Afirman que el dispositivo permite acceder al fuego en menos de diez minutos

El dispositivo contra incendios forestales de la Comunidad de Madrid permite que los efectivos lleguen a un fuego en menos de 10 minutos. Esto es posible gracias a los 2.400 profesionales, 570 vehículos y 9 helicópteros que integran el dispositivo contra incendios forestales de la región (INFOMA), que se encuentra en máxima alerta desde el 15 de junio.

La consejera de Presidencia y Justicia, Regina Plañiol, explicó el protocolo de actuación que se sigue desde la Comunidad de Madrid ante un incendio forestal y confirmó que la mayoría de los avisos que se reciben por posibles incendios forestales los hacen los propios ciudadanos a través del Centro de Emergencias Comunidad de Madrid 112.

“La colaboración ciudadana es fundamental a la hora de extinguir un incendio. Pero además, el Plan INFOMA cuenta con una red de 40 puntos de vigilancia permanente durante todo el verano y, por supuesto, es importante la colaboración de otras entidades, como los policías locales, la Guardia Civil o los propios ayuntamientos”, destacó Plañiol.

Recibido el aviso, y sin comprobar su veracidad para no perder tiempo, el 112 avisa al Centro de Coordinación Operativa (CECOP) del Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid que, de inmediato, envía hacia la zona del posible incendio los medios más próximos.

Brigadas helitransportadas y equipos de pronto ataque Los primeros en llegar suelen ser las brigadas helitransportadas. Hay cuatro en la región, y cada una de ellas cuenta con un grupo de ocho brigadas forestales especialistas, junto a un técnico y a un ingeniero forestal. Nada más conocer la existencia de humo en terrero forestal, estas brigadas se ponen en marcha de manera automática hacia el lugar con un helicóptero.

La Comunidad fue pionera en el desarrollo de esta herramienta que, a lo largo de los años, se ha revelado como imprescindible para el pronto ataque a los incendios. “La misión principal de las brigadas forestales helitransportadas es atacar a las llamas en los primeros minutos y, si no pueden extinguirlas en su totalidad, sí al menos tomar las medidas para evitar que progresen. El tiempo de respuesta de estos equipos es de menos de 10 minutos, desde que tienen conocimiento del incidente hasta que se posicionan sobre el foco del incendio”, aseguró la consejera.

Además de las brigadas helitransportadas, el operativo cuenta con los puntos de pronto ataque, equipos formados por seis profesionales, bien bomberos o bien brigadas forestales, que montan guardia en lugares estratégicamente elegidos.

“Los primeros medios en llegar al lugar informan de la situación al CECOP que, valorando las informaciones recibidas, decide movilizar todos los medios necesarios para hacer frente al fuego o impedir que éste progrese. Las decisiones que se toman en estos primeros momentos son claves a la hora de extinguir un incendio”, explicó Plañiol.

Por eso es fundamental mantener las comunicaciones entre las unidades intervinientes y el CECOP, que debe saber en cada momento hasta los más mínimos detalles de la situación: localización de las unidades, amenazas concretas del fuego, tipo de vegetación que se quema, zonas de especial protección y, en último caso, riesgos y posibles accidentes del personal activado. Si, a pesar de todo, el fuego progresa o implica una amenaza a la seguridad de personas o bienes, de inmediato se activan otros medios como brigadas forestales con autobombas, bomberos, helicópteros bombarderos, maquinaria pesada e incluso, otros servicios de emergencia.

Dentro de los recursos de lucha contra incendios, la Comunidad de Madrid cuenta un helicóptero, pionero en España, que está equipado con un sistema de cámaras de última generación con capacidad para transmitir, en tiempo real, la situación del siniestro con imágenes tomadas desde el aire. En el helicóptero viajan, además del piloto, un oficial de bomberos que informa permanentemente al oficial de guardia.

Las cámaras del helicóptero son, en realidad, tres cámaras integradas en un mismo sistema. Una primera cámara de largo alcance, capaz de detectar un humo hasta a 40 kilómetros de distancia. Una segunda cámara de alta definición que permite captar detalles mínimos de lo que está ocurriendo en tierra y transmitirlos al CECOP en tiempo real.

Por último, para cuando la intensidad del humo u otras circunstancias dificultan la visión desde el helicóptero, la tercera cámara, de infrarrojos, es capaz de detectar, por contrastes de tonalidades de grises, todo lo que se encuentra oculto por el humo y, especialmente, las personas que forman parte de la intervención.

Esta herramienta supone un elemento decisivo especialmente a la hora de proteger a los efectivos que intervienen en la operación ya que, al detectarlos entre el humo, se puede valorar las zonas en las que corren peligro e indicarles qué movimientos deben hacer para asegurar su integridad. A través de estas cámaras, el oficial de guardia cuenta con una visión del conjunto del despliegue que le ayuda en la toma de decisiones: caminos para llegar hasta el lugar del fuego, masas arbóreas próximas, viviendas o puntos a proteger prioritariamente.