El detenido viajaba constantemente entre Madrid y Málaga

Agentes de la Policía Nacional han intervenido 10 kilos de hachís ocultos en una silla porta-bebés. El vehículo donde estaba instalada ocultaba además otros 45 kilos de estupefaciente en diferentes “caletas”.  Parte de la droga fue localizada en el escondite realizado en el interior del chasis del coche al que se accedía a través de una trampilla oculta bajo los asientos traseros. El arrestado realizaba continuos viajes Málaga-Madrid y, una vez en la capital, distribuía la droga para su venta al “menudeo”.

La investigación comenzó el pasado mes de marzo del pasado cuando los agentes tuvieron conocimiento de la existencia de un individuo dedicado al transporte de droga por carretera desde Málaga. En los continuos viajes que realizaba, siempre utilizaba un vehículo “caleteado”, es decir, con habitáculos ocultos donde escondía el estupefaciente. Una vez en Madrid, se encargaba de su distribución para la posterior venta al “menudeo”.

La pasada semana, los investigadores constataron que S.B. regresaba de la ciudad andaluza y, una vez en la capital, fue interceptado cuando se disponía a descargar la droga. Los agentes hallaron el estupefaciente oculto en el interior del chasis del vehículo, concretamente en un compartimento secreto cuyo acceso era una trampilla oculta bajo los asientos traseros. Igualmente intervinieron más hachís escondido en una silla porta-bebé situada en la parte trasera. El total de la droga incautada fue más de 55 kilos de hachís.

La intervención ha sido llevada a cabo por el grupo XIX de la Brigada Provincial de Policía Judicial, pertenecientes a la Jefatura Superior de Policía de Madrid.