La titular de Defensa en sus palabras al personal asistente a la videoconferencia ha querido "trasladar el agradecimiento a los 187 hombres y mujeres de la UME, y también a la Dirección de la Emergencia por el trabajo que están realizando ya que es su nivel de preparación lo que les permite afrontar estas situaciones".
Además la ministra Robles ha puesto en valor que "estos son momentos muy difíciles, pero se vencen como siempre, con humanidad y eficacia", de este modo "la UME estará en La Palma el tiempo que sea necesario, el tiempo que la Dirección de la Emergencia demande, con todos los medios que hagan falta, sin regatear esfuerzos".
Por su parte, el teniente general Meijide ha subrayado "que esta operación es distinta a todas las que anteriormente nos habíamos enfrentado, la lava es una fuerza de la naturaleza contra la que no se puede combatir. Las misiones han estado orientadas a mitigar estos efectos o a colaborar con las autoridades civiles".
En cuanto al trabajo de la Unidad Militar de Emergencias, el jefe de la misma ha señalado que "somos corredores de fondo, y estamos a disposición de sostener, de aguantar todo el tiempo que sea necesario, y por supuesto sería un desagradecido si no pusiera en valor el apoyo de los dos Ejércitos, de la Armada y de los Cuerpos Comunes para sacar adelante cualquier situación"
Uno de los miembros de la Unidad con los que la ministra Robles ha podido hablar ha sido con el capitán psicólogo Pastor Álvarez del Grupo Táctico 'La Palma', cuyas tareas están consistiendo en el acompañamiento de las unidades de intervención en las evacuaciones de personal y retirada de enseres.
El capitán ha explicado que "las ventanas para recogida de enseres las ha marcado la Dirección de la Emergencia para optimizar los tiempos siguiendo criterios de seguridad". En referencia a los ciudadanos con los que ha podido trabajar, ha dicho que "las personas mayores son las que lo están pasando peor, ya que entienden que disponen de menos tiempo para recuperar lo perdido, y también todos aquellos que han perdido sus negocios".
Actualmente, una de las mayores preocupaciones es poder determinar cuál es la calidad del aire, "aunque hasta la fecha no se han detectado niveles tóxicos en núcleos de población" en palabras del teniente García, jefe de uno de los subgrupos tácticos que operan en la zona de emergencias.
Desde la erupción del volcán de Cumbre Vieja el pasado día 19 de septiembre, permanecen desplegados 187 miembros de la Unidad Militar de Emergencias en la isla de La Palma. El Batallón de Intervención en Emergencias II, con sede en Sevilla y sus destacamentos en Los Rodeos (Tenerife) y Gando (Gran Canaria), aporta la mayoría de los militares sobre el terreno, a los que hay que sumar un equipo de control de atmósferas del Grupo de Intervención en Emergencias Tecnológicas y medioambientales de Madrid.
Son 67 los medios llegados a La Palma, entre los que destacan 12 autobombas, 4 camiones nodrizas y un Vehículo Ligero de Reconocimiento (VELIRE) cuyo equipamiento es capaz de detectar, identificar y tomar muestras ambientales de posibles agentes químicos propios de las erupciones volcánicas. Desde el aire cuentan con el apoyo de 3 aviones anfibios del Ejército del Aire.
Además del apoyo y coordinación con la Dirección de la Emergencia, las principales misiones asignadas han consistido en vuelos de reconocimiento mediantes drones Phantom IV, vigilancia de la progresión de la colada de lava y de las emisiones producidas con la llegada de esta al Océano Atlántico, mediciones de la calidad del aire en la zona de la emergencia y el apoyo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en lo que se refiere a la evacuación de ciudadanos afectados y la retirada de enseres
El equipo de control de atmósferas procede de Torrejón
