Números duplicados y escasa señalización en una calle con polémico nombre

Hay quien dice que hay zonas de Soto del Henares prácticamente fantasmas, debido a la escasa cantidad de personas que las habitan, pero el caso de una pequeña calle es justo el contrario: ya hay muchos vecinos habitando la calle Juan de Ávalos, pero sin embargo, acceder a su calle es casi misión imposible.

Y es que, según afirman los vecinos, la señalización es totalmente inexistente. Solo aquellos que saben dónde comienza y dónde acaba son capaces de llegar a Juan de Ávalos. La calle, situada casi al final del nuevo barrio, hace esquina con las calles Jorge Manrique y Eduardo Chillida y es paralela a los Paseos de la Concordia y del Diálogo, pero esto para los que la visitan por primera vez, se convierte en casi una odisea.

La escasa señalización de la vía no es el único problema con el que tienen que lidiar los vecinos de Juan de Ávalos: los números 32, 34 y 36 de la calle están duplicados a ambos lados, según aseguran los vecinos, lo que genera más de un problema a los pobres carteros que no saben donde entregar el correo.

Poner el nombre de Juan de Ávalos a una calle no podía pasar desapercibido. Cuando, hace seis años se decidió poner nombre a las calles de Soto se optó por mentar a distintas personalidades de todos los ámbitos culturales, si bien, en esta ocasión se optó por incluir nombres especialmente significados políticamente. Así, la calle Juan Goytisolo o la Avenida Carmen Laforet conviven con la calle Juan de Ávalos, y es que la intención era que los nombres de Paseo de la Democracia, la Convivencia o el Diálogo no fueran sólo palabras.

Así el arquitecto del Valle de los Caídos convive con Joan Rebull, diputado por Estat Catalá en el Parlamento Catalán antes de la Guerra Civil en el barrio de los arquitectos, mientras que en el barrio de los escritores encontramos a Dulce Chacón o a Rosa Chacel.