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25 Mar 2019 |
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María José Llergo y María Toledo cantarán en Alcalá29 MAR María José Llergo Niña de la verdad. Juego y teoría del duende III Adaptación especial del concierto de la joven cantaora María José Llergo en el que estrenará su primer disco en el festival junto a otros temas del repertorio popular lorquiano. En esta ocasión está en conexión con las salas de Goya y la pintura de finales del siglo XVIII, con obras como El majo de la guitarra o Baile a orillas del Manzanares, de Francisco de Goya, El majo de la guitarra, de Ramón Bayeu, y Una romería, de José Camarón Bonanat. María José Llergo se inició en el cante, literalmente, entre los olivos. Mientras su abuelo -cantaor autodidacta-, labraba su cachito de tierra en Pozoblanco (Córdoba), le dio las lecciones más importantes; y cuenta que la niña aprendió a cantar antes que a llorar. Desde entonces, se ha instruido en música clásica, moderna y jazz, pero sus raíces son flamencas. De la tradición se alimenta, pero la interpreta de una forma muy personal, porque para ella la cultura andaluza está en evolución y sabe que el arte es de quien lo sienta. “El amor, la tristeza y la incomprensión son los mismos que los de mis antepasados, pero yo he crecido en el siglo XXI y lo expreso a mi manera”. De esta fusión han nacido sus primeros sencillos: “Niña de las Dunas”, “Ya se sabe la Luna” y “Nana del Mediterráneo”; probando que además de interprete -que transmite la sabiduría de lo antiguo con su alma limpia como un cristal-, es una compositora de calibre. “La espina es dolorosa pero necesaria, la música tiene que ser como la rosa” y sus canciones siguen la cita al pie de la letra, hasta casi producir hiperestesia. En su camino, se ha sabido acompañar bien por el maestro Chiqui de la Línea (José Miguel Vizcaya) y los guitarristas Marc López, Paco Rojas o Rycardo Moreno. Tampoco es raro verla junto al percusionista Pablo Gómez Molina o el sonidista Raúl Pérez, de los estudios La Mina, conocido por su trabajo con El Niño de Elche, Pony Bravo y McEnroe. Ahora mismo, se encuentra trabajando en lo que será su primer disco. 30 MAR Rosa Torres-Pardo y María Toledo Lorquiana. Juego y teoría del duende IV Los grandes artistas del sur de España, gitanos o flamencos, ya canten, ya bailen, ya toquen, saben que no es posible ninguna emoción sin la llegada del duende Denostado durante siglos y recuperado como símbolo de una España a menudo estereotipada, el flamenco sirvió de inspiración a numerosos compositores a finales del s XIX y comienzos del XX, que lo integró en sus propias composiciones creando una nueva música española. Este concierto, inspirado en aquella conferencia de Federico García Lorca, “Teoría y juego del duende”, propone un encuentro de estas músicas, inspiradas en el canto popular, con su origen: el canto flamenco propiamente dicho. En el tránsito del siglo XIX al XX, fueron muchos los compositores que sintieron la necesidad de crear una nueva escuela musical española a partir del canto popular, con especial predilección por las fuentes andaluzas y, de forma muy particular, por el cante jondo. En el concierto España flamenca escucharemos algunas obras de los principales maestros del período –Enrique Granados, Isaac Albéniz y Manuel de Falla–, en alternancia con esas fuentes populares que les sirvieron de inspiración. Pero, ¿cómo utilizaron los músicos dichas fuentes? Escuchando este concierto mostraremos los múltiples mecanismos empleados por los compositores para impregnarse de la voz del pueblo, desde la cita directa (muy clara en “El Corpus Christi en Sevilla” de Albéniz, basada en la canción popular La tarara), hasta la recreación de melodías preexistentes como la Nana de Falla, o la estilización del modelo popular, que queda reducido a su sustancia vital (véanse las piezas de El amor brujo, o “Almería” de Albéniz). Este uso más sofisticado de las formas, giros, cadencias y ritmos andaluces, que encontramos “metabolizados” en el lenguaje culto, será, como veremos, el procedimiento compositivo más empleado, y el que dará pie a las páginas más logradas de la literatura musical de la época. Pero a la postre, la manera en que cada artista asimiló esos materiales populares varía sustancialmente, pues los diálogos entre las musas ilustradas y el duende flamenco nunca se dejaron de renovar. |