Más de un millar de test para evitar fraudes y adulteraciones

La Comunidad de Madrid garantiza la calidad de los vinos y aceites de la región mediante la realización anual de más de un millar de análisis de calidad de vinos y aceite desde el Laboratorio alimentario del Instituto Madrileño para la Investigación y Desarrollo Agrario (IMIDRA), un centro que forma parte del conjunto de laboratorios acreditados que existe en España, siendo único en Madrid junto con el del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.

En este laboratorio, ubicado en la finca “El Encín” de Alcalá de Henares que visitó el viceconsejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Luis Asúa, vinos, uvas, aceitunas y aceite de oliva son objeto de los exámenes necesarios para la expedición de contraetiquetas o para el control de calidad por parte de Consejos Reguladores u otros organismos certificadores de calidad. Los certificados que emite sirven de apoyo a los procesos de elaboración, transacciones comerciales y diversos controles de calidad.

Luis Asúa destacó que la Comunidad de Madrid, trabaja en la mejora de la calidad de sus aceites de oliva virgen y sus vinos con Denominación de Origen, investigando en nuevas técnicas de elaboración y buscando los sistemas de cultivo más adecuados, y realiza investigaciones dirigidas a aumentar la competitividad de la viticultura y la olivicultura madrileñas y elevar la calidad de la materia prima obtenida.

“El trabajo de este centro --añadió-- plasma perfectamente el empeño de la consejería de impulsar la competitividad de nuestros alimentos y de otorgar a nuestra producción, limitada por sus características territoriales, los más altos estándares de calidad y diferenciación. Para promocionar, y aumentar la comercialización de los Alimentos de Madrid hemos de apostar sin duda por la excelencia y la innovación, favoreciendo el desarrollo de los productos gourmet y de calidad y para ello la investigación es imprescindible.”

Madrid es una gran consumidora de aceite de oliva. A pesar de que en la región se producen al año unas 5.000 toneladas de aceite vegetal el consumo de este producto es, aproximadamente, de unas 70.300 toneladas al año. Dado este interés, cada vez es más demandado por parte del consumidor, el conocimiento de la composición química de los aceites, ya que a través de estos análisis se puede determinar la calidad y procedencia de los aceites y así garantizar el cumplimiento de la normativa vigente y detectar posibles adulteraciones o fraudes.

Para determinar esa calidad y diferenciar las distintas categorías del aceite, la Comunidad de Madrid pone a disposición de almazaras y particulares el Laboratorio Alimentario dependiente del IMIDRA, que se ha convertido en punto de referencia en la determinación de la calidad de los aceites de la región, como demuestra el incremento del número de solicitudes de análisis de calidad recibidas que, en los últimos dos años, se ha duplicado para la valoración sensorial, y ha aumentado en un 30% para los parámetros fisicoquímicos de calidad.

Durante 2012 se recibieron 207 muestras de aceite de oliva virgen para análisis sensorial, y 152 muestras para análisis fisicoquímico, de las que se obtuvieron datos de 742 determinaciones o valoraciones de distintas características como acidez, índice de peróxidos, ácidos grasos, triglicéridos, etc.

Además del aumento del consumo del aceite de oliva, el crecimiento de solicitudes que registra el Laboratorio Alimentario de IMIDRA se debe en gran medida a que acoge el Panel Oficial de Catadores de Aceite de Oliva Virgen de la Comunidad de Madrid, compuesto por un grupo de expertos en cata de aceite que suponen un valor añadido a los análisis fisicoquímicos de las muestras, al realizarse también un análisis organoléptico del aceite que es obligatorio para determinar las categorías de aceite de oliva virgen: virgen extra, virgen o lampante. La existencia del panel de cata es necesaria para poder determinar la singularidad y características de los aceites madrileños, garantizando su calidad y avalándola ante los mercados.

Desde el Laboratorio Alimentario del IMIDRA también se hacen análisis fisicoquímicos de mostos y vinos. Este servicio está destinado a cubrir las demandas de Consejos Reguladores, bodegas particulares y Organismos Públicos y proporciona certificados de análisis que sirven de apoyo a los procesos de elaboración, transacciones comerciales y diversos controles de calidad. En concreto, en nuestra región, estos análisis son necesarios para la expedición de contraetiquetas donde se especifican el origen del producto, -tipo de uva, o tanto por ciento de alcohol, etc,- y control de calidad por parte del Consejo Regulador de la D.O. Vinos de Madrid.

Los análisis de mostos y vinos resultan fundamentales para la elaboración del producto final. Por ejemplo, la determinación de los parámetros enológicos básicos permite conocer el estado y evolución de los vinos e incluso permite predecir posibles alteraciones, y conocer las poblaciones de levaduras y bacterias presentes permite predecir la estabilidad y evolución de los vinos, evitando riesgos en vino embotellado. Durante 2012 el Laboratorio Alimentario recibió 814 muestras de vino y obtuvo datos de 5.800 determinaciones que valoran características como grado alcohólico, acidez o ponifenoles, entre otros. El análisis de vinos se mantiene estable con algún repunte como en 2012.

Además de estos servicios de análisis, el IMIDRA desarrolla de forma continuada diferentes proyectos de investigación sobre vinos y aceite de oliva, y atiende las necesidades de agricultores y productores madrileños que demandan conocimiento y apoyo técnico. Por este trato directo con el sector, el Laboratorio Alimentario se ha convertido en un órgano reconocido por consumidores e instituciones, que cada vez más confían en los resultados de sus análisis para garantizar la calidad de sus productos.