Hazte Oir recuerda que se presentó hace once años

El Monumento del Pueblo de Madrid a la Constitución Española de 1978 ha sido el lugar escogido por el presidente de HazteOir.org, Ignacio Arsuaga, para presentar la querella que la asociación ha registrado unos minutos antes en el Tribunal Supremo contra los ex presidentes del Tribunal Constitucional Pascual Sala Sánchez y Francisco Pérez de los Cobos Orihuel y el actual, Juan José González Rivas. El magistrado Andrés Ollero Tassara es también objeto de la acción judicial.

En el escrito presentado ante el Tribunal Supremo, el abogado acusa a los magistrados del alto tribunal de un presunto delito de prevaricación en su modalidad de retardo malicioso, a causa de la demora de más de 11 años en resolver el recurso de inconstitucionalidad presentado por el Partido Popular contra la última ley del aborto aprobada en el año 2010.

“Más de un millón de bebés han muerto abortados oficialmente bajo el amparo de una ley aprobada hace más de 11 años. En todo este tiempo, los magistrados del Tribunal Constitucional no han sido capaces de encontrar un hueco para sentenciar si esa ley es inconstitucional”, ha afirmado Ignacio Arsuaga, presidente de HazteOir.org.

“¿Cómo pueden dormir tranquilos los magistrados que han dejado en un cajón este recurso al que ellos mismos dieron carácter prioritario para su resolución?”, se ha preguntado Arsuaga.

Junto al presidente de HazteOir.org ha estado el asesor jurídico, Javier María Pérez-Roldán, quien ha explicado los detalles de la querella contra los magistrados.

“Los magistrados han alegado que el retraso de la sentencia se debe a que no hay consenso, cuando en las sentencias no es necesario el consenso, sino una mayoría; además, alegan que el PP, cuando gobernó podría haber modificado la ley y por eso el recurso habría caducado. Por su parte, el PP afirma que no lo hizo a la espera de que el Constitucional hablara. Mientras tanto, 11 años de silencio y más de un millón de muertos”, ha explicado Pérez-Roldán.

“Confío en que la sentencia no siga enterrada más tiempo. Ya ha costado millones de vidas y cada año el número sigue creciendo. Aunque desgraciadamente, que muera cada año el equivalente a toda la población de Cáceres, no le importa a determinados partidos, que ya están promoviendo una ley todavía más radical contra la vida del no nacido”, ha concluido Ignacio Arsuaga.