro. Cumpliendo con la tradición, durante la ceremonia el alcalde ha renovado el Voto de la Villa ante la patrona de Madrid.
Almeida ha recordado que desde hace más de nueve siglos, los vecinos de Madrid se han dirigido a la Virgen para implorar su auxilio. Y en estos momentos tan difíciles, le ha pedido ayuda para “luchar contra la plaga de nuestro tiempo” y protección para “los más débiles y desfavorecidos”, así como para el personal sanitario y de seguridad y para todos aquellos “que hacen posible que se mantenga el pulso diario de nuestra ciudad, para que no desfallezcan en sus tareas”.
El alcalde ha pedido a la Virgen que ilumine a los científicos que trabajan “por encontrar remedios eficaces contra esta nueva peste” y que inspire a “empresarios y emprendedores para que encuentren nuevas formas de crear empleo y riqueza con las que reactivar la economía”. Asimismo, ha deseado que Nuestra Señora de la Almudena guíe a los gobernantes para que “aparquen las disputas estériles” y luchen todos juntos para “plantear políticas capaces de atajar la fractura social que puede acarrear esta pandemia”.
Almeida ha concluido con el ruego de que la Virgen consuele “a las familias y amigos de las personas fallecidas en estos meses” y con el deseo de que “esta durísima prueba que estamos atravesando, nos sirva para construir en el futuro una sociedad más cohesionada, más justa y más humana”. |
