Inician una campaña para que nadie la use cuando esté en funcionamiento

Los vecinos de Paracuellos siguen en pie de guerra. Y es que ni la declaración aprobada en el Pleno de julio, ni la llegada del verano han servido para calmar sus ánimos en el polémico asunto de la gasolinera: siguen sin quererla y están dispuestos a pasar a la acción si es necesario.

La intención de los vecinos de Miramadrid es muy clara y, si funciona, contundente: llamar al boicot a todos los vecinos para que el volumen de ventas no permita mantener abierta la estación de servicio durante mucho tiempo. La medida, muy sencilla, consistiría en no echar gasolina en la polémica gasolinera de Miramadrid.

Esta última medida, que ya ha arrastrado al centro comercial, se llevaría a cabo siempre y cuando no funcionen todas las demás medidas puestas en marcha, y que van desde la recogida de firmas (llevan unas 2.500 de una población de 10.000 personas), hasta la acción política, en forma de creación de plataformas o reunión con los partidos.

Y es que, si los plazos se cumplen, la nueva gasolinera estaría lista, como mucho, dentro de dos meses, dos meses en los que los vecinos seguirán luchando porque no se construya, o al menos, no a escasos metros de dos gasoductos y junto a viviendas.