Es uno de los actos del GastroFestival madrileño

El presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, acompañado del consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Borja Sarasola, hizo entrega de un diploma de reconocimiento a 20 grandes cocineros de la región distinguidos con estrellas Michelin, soles Repsol u otros importantes galardones culinarios. De esta forma, el Gobierno regional ha querido reconocer tanto las trayectorias profesionales de los chefs como su contribución a la excelencia de la restauración madrileña, con su efecto dinamizador sobre el turismo, el empleo y la presencia del nombre de la Comunidad de Madrid en los mejores foros gastronómicos.

“El dinamismo y el prestigio de nuestros restauradores, además del empleo que genera de forma directa, potencia la imagen de Madrid y su atractivo turístico. La mejor prueba es que la gastronomía fue el aspecto más valorado por la mitad de los más de 10 millones de turistas que visitaron Madrid el verano pasado”, manifestó González.

El presidente regional hizo entrega de los diplomas, en un acto celebrado en las Bodegas Tagonius, a los cocineros Óscar Velasco, Diego Guerrero, David Muñoz, Salvador Gallego, Juan Antonio Medina, Fernando del Cerro, Mario Sandoval, Rodrigo de La Calle, Ricardo Sanz, Mario Payan, Abraham García, Pedro Larumbe, Juanjo López Bedmar, Juan Pozuelo, Juan Pablo Felipe, Joaquín Felipe, Darío Barrio, Paco Patón, Jesús Almagro, e Iván Muñoz, el último cocinero madrileño en recibir la estrella Michelin.

“Los cocineros a los que hoy hemos querido homenajear son los mejores embajadores de los alimentos de Madrid y, además, encarnan los valores del mérito, el esfuerzo y el espíritu emprendedor que han hecho de nuestra región el motor económico de España”, añadió González.

Actualmente, 13 restaurantes de Madrid lucen las estrellas de la Guía Michelin, nueve en la capital y cuatro en otros municipios de la región. De ellos, seis cuentan con dos estrellas y los otros siete con una. De esta forma, Madrid se mantiene como la ciudad española con más restaurantes con dos estrellas, al acaparar 6 de los 17 existentes. En cuanto a los soles de la Guía Repsol, hay 63 restaurantes con este distintivo en la Comunidad: 6 con 3 soles, 16 con 2 soles y 41 con 1 sol.

La Guía Michelin, creada en el año 1900, es la más antigua de las guías europeas de hoteles y restaurantes. Asigna de una a tres “estrellas de la buena mesa” a los establecimientos que, en referencia a distintos parámetros fijados por su inspección colegiada, destacan en la calidad, creatividad y esmero de sus platos. Por su parte, la Guía Repsol otorga desde su primera edición en 1979 distinciones a los mejores restaurantes del año, seleccionados por la Academia Española de Gastronomía y la Cofradía de la Buena Mesa. La edición de 2013 ha otorgado los tres soles Repsol a cuatro nuevos restauradores, entre ellos a Juan Antonio Medina, de Zalacaín, en Madrid.

La Comunidad de Madrid mantiene un apoyo firme al sector de la restauración y para ello trabaja en la creación de sinergias entre investigación y gastronomía. Así, a través del Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA), el Gobierno regional pone a disposición de este sector sus innovadores proyectos de investigación gastronómica contribuyendo a mejorar la calidad del sector restaurador madrileño.

De hecho, en 2011 la Comunidad firmó un convenio de cooperación con las principales asociaciones del sector de la restauración para fomentar la innovación alimentaria y promocionar el consumo de Alimentos de Madrid y poder acercar la labor desarrollada por el IMIDRA directamente al consumidor, actuando así en el último eslabón de la cadena agroalimentaria.

Para ello lleva a cabo ensayos de campo en sus fincas experimentales y se mantiene en permanente contacto con los sectores elaboradores, lo que le permite realizar un seguimiento del producto desde el campo hasta la mesa. Entre las principales líneas de investigación desarrolladas por el IMIDRA destaca la recuperación de alimentos y variedades tradicionales, la caracterización del valor nutricional y sensorial de los alimentos y la aplicación de técnicas y procesos innovadores para la elaboración de propuestas alimentarias que mantengan el valor nutricional y las propiedades de los alimentos.

De esta forma, la Comunidad de Madrid fomenta los productos tradicionales de calidad como forma de preservar la biodiversidad y para recuperar sabores y texturas mediante la creación de una demanda específica de los mismos por parte del sector restaurador.