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03
Sep
2011
La Policía desarticula una organización dedicada a robar coches “a la carta” PDF Imprimir E-mail
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Desguazaban los coches a las pocas horas de ser robados. Foto cedida por Policía NacionalLos sustraían y los desguazaban en la Cañada Real

Agentes de la Policía Nacional y de la Policía Municipal de Madrid, en una operación conjunta, han desarticulado una organización dedicada al robo de vehículos para su desguace y posterior venta de las piezas. Hasta el momento, los investigadores han logrado esclarecer 215 robos de turismos y furgonetas que inmediatamente después de ser sustraídos eran trasladados hasta una parcela situada en la Cañada Real para su desmonte. Los doce detenidos actuaban “a la carta” y, en tan sólo una hora, eran capaces de obtener los elementos solicitados y calcinar los restos de los coches en las inmediaciones.

Los miembros del grupo desarticulado disponían de zonas habilitadas como auténticos talleres de mecánica con todo tipo de herramientas, trasportines y grúas pluma para el desguace. Varios de los detenidos fueron sorprendidos por los agentes mientras desmontaban dos vehículos que habían sido sustraídos momentos antes. En los registros realizados se han intervenido diez motores y numerosos ejes, radiadores, puertas, cajas de cambio, ruedas, faros, tubos de escape y otras piezas provenientes de los robos y preparadas para su venta.

La investigación comenzó a finales del pasado año tras la aparición de un número importante de vehículos totalmente calcinados en una zona concreta de la Cañada Real. Por la disposición del terreno y la posición de los turismos, los investigadores concluyeron que, tras ser desmontados, eran arrastrados o empujados desde una pendiente. Todos los vehículos aparecían calcinados, sin el motor y sin las piezas mecánicas más importantes, por lo que el lugar donde eran despiezados debía encontrarse en las inmediaciones. Desde ese momento, la investigación se centró en varias parcelas donde se podría estar realizando la ilícita actividad.

Durante el complejo dispositivo llevado a cabo, los agentes comprobaron el constante trasiego de personas que accedían al interior de las fincas vigiladas, para salir poco después con piezas de vehículos, especialmente motores. Además, se pudo observar como introducían en la parcela un vehículo y, una hora después, era arrastrado y arrojado por la pendiente para incendiarlo posteriormente. En ese lugar aparecieron, en un día, hasta 15 vehículos totalmente calcinados.

Los responsables de los robos formaban parte de un grupo perfectamente estructurado en el que cada uno desarrollaba una especialidad. Las mujeres de la banda realizaban las funciones de vigilancia, especialmente cuando introducían los vehículos sustraídos en las parcelas. Los varones se encargaban del resto de tareas; la sustracción, traslado, desguace, calcinamiento y el tráfico de las piezas.

Para el robo de los automóviles, los arrestados utilizaban centralitas liberadas. Tras retirar las centralitas que viene ensambladas y codificadas de fábrica, instalaban la manipulada para su puesta en marcha. Posteriormente, el vehículo era trasladado hasta la parcela en la Cañada Real auxiliado por un vehículo “lanzadera” que circulaba por delante para avisar y dar cobertura al sustraído ante cualquier presencia policial.

Una vez despiezados, los vehículos eran arrastrados o remolcados hasta una pendiente que se encontraba en las inmediaciones donde los arrojaban y prendían fuego para borrar cualquier tipo de rastro o huella. Los agentes han constatado que trabajaban “a la carta”, es decir, previo encargo y que el destino final de las piezas eran chatarrerías o países del norte de África.

Una vez obtenida toda la información, y con la preceptiva autorización judicial, los agentes realizaron la entrada y registro en dos parcelas de la Cañada Real. Allí procedieron al arresto de 12 personas y la intervención de numerosos objetos y efectos procedentes de la actividad ilícita. Los investigadores localizaron varios vehículos, entre ellos dos que habían sido sustraídos poco antes y que ya estaban medio desguazados. Ejes, radiadores, puertas, cajas de cambio, tubos de escape y hasta diez motores fueron hallados, todos ellos preparados para su venta y provenientes de vehículos sustraídos. Igualmente fueron intervenidas numerosas centralitas liberadas que utilizaban para arrancar los vehículos en el momento del robo.

Ya en el trámite de diligencias, los agentes han esclarecido el robo y calcinamiento de 215 vehículos y han estimado que los detenidos han obtenido un beneficio económico de unos 200.000 euros.

La investigación ha sido llevada a cabo, de forma conjunta, por el Grupo de Policía Judicial de la Comisaría de Villa de Vallecas de la Jefatura Superior de Policía de Madrid y la Unidad Central de Investigación de la Policía Municipal de Madrid. Los detenidos han pasado a disposición de la autoridad judicial y no se descartan más detenciones ya que la operación sigue abierta.

 

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